Integraban una familia de conserjes que cuidaba una quinta en El Marqués
Cinco integrantes de una familia ecuatoriana, formada por un niño de seis años, dos adolescentes y dos adultos, que laboraban en una quinta de la urbanización El Marqués, perecieron carbonizados tras suscitarse un violento incendio a las 6:30 de la mañana de ayer.
Los vecinos, en su mayoría jóvenes que habitan en la calle Terepaima, intentaron socorrer a las víctimas, pero la reja principal se encontraba cerrada. "Entramos, logramos sacar a un perro que estaba desesperado, pero todos ellos estaban muertos. Cerca de la puerta quedó el niño porque no pudo salir"; dijo poco después de apagarse el fuego el vecino Daniel Sánchez.
Los bomberos metropolitanos acudieron al lugar para sofocar las llamas y evitar que se propagaran a otras dos residencias contiguas. Familiares de las víctimas que laboran como conserjes en otras residencias llegaron al lugar y dijeron que los vieron por última vez a las cinco de la madrugada, pues habían compartido la fiesta de fin de año en una vivienda cercana.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Marcelino Mantuano (27), su pareja Ramona López (25), su hijo de seis años, una sobrina que respondía al nombre de Marisela Mantuano y una adolescente de 17 años. Los socorristas presumen que el siniestro se inició en la planta alta que permite el acceso a la calle mientras los conserjes y sus familiares dormían profundamente. Los vecinos indicaron que otros cinco ecuatorianos que dormían en la planta baja lograron salvarse al lanzarse por una ventana, pero los bomberos desmintieron esa versión.
Una camioneta Toyota Autana y una camioneta Chevrolet modelo Express también fueron atacadas por el fuego. El mayor de Bomberos, Rafael Sosa, acudió al lugar para comandar las labores de extinción del incendio. Dijo que desconocían las causas del siniestro que le quitó la vida a cinco personas.
Sin embargo, otros socorristas señalaron que posiblemente el incendio se produjo por un cortocircuito en el arbolito navideño. Otros piensan que incluso pudo haber sido un pirotécnico que penetró por una de las ventanas de la planta baja.
Los funcionarios dijeron que las llamas se propagaron a toda velocidad debido al piso de madera y a las resinas que se utilizan para hacerle mantenimiento. A la calle Terepaima llegaron numerosos ciudadanos ecuatorianos que laboran en distintas residencias para mostrar su solidaridad con sus paisanos fallecidos. La mayoría de ellos residen en barrios cercanos a Petare. Los Bomberos Metropolitanos interrumpieron el tránsito automotor por la zona mientras extinguían el incendio.
Los vecinos de las casas cercanas ayudaron a los bomberos lanzando tobos de agua y conectaron las mangueras que utilizan para regar el jardín, pero el fuego continuó su curso. La mayoría de las habitaciones quedaron destruidas.
Los vecinos informaron que los propietarios de la vivienda se encuentran en Portugal. Dijeron que fueron a pasar las navidades y el Año Nuevo. El servicio eléctrico fue suspendido en la zona.
Los bomberos metropolitanos acudieron al lugar para sofocar las llamas y evitar que se propagaran a otras dos residencias contiguas. Familiares de las víctimas que laboran como conserjes en otras residencias llegaron al lugar y dijeron que los vieron por última vez a las cinco de la madrugada, pues habían compartido la fiesta de fin de año en una vivienda cercana.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Marcelino Mantuano (27), su pareja Ramona López (25), su hijo de seis años, una sobrina que respondía al nombre de Marisela Mantuano y una adolescente de 17 años. Los socorristas presumen que el siniestro se inició en la planta alta que permite el acceso a la calle mientras los conserjes y sus familiares dormían profundamente. Los vecinos indicaron que otros cinco ecuatorianos que dormían en la planta baja lograron salvarse al lanzarse por una ventana, pero los bomberos desmintieron esa versión.
Una camioneta Toyota Autana y una camioneta Chevrolet modelo Express también fueron atacadas por el fuego. El mayor de Bomberos, Rafael Sosa, acudió al lugar para comandar las labores de extinción del incendio. Dijo que desconocían las causas del siniestro que le quitó la vida a cinco personas.
Sin embargo, otros socorristas señalaron que posiblemente el incendio se produjo por un cortocircuito en el arbolito navideño. Otros piensan que incluso pudo haber sido un pirotécnico que penetró por una de las ventanas de la planta baja.
Los funcionarios dijeron que las llamas se propagaron a toda velocidad debido al piso de madera y a las resinas que se utilizan para hacerle mantenimiento. A la calle Terepaima llegaron numerosos ciudadanos ecuatorianos que laboran en distintas residencias para mostrar su solidaridad con sus paisanos fallecidos. La mayoría de ellos residen en barrios cercanos a Petare. Los Bomberos Metropolitanos interrumpieron el tránsito automotor por la zona mientras extinguían el incendio.
Los vecinos de las casas cercanas ayudaron a los bomberos lanzando tobos de agua y conectaron las mangueras que utilizan para regar el jardín, pero el fuego continuó su curso. La mayoría de las habitaciones quedaron destruidas.
Los vecinos informaron que los propietarios de la vivienda se encuentran en Portugal. Dijeron que fueron a pasar las navidades y el Año Nuevo. El servicio eléctrico fue suspendido en la zona.
Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL
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