El sargento Moncayo y el cabo Martínez son los militares que más tiempo llevan en poder de la guerrilla colombiana
AFP/El Nacional
Dos militares colombianos, Pablo Emilio Moncayo y Livio José Martínez, que hacen parte de 24 uniformados en poder de las FARC, completaron este lunes doce años de secuestro por esa guerrilla marxista a pesar de que ésta había anunciado en abril su decisión de liberar a Moncayo.
El sargento Moncayo y el cabo Martínez son los militares que más tiempo llevan en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que mantiene a todo el grupo de uniformados en la selva y encadenados gran parte del tiempo, según han denunciado ex compañeros de secuestro.
La liberación de Moncayo, junto con la del soldado Josué Daniel Calvo, capturado tras ser herido el 20 de abril pasado por las FARC, se ha dilatado en medio del forcejeo del gobierno y el grupo guerrillero.
Los otros 22 uniformados, entre ellos Martínez, conforman el denominado grupo de "canjeables" que las FARC pretende intercambiar por unos 500 rebeldes presos, lo que rechaza el presidente Álvaro Uribe.
La decisión de las FARC de liberar a Moncayo se produjo después de intensas caminatas por el país y el exterior de sus padre, Gustavo Moncayo, y de la solicitud de un grupo civil denominado 'Colombianos por la paz', que encabeza la senadora opositora Piedad Córdoba, y que busca una solución negociada a los 45 años de conflicto armado del país.
Tras el anuncio de la decisión de liberar a Moncayo, el 19 de abril, el presidente Uribe, que ha enfocado toda la capacidad militar del Estado hacia el objetivo de derrotar a las FARC, demandó la liberación de todos los uniformados como condición para facilitar el operativo de entrega.
Meses después, Uribe autorizó a la Iglesia Católica y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para buscar la liberación de los uniformados, excluyendo de esa misión a la senadora Córdoba, requerida por las FARC para entregar a Moncayo. Finalmente, el 19 de septiembre, Uribe autorizó a la senadora para que acuda a la entrega de Moncayo, del soldado Calvo y además de los restos mortales del mayor (de la Policía) Julián Guevara, quien murió en cautiverio el 20 de enero de 2006.
El 11 de noviembre, en un comunicado, las FARC responsabilizaron a Uribe del retraso en las liberaciones, asegurando que "es el gobierno quien ha introducido palos en la rueda".
Según declaró la semana pasada la senadora Córdoba, del opositor Partido Liberal, la liberación de Moncayo y de Calvo ya no se producirá en lo que resta de este año sino en enero próximo, pero el gobierno asegura que ya están dadas todas las garantías para que las FARC los entreguen.
Brasil sería el país que podría nuevamente poner la logística del operativo de liberación, según ha manifestado el presidente Uribe en privado.
El sargento Moncayo le había pedido a Uribe que facilitara su liberación en un vídeo que las FARC enviaron en septiembre como prueba de supervivencia de éste y otros militares y policías que continúan en cautiverio. "Señor presidente Uribe, abra las puertas, por favor, que quiero ser libre", expresó Moncayo en el vídeo, en el que su imagen resultó casi que irreconocible por la transformación de su rostro por el paso de estos 12 años y las penurias del cautiverio.
Moncayo y Martínez cayeron en poder de las FARC, la principal guerrilla del país, en un sangriento ataque que unos 300 rebeldes lanzaron el 21 de diciembre de 1997 contra un puesto militar ubicado en la cima de una montaña donde protegía torres de telecomunicación en el sureño departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
En esa acción, murieron 22 uniformados y 18 fueron llevados como prisioneros por las FARC, de los cuales sólo queda en su poder Moncayo y Martínez, pues los otros 16 fueron liberados cuatro años después de su captura por un intercambio que negoció el entonces presidente Andrés Pastrana.
La liberación de Moncayo, junto con la del soldado Josué Daniel Calvo, capturado tras ser herido el 20 de abril pasado por las FARC, se ha dilatado en medio del forcejeo del gobierno y el grupo guerrillero.
Los otros 22 uniformados, entre ellos Martínez, conforman el denominado grupo de "canjeables" que las FARC pretende intercambiar por unos 500 rebeldes presos, lo que rechaza el presidente Álvaro Uribe.
La decisión de las FARC de liberar a Moncayo se produjo después de intensas caminatas por el país y el exterior de sus padre, Gustavo Moncayo, y de la solicitud de un grupo civil denominado 'Colombianos por la paz', que encabeza la senadora opositora Piedad Córdoba, y que busca una solución negociada a los 45 años de conflicto armado del país.
Tras el anuncio de la decisión de liberar a Moncayo, el 19 de abril, el presidente Uribe, que ha enfocado toda la capacidad militar del Estado hacia el objetivo de derrotar a las FARC, demandó la liberación de todos los uniformados como condición para facilitar el operativo de entrega.
Meses después, Uribe autorizó a la Iglesia Católica y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para buscar la liberación de los uniformados, excluyendo de esa misión a la senadora Córdoba, requerida por las FARC para entregar a Moncayo. Finalmente, el 19 de septiembre, Uribe autorizó a la senadora para que acuda a la entrega de Moncayo, del soldado Calvo y además de los restos mortales del mayor (de la Policía) Julián Guevara, quien murió en cautiverio el 20 de enero de 2006.
El 11 de noviembre, en un comunicado, las FARC responsabilizaron a Uribe del retraso en las liberaciones, asegurando que "es el gobierno quien ha introducido palos en la rueda".
Según declaró la semana pasada la senadora Córdoba, del opositor Partido Liberal, la liberación de Moncayo y de Calvo ya no se producirá en lo que resta de este año sino en enero próximo, pero el gobierno asegura que ya están dadas todas las garantías para que las FARC los entreguen.
Brasil sería el país que podría nuevamente poner la logística del operativo de liberación, según ha manifestado el presidente Uribe en privado.
El sargento Moncayo le había pedido a Uribe que facilitara su liberación en un vídeo que las FARC enviaron en septiembre como prueba de supervivencia de éste y otros militares y policías que continúan en cautiverio. "Señor presidente Uribe, abra las puertas, por favor, que quiero ser libre", expresó Moncayo en el vídeo, en el que su imagen resultó casi que irreconocible por la transformación de su rostro por el paso de estos 12 años y las penurias del cautiverio.
Moncayo y Martínez cayeron en poder de las FARC, la principal guerrilla del país, en un sangriento ataque que unos 300 rebeldes lanzaron el 21 de diciembre de 1997 contra un puesto militar ubicado en la cima de una montaña donde protegía torres de telecomunicación en el sureño departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
En esa acción, murieron 22 uniformados y 18 fueron llevados como prisioneros por las FARC, de los cuales sólo queda en su poder Moncayo y Martínez, pues los otros 16 fueron liberados cuatro años después de su captura por un intercambio que negoció el entonces presidente Andrés Pastrana.
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