Tras conocerse que los 33 mineros atrapados están vivos, los esfuerzos volvieron a concentrarse desde ayer en el rescate de los trabajadores, quienes luchan por sus vidas en el refugio provisto para tales casos.
Los pasos por seguir son claros y concretos. La fragilidad de la mina impide un rescate directo, por lo cual, las perforaciones para que puedan ser liberados demandarían entre dos y tres meses, según adelantaron los expertos.
Hasta tanto, los mineros deberán sobrevivir tal como lo hicieron hasta ahora, en el refugio ubicado en los más profundo de la mina. Ubicado a 680 metros de profundidad, aproximadamente, el refugio en el cual se guarecieron los 33 mineros (32 chilenos y un boliviano) desde que quedaron atrapados en la mina San José, tras el derrumbe del 5 de agosto, un pequeño espacio de casi 50 metros cuadrados.
Es una especie de "muesca" en uno de los ocho kilómetros de curva que, en forma de espiral, llevan hasta el fondo de la mina, a casi 800 metros de profundidad por sobre el nivel del mar. Cuenta con pequeñas banquetas donde sentarse y, en teoría, tubos de oxígeno, comida y botellas con agua para soportar el encierro.
El refugio está unido por una galería, que es donde fueron captadas ayer las primeras imágenes de los mineros, con un taller de 200 metros cuadrados. Los 17 días de incomunicación fueron tolerados sólo gracias al liderazgo de los mineros más grandes, que usualmente toman este rol en los períodos de encierro.
Las grietas de la mina, una vetusta excavación de fines del siglo XIX, permiten la entrada de aire. Los mineros también pudieron extraer agua y luz de dos camionetas y maquinaria que los acompañaban en las profundidades. En tanto, la comida fue racionada y las altas temperaturas del fondo de la mina combatidas con la ventilación de los vehículos.
Alimentación y comunicación. Tras ubicar la posición de los trabajadores, los rescatistas trabajaron varias horas para apuntalar un ducto por el que se enviarán pequeños tubos de plástico, denominados "palomas", equipados con glucosa, agua mineral enriquecida y demás artículos de supervivencia. Además se mandarán linternas y equipos de comunicación.
Otro de los elementos de preocupación entre las autoridades será el apoyo psicológico para cada uno de los trabajadores atrapados. De ser necesario, se les enviará medicamentos antidepresivos y tranquilizantes: "Lo que ha ocurrido con ellos es muy grave, no saben de su familia y hay que establecer un trabajo que se va a prolongar por muchas semanas hasta que puedan ser rescatados con vida, de manera que ese aspecto no se puede descuidar por ningún segundo", advirtió el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
En tanto, una vez estabilizada la salud de los trabajadores atrapados, se comenzará a enviar alimentación rica en calorías y proteína, en forma de gel.
Asimismo, una de las principales funciones del ducto perforado por los socorristas será la de implementar una comunicación fluída con los mineros. El agujero, de 15 centímetros de diámetro, permitirá el ingreso de una cámara de video con luz y que transmita a una pantalla en la superficie imágenes de la zona. También se enviará un cable que los atrapados podrán conectar a un citófono que hay en el refugio para tener diálogo con el exterior.
Con la colaboración de Carlos Vergara, corresponsal en Chile
Cort. lanacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario