Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - Las seguidoras de la dieta mediterránea tendrían menos riesgo de desarrollar cáncer de mama después de la menopausia que las mujeres con otro patrón alimentario.
Tras controlar a 14.800 mujeres griegas durante una década, investigadores hallaron que las que más adherían a la dieta tradicional eran menos propensas a tener el diagnóstico tumoral que el resto.
Esa relación se registró sólo en mujeres en la posmenopausia. Aquellas que más adherían a la dieta mediterránea eran un 22 por ciento menos propensas a desarrollar cáncer mamario durante el estudio que las que menos adherían a ese tipo de alimentación.
Los resultados, publicados en American Journal of Clinical Nutrition, no prueban que la dieta proteja del cáncer. Pero sí lo hacen nuevos estudios.
Los autores estiman que si todas las participantes hubiesen adherido a la dieta mediterránea tradicional, se habría prevenido un 10 por ciento de los 127 cánceres mamarios detectados en la posmenopausia.
A pesar de que los resultados son preliminares, se suman a las evidencias que asocian la dieta mediterránea con una reducción del riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca y ciertos cánceres, como los de colon y estómago.
La dieta mediterránea tradicional es rica en pescado, aceite de oliva, vegetales, granos integrales, frutos secos y legumbres, y contiene relativamente poca carne roja y lácteos.
Durante años, los científicos propusieron que la dieta explicaría por qué los países del Mediterráneo tienen tasas históricamente bajas de enfermedad cardíaca y algunos cánceres, incluido el de pecho, comparados con otros países en Europa y Estados Unidos.
Hasta ahora, sólo dos estudios, realizados en Estados Unidos, habían analizado la relación entre la alimentación mediterránea y el riesgo de desarrollar cáncer mamario. Ambos hallaron un nexo entre la dieta y la disminución del riesgo de desarrollar la enfermedad, aunque en un estudio lo identificó solamente para los cánceres sin receptores de estrógeno, que son un cuarto de los tumores de mama.
El nuevo estudio se concentró en las mujeres de Grecia, la "cuna" de la dieta mediterránea, donde gran parte de la población la sigue manteniendo, según explicó a Reuters Health el doctor Dimitrios Trichopoulos, investigador principal del estudio.
Al inicio de la investigación, las participantes respondieron cuestionarios alimentarios detallados e informaron sobre el estilo de vida.
Cada mujer recibió un puntaje de adherencia a la dieta mediterránea, de 0 a 9, según la frecuencia con la que consumía vegetales, legumbres, frutas, frutos secos, granos integrales, pescado y aceite de oliva u otras fuentes de ácidos grasos monoinsaturados; también ganó puntos si consumía poca carne y lácteos.
A 240 de las 14.800 participantes se les diagnosticó cáncer de pecho durante los 10 años de seguimiento.
Las mujeres posmenopáusicas con entre 6 y 9 puntos eran un 22 por ciento menos propensas a desarrollar la enfermedad que las participantes con entre 0 y 3 puntos, aun tras considerar factores como la edad, la educación, el tabaquismo, el peso y la actividad física.
Los resultados muestran una relación entre la dieta mediterránea y una reducción del riesgo de desarrollar cáncer mamario, pero no prueban una relación causa-efecto, según Trichopoulos, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston, y de la Oficina de Investigación Epidemiológica de la Academia de Atenas, en Grecia.
El autor sostuvo que se necesitan más estudios para confirmar los resultados, aunque otras evidencias sugieren cómo la dieta mediterránea podría reducir el riesgo de tener cáncer.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, online 14 de julio del 2010
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