(Foto: Gabriela Pulido)
Los actores de teatro están preocupados porque se quedarán sin trabajo
Incertidumbre y tristeza son las reacciones generales ante la medida del cierre de los centros comerciales a las 9:00 p.m. Al menos es la forma como han respondido muchos de los profesionales ligados al cine y al teatro.
Para el presidente de la Asociación Venezolana de Exhibidores de Películas (AVEP), Abdel Güerere, todo dependerá de los centros comerciales. "Sí habrá un impacto en los usuarios. En AVEP conversamos para ver qué vamos a hacer. Será montar plantas de electricidad, lo cual requiere de estudio previo".
Marialejandra Martín, gerente de Teatrex (Centro Comercial El Hatillo) califica la medida como un toque de queda. "Es muy grave, parece una cosa personal... contra todos los venezolanos. En Teatrex estamos dando la vuelta a ver qué se puede hacer, pero básicamente estamos esperando a ver si rectifican, porque es una medida que dejará sin trabajo a mucha gente. Eso salió en Gaceta el 21 de diciembre, y nosotros tenemos estructurada una programación hasta marzo, hay gente que ha invertido dinero".
Por su parte, Solveig Hoogesteijn, cineasta y directora de Trasnocho Cultural, en Paseo Las Mercedes (con cuatro salas de cine y dos de teatro), prefiere hacer mutis. O por lo menos hasta que regrese de vacaciones.
Pedro Ledezma, gerente de Publicidad de Emporio Group, cree prudente esperar a ver qué se decide en esos recintos. En particular, como responsables del concierto de La Quinta Estación el próximo 28 de enero en el Centro Ciudad Comercial Tamanaco (CCCT): "Tenemos que esperar a ver cuál es la resolución del centro comercial para saber cuáles son las medidas que vamos a tomar. Para los conciertos siempre tenemos plantas eléctricas en la parte de la logística, por si se va la luz, pero si no hay electricidad en el resto del centro comercial, esa solución no sería viable. La semana entrante debemos reunirnos para saber qué vamos a hacer".
Otro concierto que se vería afectado es el de Cranberries, pautado para el 12 de marzo en el anfiteatro del Sambil.
El haz del proyector A los cineastas nacionales no les es indiferente la situación. Carlos Caridad maneja de forma extraoficial que era probable que los centros comerciales adquirieran plantas eléctricas. "Pero no sé hasta qué punto eso será cierto o viable. No creo que la medida afecte más de lo que ya está el cine nacional por los problemas de distribución y exhibición o el incumplimiento de la ley de cine". Le parece muy extraño que en un país como Venezuela, que produce energía, debamos racionar el consumo".
La postura gubernamental la aporta Vladimir Sosa Sarabia, presidente de la distribuidora Amazonia Films, quien está consciente de que al bajar el horario de la última función a las 6:00 p.m., el público no podrá ni ver las películas que hace la Villa del Cine. Sin embargo, está de acuerdo con la medida dado que no les afecta directamente: "A los que afecta es a los centros comerciales, que es donde está la mayoría de las salas. Nuestro exhibidor es la Cinemateca Nacional y la Red de Salas Comunitarias y Nacionales que no están dentro de las restricciones".
Para Sosa se trata de una contingencia en la que todos debemos participar: "No podemos desmeritar una solución coyuntural que se le está dando a un problema porque sea necesario ir al cine. La discusión del tema energético se está torciendo por todos lados para atacar las políticas que vienen desde el Ejecutivo nacional".
De modo que, a su juicio, lo que queda es escoger: "¿Prefiero ir al cine a las 9:00 p.m. o prefiero bañarme con agua caliente? ¿O ver televisión y encender la computadora? Lo que priva es que estamos hablando de una solución coyuntural, que será temporal", asegura. Pero no hay que olvidar que el control de cambio también era una medida temporal y se ha prolongado por casi siete años.
El creador Thaelman Urgelles califica la medida como un daño tremendo a la industria cinematográfica: "No solamente a quienes tienen salas o distribuyen cine, sino también al cine nacional y a los espectadores. La función de mayor asistencia era de 7:00 a 9:00 p.m. pero después era la de 9:00 a 11:00 p.m., mientras que a la función de las 5:00 p.m. asiste muy poca gente".
Urgelles alega que el problema energético debió haber sido solucionado con antelación: "Manifiesto mi descontento y mi preocupación. Se pudiera devolver el huso horario como estaba antes, ahí se gana esa media hora de luz. El Estado debería corregir sus propios errores en lugar de tomar medidas que victimicen a la sociedad".
Al director Diego Rísquez le parece insólita la medida: "Fui jurado en el Festival de Cine de Mérida, en octubre. Vimos 15 películas y la luz se iba dos y tres veces al día, había unas plantas que salvaban la situación, pero no justifica la medida", y enfatiza que "Evidentemente un decreto como ese afectará la rentabilidad, no solo del cine nacional, sino como industria".
Vatios de las ondas hertzianas Al menos dos emisoras de radio funcionan en centros comerciales: Mágica (99.1 FM) en el CCCT y el Circuito FM Center en el Concresa. En ambos casos los voceros adujeron no tener una postura definitiva. En Mágica están por decidir si se proveen de una planta eléctrica, mientras la directiva de FM Center se reunirá mañana para analizar la situación.
Marialejandra Martín, gerente de Teatrex (Centro Comercial El Hatillo) califica la medida como un toque de queda. "Es muy grave, parece una cosa personal... contra todos los venezolanos. En Teatrex estamos dando la vuelta a ver qué se puede hacer, pero básicamente estamos esperando a ver si rectifican, porque es una medida que dejará sin trabajo a mucha gente. Eso salió en Gaceta el 21 de diciembre, y nosotros tenemos estructurada una programación hasta marzo, hay gente que ha invertido dinero".
Por su parte, Solveig Hoogesteijn, cineasta y directora de Trasnocho Cultural, en Paseo Las Mercedes (con cuatro salas de cine y dos de teatro), prefiere hacer mutis. O por lo menos hasta que regrese de vacaciones.
Pedro Ledezma, gerente de Publicidad de Emporio Group, cree prudente esperar a ver qué se decide en esos recintos. En particular, como responsables del concierto de La Quinta Estación el próximo 28 de enero en el Centro Ciudad Comercial Tamanaco (CCCT): "Tenemos que esperar a ver cuál es la resolución del centro comercial para saber cuáles son las medidas que vamos a tomar. Para los conciertos siempre tenemos plantas eléctricas en la parte de la logística, por si se va la luz, pero si no hay electricidad en el resto del centro comercial, esa solución no sería viable. La semana entrante debemos reunirnos para saber qué vamos a hacer".
Otro concierto que se vería afectado es el de Cranberries, pautado para el 12 de marzo en el anfiteatro del Sambil.
El haz del proyector A los cineastas nacionales no les es indiferente la situación. Carlos Caridad maneja de forma extraoficial que era probable que los centros comerciales adquirieran plantas eléctricas. "Pero no sé hasta qué punto eso será cierto o viable. No creo que la medida afecte más de lo que ya está el cine nacional por los problemas de distribución y exhibición o el incumplimiento de la ley de cine". Le parece muy extraño que en un país como Venezuela, que produce energía, debamos racionar el consumo".
La postura gubernamental la aporta Vladimir Sosa Sarabia, presidente de la distribuidora Amazonia Films, quien está consciente de que al bajar el horario de la última función a las 6:00 p.m., el público no podrá ni ver las películas que hace la Villa del Cine. Sin embargo, está de acuerdo con la medida dado que no les afecta directamente: "A los que afecta es a los centros comerciales, que es donde está la mayoría de las salas. Nuestro exhibidor es la Cinemateca Nacional y la Red de Salas Comunitarias y Nacionales que no están dentro de las restricciones".
Para Sosa se trata de una contingencia en la que todos debemos participar: "No podemos desmeritar una solución coyuntural que se le está dando a un problema porque sea necesario ir al cine. La discusión del tema energético se está torciendo por todos lados para atacar las políticas que vienen desde el Ejecutivo nacional".
De modo que, a su juicio, lo que queda es escoger: "¿Prefiero ir al cine a las 9:00 p.m. o prefiero bañarme con agua caliente? ¿O ver televisión y encender la computadora? Lo que priva es que estamos hablando de una solución coyuntural, que será temporal", asegura. Pero no hay que olvidar que el control de cambio también era una medida temporal y se ha prolongado por casi siete años.
El creador Thaelman Urgelles califica la medida como un daño tremendo a la industria cinematográfica: "No solamente a quienes tienen salas o distribuyen cine, sino también al cine nacional y a los espectadores. La función de mayor asistencia era de 7:00 a 9:00 p.m. pero después era la de 9:00 a 11:00 p.m., mientras que a la función de las 5:00 p.m. asiste muy poca gente".
Urgelles alega que el problema energético debió haber sido solucionado con antelación: "Manifiesto mi descontento y mi preocupación. Se pudiera devolver el huso horario como estaba antes, ahí se gana esa media hora de luz. El Estado debería corregir sus propios errores en lugar de tomar medidas que victimicen a la sociedad".
Al director Diego Rísquez le parece insólita la medida: "Fui jurado en el Festival de Cine de Mérida, en octubre. Vimos 15 películas y la luz se iba dos y tres veces al día, había unas plantas que salvaban la situación, pero no justifica la medida", y enfatiza que "Evidentemente un decreto como ese afectará la rentabilidad, no solo del cine nacional, sino como industria".
Vatios de las ondas hertzianas Al menos dos emisoras de radio funcionan en centros comerciales: Mágica (99.1 FM) en el CCCT y el Circuito FM Center en el Concresa. En ambos casos los voceros adujeron no tener una postura definitiva. En Mágica están por decidir si se proveen de una planta eléctrica, mientras la directiva de FM Center se reunirá mañana para analizar la situación.
Ana María Hernández G. / Soniberth Jiménez / Daniel Uzcátegui
EL UNIVERSAL
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