lunes, 4 de octubre de 2010

Sucesor de Lula se decidirá en segunda vuelta

Por MARCO SIBAJA/AP/BRASILIA

La candidata oficialista Dilma Rousseff deberá disputar una segunda ronda electoral con el opositor José Serra, luego de ganar las elecciones presidenciales del domingo en Brasil sin suficientes votos para vencer en el primer turno.


"Vamos a encarar esta segunda ronda con mucha garra y energía'', expresó Rousseff tras conocer los resultados de la elección, acompañada de su candidato a vicepresidente, Michel Temer.

Con 98.4 por ciento de los votos tabulados, Rousseff del Partido de los Trabajadores (PT) alcanzaba 46.68 por ciento de los sufragios, por debajo del mínimo necesario de 50 por ciento más uno para ganar en el primer turno.

Así, deberá disputar una segunda ronda el 31 de octubre con Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), quien alcanzó 32.7 por ciento de la votación, según datos del TSE.

La segunda ronda fue forzada, en la práctica, por la sólida votación alcanzada por la ex ministra del Medio Ambiente, Marina Silva, del Partido Verde, quien obtuvo 19.67 por ciento de los votos, muy por encima de lo proyectado en las encuestas de opinión, que le atribuían un tope de 13 por ciento.

Rousseff anticipó los principales temas de su propuesta de gobierno, en el que pretende dar seguimiento al gobierno del presidente Lula, en el que fungió como ministra de Minas y Energía y secretaria general.

"Vamos a seguir trabajando para que los 190 millones de brasileños puedan disfrutar de las riquezas de Brasil y que nuestro país llegue a ser una economía desarrollada, no solo por el crecimiento del PIB (producto interno bruto), sino asegurando condiciones de vida adecuadas, con salud y seguridad pública de calidad'', declaró a periodistas en un hotel de Brasilia.

Agregó que "este es un momento importante en la vida democrática del país porque tuvimos una elección en la mayor normalidad. Somos una de las mayores democracias del mundo y mostramos una enorme capacidad de convivir con nuestras contradicciones y divergencias''.

Además del presidente, los brasileños votaron para elegir a los gobernadores de los 26 estados y el Distrito Federal, 54 de los 81 senadores y a los 513 miembros de la Cámara de Diputados, así como los diputados de las asambleas legislativas estatales.

Las proyecciones oficiales indican que la coalición oficialista tendrá una cómoda mayoría en ambas cámaras del Congreso, lo que facilitaría la gestión de Rousseff en caso de ganar la segunda vuelta.

La votación transcurrió con tranquilidad, salvo incidentes aislados de compra de votos, transporte ilegal de electores y realización de encuestas en boca de urna no autorizadas, según el Tribunal Superior Electoral (TSE).

El Ministerio de Defensa informó que 10,000 soldados apoyaron la elección con acciones de transporte y seguridad, en especial en áreas remotas. Junto a ellos, 7,711 policías federales colaboraron con los cuerpos de seguridad estatales para garantizar una jornada tranquila.

Rousseff votó por la mañana en la escuela Santos Dumont en la ciudad sureña de Porto Alegre, vestida de rojo y acompañada del candidato del PT a gobernador de Río Grande do Sul, Tarso Genro.

"Combatí el buen combate y quien hace eso sale fortalecido'', dijo Dilma a periodistas antes de votar. "Hoy es un día de agradecimiento porque tenemos grandes opciones de vencer en el primer turno en Río Grande do Sul y en Brasil''.

Lula votó poco después en Sao Bernardo do Campo, en la periferia industrial de Sao Paulo, donde tiene su residencia particular y donde fundó el PT. Por primera vez, admitió la posibilidad de que la elección se defina en un segundo turno.

"La elección tiene dos turnos y yo no gané ninguna (2002 y 2006) en el primer turno. Sólo va a demorar 30 días más, no es fácil obtener 50 por ciento de los votos'', declaró Lula, quien hizo campaña por Rousseff en forma intensa.

Después de votar, Serra se mostró confiado en sus posibilidades de disputar el segundo turno con la candidata oficialista.

"Si Dios quiere, iremos a un segundo turno por el bien de Brasil'', declaró Serra tras sufragar en Sao Paulo.

Unos 135.6 millones de brasileños estuvieron habilitados para acudir a una de las 480,000 urnas electrónicas distribuidas en todo el país y 200,000 tuvieron opción de votar en los consultados brasileños en el exterior.


Cort. El Nuevo Herald

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