Desde la madrugada de este jueves, como cada 14 de enero miles de feligreses asistieron a una de las procesiones más importantes del país a dar gracias por los favores concedidos y hacerle nuevas peticiones a la Divina Pastora, recorrido que partió del Templo de Santa Rosa de Lima (siete kilómetros) y finalmente, en horas de la tarde llegó, a la Catedral de Barquisimeto para ser homenajeada.
Según datos oficiales más de dos millones de personas asistieron a la procesión donde se desplegó un dispositivo de seguridad con más de 3.500 efectivos entre bomberos, policía regional, Guardia Nacional y Protección Civil y 22 puntos de hidratación.
La imagen de la Divina Pastora lució un traje color crema y verde esmeralda con hilos dorados, donado por 14 familias de origen asiático y portugués y confeccionado en China y que luego terminó en manos de artistas de Lara.
Carmen Victoria Pérez y Yajaira Sánchez fueron las encargadas de vestir a la Divina Pastora para la procesión. “Es una emoción muy grande y un orgullo para mis hijas”, dijo Sánchez, quien a sus 57 años de edad no se imaginaba que la escogerían para colocar el atuendo que desde ayer luce la patrona de los larenses para la procesión más grande que se lleva a cabo en el país.
Quienes se encargaron de vestir a la virgen comentaron: “Cuando la vestimos le hablamos. A veces la vemos un poco triste y le preguntamos qué le pasa, le hablamos mucho y cuando ya está vestida tiene otro semblante, más radiante. El color del vestido se lo escogemos de acuerdo con el tiempo litúrgico, aunque casi siempre rezamos para tener la sabiduría de saber escoger el traje y el color que le pondremos. A veces los vestidos bajan llenos de tierra, y cuando los lavamos, lo hacemos a mano porque tienen adornos y pedrería, nunca los enviamos a la tintorería”, aseveraron.
El recorrido finalizó alrededor de las 7:00 pm en la Catedral de Barquisimeto, y la imagen fue festejada entre cantos y alabanzas.
Se prohibió el consumo de bebidas alcohólicas hasta la medianoche, el porte de armas, la circulación de vehículos en la ruta de la procesión, el uso de fuegos artificiales, la presencia de animales en la celebración religiosa y la utilización de envases de vidrio, entre otras medidas.
Misas, promesas y devoción rodearon a la patrona de Barquisimeto que por 154ª ocasión recorrió la urbe en hombros de feligreses.
UN POCO DE HISTORIA
Cuenta la historia que la patrona de los larenses llegó a Venezuela en 1706, cuando se trajeron las imágenes de las vírgenes Inmaculada y Divina Pastora. Por equivocación, fueron entregadas en las iglesias que no correspondían y, cuando intentaron llevarse a la Pastora para la iglesia La Concepción, en Barquisimeto, no pudieron moverla. Sólo lograron levantarla cuando decidieron dejarla en Santa Rosa.
En 1812, un terremoto destruyó el templo donde se veneraba a la Pastora y la imagen quedó intacta. En 1855, el padre José Macario Yépez, al ver que la población moría por una epidemia de cólera, se ofreció como la última víctima. Sacó a la Virgen en procesión y murió de cólera poco después. Así se inició la costumbre de que la Virgen saliera de Santa Rosa a visitar Barquisimeto. Entonces nació una tradición que destaca por su colorido y multitudinaria participación.
mmanrique@dearmas.com
Vídeo cortesía de youtubeLa imagen de la Divina Pastora lució un traje color crema y verde esmeralda con hilos dorados, donado por 14 familias de origen asiático y portugués y confeccionado en China y que luego terminó en manos de artistas de Lara.
Carmen Victoria Pérez y Yajaira Sánchez fueron las encargadas de vestir a la Divina Pastora para la procesión. “Es una emoción muy grande y un orgullo para mis hijas”, dijo Sánchez, quien a sus 57 años de edad no se imaginaba que la escogerían para colocar el atuendo que desde ayer luce la patrona de los larenses para la procesión más grande que se lleva a cabo en el país.
Quienes se encargaron de vestir a la virgen comentaron: “Cuando la vestimos le hablamos. A veces la vemos un poco triste y le preguntamos qué le pasa, le hablamos mucho y cuando ya está vestida tiene otro semblante, más radiante. El color del vestido se lo escogemos de acuerdo con el tiempo litúrgico, aunque casi siempre rezamos para tener la sabiduría de saber escoger el traje y el color que le pondremos. A veces los vestidos bajan llenos de tierra, y cuando los lavamos, lo hacemos a mano porque tienen adornos y pedrería, nunca los enviamos a la tintorería”, aseveraron.
El recorrido finalizó alrededor de las 7:00 pm en la Catedral de Barquisimeto, y la imagen fue festejada entre cantos y alabanzas.
Se prohibió el consumo de bebidas alcohólicas hasta la medianoche, el porte de armas, la circulación de vehículos en la ruta de la procesión, el uso de fuegos artificiales, la presencia de animales en la celebración religiosa y la utilización de envases de vidrio, entre otras medidas.
Misas, promesas y devoción rodearon a la patrona de Barquisimeto que por 154ª ocasión recorrió la urbe en hombros de feligreses.
UN POCO DE HISTORIA
Cuenta la historia que la patrona de los larenses llegó a Venezuela en 1706, cuando se trajeron las imágenes de las vírgenes Inmaculada y Divina Pastora. Por equivocación, fueron entregadas en las iglesias que no correspondían y, cuando intentaron llevarse a la Pastora para la iglesia La Concepción, en Barquisimeto, no pudieron moverla. Sólo lograron levantarla cuando decidieron dejarla en Santa Rosa.
En 1812, un terremoto destruyó el templo donde se veneraba a la Pastora y la imagen quedó intacta. En 1855, el padre José Macario Yépez, al ver que la población moría por una epidemia de cólera, se ofreció como la última víctima. Sacó a la Virgen en procesión y murió de cólera poco después. Así se inició la costumbre de que la Virgen saliera de Santa Rosa a visitar Barquisimeto. Entonces nació una tradición que destaca por su colorido y multitudinaria participación.
mmanrique@dearmas.com
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