By IVONNE GOMEZ/igomez@elnuevoherald.com
Aveces se siente como si el corazón se hubiera saltado un latido, o que late irregularmente, ya sea muy despacio o muy rápido. Cuando se trata del corazón, cualquier variación puede causar preocupación.
Los médicos suelen catalogar esas pérdidas del ritmo habitual del corazón como arritmias o palpitaciones, y aunque alarmantes pueden ser inofensivas y no estar relacionadas con un problema cardíaco, siempre que no vayan asociadas a otros síntomas.
Las arritmias se pueden clasificar como taquicardia, cuando se trata de latidos acelerados, o bradicardia, cuando son demasiado lentos.
``El ritmo del corazón es controlado por señales eléctricas. Un corazón normal puede latir en un rango que va de las 50 a las 100 pulsaciones por minuto cuando la persona está en reposo'', explica el cardiólogo Efraín González, director médico de electrofisiología del Cardiac & Vascular Institute, en el Baptist Hospital.
``Las arritmias pueden ser inofensivas, a no ser que se repitan con cierta frecuencia o que vayan acompañadas de otros síntomas, como mareos, dolor en el pecho, en el cuello o el mentón, dificultad para respirar, sudoración fría y desmayos, entonces sí se requiere atención médica de emergencia'', advierte el especialista.
De acuerdo con estadísticas de la Clínica Mayo, más de cuatro millones de personas en Estados Unidos, la mayoría mayores de 60 años de edad, experimentan arritmias cardíacas que pueden causar síntomas molestos y algunas veces peligrosos.
Pero también hay palpitaciones que suelen hacer su aparición mientras se realiza algún ejercicio físico o después de un esfuerzo; o cuando se siente angustia o se sufre un susto.
Otras se relacionan con fumar en exceso, o con un alto consumo de café, alcohol u otras sustancias. Incluso una indigestión o una reacción alérgica a ciertas comidas o medicamentos son suficientes para causar palpitaciones.
``Cuando empiezan a presentarse con frecuencia es importante buscar ayuda médica para descartar desarreglos, bloqueos eléctricos u otro tipo de problemas en el corazón'', aconseja el cardiólogo.
Aparte, explica González, se deben descartar otras condiciones médicas que pueden causar arritmia, como anemia, ansiedad, hipoglicemia y problemas de la tiroides, así como la toxicidad de ciertas medicinas.
``Ciertas medicinas, como las que regulan el funcionamiento de la tiroides, e incluso las gotas para el glaucoma, pueden producir bloqueos eléctricos que alteran el pulso'', cita como ejemplo González.
En esa lista de medicinas desencadenantes de arritmias también se incluyen las pastillas para la dieta y algunos descongestionantes.
``Se trata de bloqueos eléctricos causados por químicos. En estos casos, si se retiran o se reemplazan esas medicinas, el problema de las arritmias desaparece'', indica.
Algunas veces, también se les suele atribuir las taquicardias a las comidas en exceso y tarde en la noche.
``Comer mucho puede ocasionar reflujo ácido, que se manifiesta con una sensación en el pecho; igualmente, los bajones de presión hacen que se perciban más los latidos del corazón, pero no necesariamente se trata de una taquicardia'', aclara el médico.
El alcohol en grandes cantidades, por el contrario, puede afectar el músculo cardíaco.
``A esta afección se le conoce como el Holiday Heart Syndrome, que se presenta con cierta frecuencia entre los jóvenes durante las fiestas de college, cuando suelen beber alcohol en grandes cantidades'', indica González.
``Es una intoxicación que causa arritmias en el músculo cardíaco'', añade, señalando que el Holiday Heart Syndrome se presenta por lo general en individuos saludables.
Además del alcohol en exceso, los médicos asocian el síndrome con estrés y deshidratación. La persona puede estar saludable, pero si las palpitaciones son persistentes es importante buscar ayuda médica de inmediato.
Si las arritmias van más allá del consumo de una medicina o de una sustancia determinada, es posible que el médico ordene pruebas complementarias para determinar con exactitud la naturaleza de la enfermedad.
Entre ellas figura el electrocardiograma, que se realiza por un breve pe-ríodo de tiempo y ofrece una representación gráfica de la actividad del corazón.
También está el Holter, un monitor portátil del corazón que se lleva durante 24 horas y puede ofrecer mayor información sobre su funcionamiento.
A partir de los resultados se puede determinar otro tipo de tratamientos que van desde los medicamentos hasta la cirugía. •
Los médicos suelen catalogar esas pérdidas del ritmo habitual del corazón como arritmias o palpitaciones, y aunque alarmantes pueden ser inofensivas y no estar relacionadas con un problema cardíaco, siempre que no vayan asociadas a otros síntomas.
Las arritmias se pueden clasificar como taquicardia, cuando se trata de latidos acelerados, o bradicardia, cuando son demasiado lentos.
``El ritmo del corazón es controlado por señales eléctricas. Un corazón normal puede latir en un rango que va de las 50 a las 100 pulsaciones por minuto cuando la persona está en reposo'', explica el cardiólogo Efraín González, director médico de electrofisiología del Cardiac & Vascular Institute, en el Baptist Hospital.
``Las arritmias pueden ser inofensivas, a no ser que se repitan con cierta frecuencia o que vayan acompañadas de otros síntomas, como mareos, dolor en el pecho, en el cuello o el mentón, dificultad para respirar, sudoración fría y desmayos, entonces sí se requiere atención médica de emergencia'', advierte el especialista.
De acuerdo con estadísticas de la Clínica Mayo, más de cuatro millones de personas en Estados Unidos, la mayoría mayores de 60 años de edad, experimentan arritmias cardíacas que pueden causar síntomas molestos y algunas veces peligrosos.
Pero también hay palpitaciones que suelen hacer su aparición mientras se realiza algún ejercicio físico o después de un esfuerzo; o cuando se siente angustia o se sufre un susto.
Otras se relacionan con fumar en exceso, o con un alto consumo de café, alcohol u otras sustancias. Incluso una indigestión o una reacción alérgica a ciertas comidas o medicamentos son suficientes para causar palpitaciones.
``Cuando empiezan a presentarse con frecuencia es importante buscar ayuda médica para descartar desarreglos, bloqueos eléctricos u otro tipo de problemas en el corazón'', aconseja el cardiólogo.
Aparte, explica González, se deben descartar otras condiciones médicas que pueden causar arritmia, como anemia, ansiedad, hipoglicemia y problemas de la tiroides, así como la toxicidad de ciertas medicinas.
``Ciertas medicinas, como las que regulan el funcionamiento de la tiroides, e incluso las gotas para el glaucoma, pueden producir bloqueos eléctricos que alteran el pulso'', cita como ejemplo González.
En esa lista de medicinas desencadenantes de arritmias también se incluyen las pastillas para la dieta y algunos descongestionantes.
``Se trata de bloqueos eléctricos causados por químicos. En estos casos, si se retiran o se reemplazan esas medicinas, el problema de las arritmias desaparece'', indica.
Algunas veces, también se les suele atribuir las taquicardias a las comidas en exceso y tarde en la noche.
``Comer mucho puede ocasionar reflujo ácido, que se manifiesta con una sensación en el pecho; igualmente, los bajones de presión hacen que se perciban más los latidos del corazón, pero no necesariamente se trata de una taquicardia'', aclara el médico.
El alcohol en grandes cantidades, por el contrario, puede afectar el músculo cardíaco.
``A esta afección se le conoce como el Holiday Heart Syndrome, que se presenta con cierta frecuencia entre los jóvenes durante las fiestas de college, cuando suelen beber alcohol en grandes cantidades'', indica González.
``Es una intoxicación que causa arritmias en el músculo cardíaco'', añade, señalando que el Holiday Heart Syndrome se presenta por lo general en individuos saludables.
Además del alcohol en exceso, los médicos asocian el síndrome con estrés y deshidratación. La persona puede estar saludable, pero si las palpitaciones son persistentes es importante buscar ayuda médica de inmediato.
Si las arritmias van más allá del consumo de una medicina o de una sustancia determinada, es posible que el médico ordene pruebas complementarias para determinar con exactitud la naturaleza de la enfermedad.
Entre ellas figura el electrocardiograma, que se realiza por un breve pe-ríodo de tiempo y ofrece una representación gráfica de la actividad del corazón.
También está el Holter, un monitor portátil del corazón que se lleva durante 24 horas y puede ofrecer mayor información sobre su funcionamiento.
A partir de los resultados se puede determinar otro tipo de tratamientos que van desde los medicamentos hasta la cirugía. •
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