Las verdades de Miguel jueves 10jun10

Mi comentario de la semana

La utopía revolucionaria. ¿Cómo resolver las contradicciones que afectan el proceso revolucionario? ¿Cómo salirle al paso a las perversiones que se multiplican como el arroz en el propio seno del Gobierno? Hace un buen tiempo Chávez, argumentando que “ser rico es malo”, llamaba a sus ministros a dar el ejemplo desprendiéndose de bienes de fortuna para entregarlos al pueblo. En esa oportunidad sólo dos gobernadores (no doy los nombres para no contribuir con la ya exacerbada flojera nacional) dieron el paso al frente ofreciendo, el primero un terrenito y el segundo un modesto vehículo.

Muy a pesar de aquello, semejante a una farsa tragicómica, nadie sabe si el uno (casi “arruinado”) “donó” su terreno y el otro optó por quedarse con una bicicleta para entregarle su “cacharro” al soberano. Me imagino que sufriría estragos la credibilidad presidencial. Traigo el ejemplo al tapete porque desde hace bastante tiempo la revolución está tomando cuerpo de sátira. La mayoría silenciosa (los incrédulos) no se tragó el cuento de que el patrimonio de ambos gobernadores lo constituyan tan modestos elementos colocados casi en subasta. En lo que a mí respecta, salvo las excepciones de siempre, debo confesar que no creo en la pretendida decencia de nuestra burocracia. Estimo que si el personaje que hoy hace las veces de contralor solicitara la declaración patrimonial de cada uno de los altos funcionarios, cotejándola con la realidad, tendríamos muchas sorpresas. Acá todo el mundo sabe que en estos últimos años, paradójicamente al calor de la revolución, se ha fortalecido una oligarquía petrolera que tiene en los directivos de Pdvsa a sus mayores exponentes. Dicen que el hábito no hace al monje, nada menos cierto. El rojo rojito no ha servido para ocultar las desviaciones en que incurren buena parte de los jerarcas del Gobierno. La posición de defensa a ultranza de la directiva de Pdval en el caso de los alimentos descompuestos o vencidos, es una muestra fehaciente de cómo prevalece la conducta pequeño burguesa, un factor determinante en el proceder de la IV República. Me viene a la mente la frase célebre pronunciada por Luis Herrera cuando fue detenido Vinicio Carrera, ministro del MTC durante su Gobierno; al visitarlo en el retén de Catia, Herrera dijo: “Yo soy amigo de los amigos”. Ahora resulta que es loable y patriótica la directiva de Pdval, pues bien, la gente en la calle piensa que, en el mejor de los casos, debería estar destituida y llamada a comparecer ante un tribunal. Es tal el cinismo que la presidenta de ese organismo ha desempolvado el argumento desgastado por las dictaduras, cuando querían descalificar una denuncia: “Esos son los enemigos del Gobierno que sólo quieren su desestabilización”. Por todo ello nada más fuera de lugar que las aseveraciones de Virginia Mares, presidenta de Pdval, con su confusión entre lo piche y lo vencido. ¿Pero, a dónde me dejan al mayor exponente de la nueva oligarquía petrolera? Si hay alguien más absolutista y excluyente en el Gobierno ese es Rafael Ramírez. En Pdvsa el poder está vinculado a Ramírez y nadie más. Es tan poderoso que se da el tupé de defender a quienes se hayan comprometidos en el escándalo de los alimentos descompuestos. Estimo que la situación es sumamente grave. ¡Ah!, tomen este detalle: en los sucesos de febrero y marzo de 1989, la izquierda fue acusada de subvertir el orden y estar detrás de la violencia de esos días. Nada más falso, puede que algunos focos hayan sido estimulados por el movimiento organizado pero, en lo general, aquel fue un levantamiento espontáneo. Ahora mismo, si se repitiera un evento similar, sería tonto acusar a la oposición de organizarlo, más cuando ésta no tiene ni la dirigencia ni el poder de convocatoria para llamar a una protesta masiva. Hay muchos elementos para el descontento. Por otro lado, el caso de Franklin Brito resulta emblemático. ¿Cómo es posible que el Gobierno no disponga de gente para el diálogo? ¿Acaso pierde el Ejecutivo devolviéndole a Brito sus tierras? De acuerdo a los documentos registrados, el título de las tierras reclamadas por Brito le pertenece. Si eso es así, entonces, ¿cuál es el interés de algunos de los personeros del Gobierno en mantener ese foco de perturbación asumiendo una posición intransigente, cerrando de antemano cualquier puerta para el diálogo? ¿Y si se muere Brito? En este caso la torpeza no tiene límites. La ineptitud está a la orden del día. Chávez debe estar muy bien desde el punto de vista cardiológico porque cualquier otro hubiera quedado infartado con tantos errores y tan seguidos. Ningún otro jefe de Estado habría resistido la crisis de los alimentos vencidos o descompuestos. No me queda duda de que ganas de irse no le faltan. Entretanto, el debate se reduce a cero y los personalismos se resuelven a cuchillo; sin embargo, no olviden que el sectarismo es uno de los enemigos del pueblo porque termina llevándolo ineluctablemente al lodazal, allá donde la decencia y la indecencia terminan fundidas en una sola, por supuesto con el predominio de esta última.



ÚLTIMA HORA. 1) Aunque la pelea es dura contra Jorge Arreaza, actual viceministro que aspira a ser el sucesor de Ricardo Menéndez en Ciencia y Tecnología, la fracción integrada por Jacqueline Farías y Vanessa Davies le gana espacio a Jesse Chacón presionando para que Manuel Fernández sea el relevo de Ricardo. El grupo de Jesse recibió un descalabro con la salida de Franco Silva de Cantv. La conspiración contra Menéndez es para coger palco.

CASUALIDAD. El escándalo de los alimentos vencidos o en mal estado. 1) Se inicia con la creación de una empresa fantasma en un paraíso fiscal, dedicada al rubro alimentos. 2) Se obtiene la aprobación de Cadivi para importar varias toneladas de alimentos. 3) El cálculo se hace a 2,15 BF, una cifra vigente hasta la más reciente devaluación. 4) La empresa fantasma recibe la orden de compra y procede ex profeso a comprar lotes vencidos de alimentos, los cuales se consiguen en el mercado internacional con descuentos de 70, 80 y 90%. De esta manera se gasta apenas 10 a 20 % del monto indicado a Cadivi. 5) Los productos vencidos llegan al país y así se liberan los dólares correspondientes. Las autoridades sanitarias se hacen de la vista gorda. El comprador toma los dólares, paga los gastos e introduce lo grueso del monto en el mercado negro del dólar; por supuesto, la ganancia es enorme y rápida. 6) Completado el negocio, la comida vencida no interesa, de hecho puede convertirse en un problema por lo que se procede a dejarla olvidada. Para que todo el tinglado funcione hacen falta tres elementos: a) un capital inicial, b) altísimos contactos en Cadivi, y c) la certeza de que en la aduana se realizará una inspección de los productos importados. Ahora: ¿Sabía usted que la pesquisa del robo de unos contenedores con leche en polvo condujo casualmente a los investigadores a descubrir el caso que hoy conmueve a la opinión pública?

EXILIO. Lorenzo Mendoza, el muy nombrado presidente de Empresas Polar, hizo caso omiso de la citación que le formuló recientemente la Asamblea Nacional. Nuevamente será llamado a comparecer. Mendoza no acudirá y ha optado por autodesterrarse del país. Deshoja la margarita entre Miami y Bogotá. Por supuesto, sin olvidar el sueño presidencial. Lorenzo es ahora una especie de María Corina de flux y corbata, con la diferencia de que a Lorenzo lo venden como empresario exitoso. Por ahora es la versión venezolana de Piñera o Berlusconi, el capitalismo no vencido que buscan para una transición en Venezuela. No son pocos los simpatizantes del Gobierno que a la sombra coinciden con Mendoza. ¿Recuerdan aquella entrevista que JVR le hizo a Lorenzo “Polarcita” Mendoza en el programa José Vicente hoy? Ocurrió en julio de 2007, búsquenla y saquen sus conclusiones.

TRUCULENCIAS. Ojo ministro de Educación. Amigo Navarro, en su despacho andan cocinando la apetecible póliza de HCM del magisterio. Echaron atrás la licitación buscando un madrugón con truco incluido. Los funcionarios protagonistas son los mismos que se manejaron con la póliza de los hermanos Castillo.

BILLAR. El apellido Pulido sobresale en el caso de los contenedores de Pdval; sin embargo, vuelven a sonar los hermanos Madail; uno de ellos, Wenceslao, está jubilado gracias al más alto nivel de la industria petrolera. Ambos poseen una costosísima finca en Monagas. Otro apellido que se menciona es el de Villanueva; no obstante, el verdadero poder del clan permanece a la sombra. Se trata de un empresario de origen italiano, quien de ser dueño en el pasado de un billar de mala muerte ubicado en Anaco, hoy es uno de los nuevos ricos de la región. El grupo maneja los contratados de Pdval a través de una firma identificada como Petropetrol, aparece asociado con una ex gerente de Contrataciones. Se estima que la empresa factura mensualmente un poco más de 35 millones de BF. Todo sin contar con otros trescientos contratados más en Pdvsa (Anaco). El ex dueño del antiguo billar vive ahora en una privilegiada urbanización de Lecherías, al tiempo que se construye una casa cuyo solo muelle cuesta 150 mil BF. En Puerto La Cruz se preguntan quién será el dueño de un lujoso barco azul fondeado en Las Villas.

FRUTÍCULA. A partir de hoy Alberto Federico Ravell inicia una nueva fase en su vida periodística. Desde Miami aparece la página Web lapatilla.com. Éxito Alberto.