La ofensiva de la OTAN en Libia ha cobrado impulso esta semana, con ataques que han sido descritos como los más intensos desde que se inició el operativo hace tres meses.
Las imágenes de televisión han mostrado columnas de humo en distintos puntos de la capital, Trípoli, donde los aviones de la OTAN atacaron la sede de los servicios de inteligencia y otros edificios cercanos al complejo donde reside el líder libio, Muamar Gadafi.
Hasta el momento, se percibía entre los analistas un estancamiento de la ofensiva, por el hecho de que los rebeldes en el terreno no han podido avanzar más allá de Misrata.
Pero según el profesor Julian Lindley-French, asesor de la OTAN, esta situación ha cambiado. "La ofensiva está aproximándose a un punto de quiebre", señaló el asesor a la BBC.
"Hay una sensación en la alianza de que la operación está ganando impulso, de que hay un progreso sostenido", dijo.
El optimismo en Occidente es tal que tanto en la reunión de ministros de la OTAN en Bruselas, como en el Grupo de Contacto sobre Libia, que realizó un encuentro este jueves en Abu Dhabi, el debate se ha concentrado en cómo promover la transición democrática en el país una vez Gadafi se vaya.
Según Lidley-French "ya no se trata de si Gadafi se va, sino de cuándo se va".
Escenario en el terreno
La percepción de que se está llegando a un punto de quiebre se apoya en que, según la OTAN, hay cada vez más grietas al interior del régimen de Gadafi, que está trabajando "a un 20% de su capacidad".
Las imágenes de televisión han mostrado columnas de humo en distintos puntos de la capital, Trípoli, donde los aviones de la OTAN atacaron la sede de los servicios de inteligencia y otros edificios cercanos al complejo donde reside el líder libio, Muamar Gadafi.
Hasta el momento, se percibía entre los analistas un estancamiento de la ofensiva, por el hecho de que los rebeldes en el terreno no han podido avanzar más allá de Misrata.
Pero según el profesor Julian Lindley-French, asesor de la OTAN, esta situación ha cambiado. "La ofensiva está aproximándose a un punto de quiebre", señaló el asesor a la BBC.
"Hay una sensación en la alianza de que la operación está ganando impulso, de que hay un progreso sostenido", dijo.
El optimismo en Occidente es tal que tanto en la reunión de ministros de la OTAN en Bruselas, como en el Grupo de Contacto sobre Libia, que realizó un encuentro este jueves en Abu Dhabi, el debate se ha concentrado en cómo promover la transición democrática en el país una vez Gadafi se vaya.
Según Lidley-French "ya no se trata de si Gadafi se va, sino de cuándo se va".
Escenario en el terreno
La percepción de que se está llegando a un punto de quiebre se apoya en que, según la OTAN, hay cada vez más grietas al interior del régimen de Gadafi, que está trabajando "a un 20% de su capacidad".
"Las grietas son claramente visibles", dijo en días pasados Mike Bracken, portavoz del organismo, quien en la ocasión resaltó que hace poco desertaron una serie de altos mandos militares del ejército libio.
Por otra parte, según dijo a la BBC el jefe de inteligencia de los rebeldes libios, Ibrahim Betelmel, hay una mayor coordinación entre los rebeldes en el terreno y la maquinaria de la OTAN.
Explicó que sus fuerzas están dando detalles precisos sobre blancos, como convoys o la aproximación de artillería pesada del gobierno, que permite a la OTAN atacar en no más de 45 minutos.
El líder rebelde señaló que en el 80% de los casos este tipo de coordinación es efectiva y agregó que "no tiene dudas de que esta ofensiva derribará a Gadafi y que el operativo camina acorde con lo planeado".
No obstante, Félix Arteaga, investigador de temas de seguridad del Real Instituto Elcano de Madrid, dijo a BBC Mundo que la intensificación de la ofensiva responde más bien a la falta de avances en el terreno.
El investigador expresa que aunque ha mejorado la coordinación con los rebeldes y esto permite una mayor precisión en el ataque a los blancos, esto no cambia significativamente la realidad en el terreno.
"Se han intensificado los ataques precisamente para romper el impasse. Los rebeldes avanzan muy lentamente, porque no tienen capacidad militar, las fuerzas de Gadafi no se retiran y... eso es lo que explica la situación militar, la falta de resultados en tierra", dijo el analista.
¿Punto de quiebre?
Según Arteaga, "es imposible prever cuánto va a durar esta guerra de desgaste, que es en lo que estamos".
Arteaga señaló que por la vía aérea "no va a haber forma de expulsar a Gadafi rápidamente" y por otra parte los rebeldes en el terreno "no tienen capacidad militar".
El analista duda de que la ofensiva se esté aproximando a un punto de quiebre como señaló el asesor de la OTAN. "Un punto de quiebre sería un despliegue de tropas en el terreno. Estando prohibido el despliegue de tropas es imposible acelerar".
"Nos vamos a un escenario largo, salvo que sigan desertando los miembros más cercanos de su régimen y Gadafi se vea sólo y la población se levante. O sea que es un escenario complicado".
Agregó que con la intensificación de la ofensiva aérea se corre el riesgo de que haya un mayor número de víctimas civiles y aumente el flujo de refugiados hacia países vecinos.
Por otra parte, según dijo a la BBC el jefe de inteligencia de los rebeldes libios, Ibrahim Betelmel, hay una mayor coordinación entre los rebeldes en el terreno y la maquinaria de la OTAN.
Explicó que sus fuerzas están dando detalles precisos sobre blancos, como convoys o la aproximación de artillería pesada del gobierno, que permite a la OTAN atacar en no más de 45 minutos.
El líder rebelde señaló que en el 80% de los casos este tipo de coordinación es efectiva y agregó que "no tiene dudas de que esta ofensiva derribará a Gadafi y que el operativo camina acorde con lo planeado".
No obstante, Félix Arteaga, investigador de temas de seguridad del Real Instituto Elcano de Madrid, dijo a BBC Mundo que la intensificación de la ofensiva responde más bien a la falta de avances en el terreno.
El investigador expresa que aunque ha mejorado la coordinación con los rebeldes y esto permite una mayor precisión en el ataque a los blancos, esto no cambia significativamente la realidad en el terreno.
"Se han intensificado los ataques precisamente para romper el impasse. Los rebeldes avanzan muy lentamente, porque no tienen capacidad militar, las fuerzas de Gadafi no se retiran y... eso es lo que explica la situación militar, la falta de resultados en tierra", dijo el analista.
¿Punto de quiebre?
Según Arteaga, "es imposible prever cuánto va a durar esta guerra de desgaste, que es en lo que estamos".
Arteaga señaló que por la vía aérea "no va a haber forma de expulsar a Gadafi rápidamente" y por otra parte los rebeldes en el terreno "no tienen capacidad militar".
El analista duda de que la ofensiva se esté aproximando a un punto de quiebre como señaló el asesor de la OTAN. "Un punto de quiebre sería un despliegue de tropas en el terreno. Estando prohibido el despliegue de tropas es imposible acelerar".
"Nos vamos a un escenario largo, salvo que sigan desertando los miembros más cercanos de su régimen y Gadafi se vea sólo y la población se levante. O sea que es un escenario complicado".
Agregó que con la intensificación de la ofensiva aérea se corre el riesgo de que haya un mayor número de víctimas civiles y aumente el flujo de refugiados hacia países vecinos.
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