lunes, 30 de julio de 2012

Militares, no militantes/Teodoro Petkoff lunes 30jul12

Por: Teodoro Petkoff/TalCual
Nunca será suficiente insistir sobre el tema de la FAN y su relación con el Presidente y con la sociedad en general. A tal fin comencemos por citar por enésima vez el artículo 328 de la Constitución Nacional, que trata, precisamente, de la FAN: "La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política... En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna". Estos párrafos no admiten sino una única interpretación.


La FAN está integrada por profesionales formados para la defensa de la patria. La Constitución no les atribuye ningún otro rol que "el de garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico...". Por lo tanto la Constitución excluye a la institución militar de toda militancia política: constituye una institución "sin militancia política". La razón es obvia. Si se autorizara la militancia política de los integrantes de la institución esta inevitablemente se dividiría en tantas opciones político-partidistas como existan en la nación, lo cual haría imposible su unidad y conspiraría contra la propia unidad de mando, que le es un atributo fundamental.

Sabiamente, el constituyente hace aún más explícito el apoliticismo de la FAN cuando declara taxativamente, para que no quede duda alguna sobre lo que significa el concepto "sin militancia política", que la FAN no estará "en ningún caso (al servicio) de persona o parcialidad política alguna".

Esto significa que Hugo Chávez está completamente en contravía de la Constitución. Al hacer de la FAN un cuerpo deliberante, al cual se le exigen (e imponen) opiniones políticas y se la define en términos obviamente partidistas, habiéndose llegado, incluso, a adosarles la condición de "chavistas", el Presidente está violando la Carta Magna en uno de sus artículos más delicados e importantes, porque atañe a la institución que conforma la columna vertebral del poder del Estado. Cuando la FAN actúa en términos políticos, lesiona su condición de institución nacional, de todos los venezolanos, y se transforma en una mesnada (paradójicamente, moderna en su apresto), a las órdenes de un caudillo, Chávez, y al servicio de la causa política de ese caudillo, el fementido "socialismo del siglo XXI". Es una paradoja mortal. Una institución, moderna en su conformación orgánica, pero comandada por el peor anacronismo castrense y la más atrasada doctrina, esto es, todo aquello que deriva de la condición personalista, autoritaria, anacrónica y, en definitiva, militarista del sistema político instaurado en la república.

Por si fuera poco, el artículo 330 de la Constitución prohíbe a los o las integrantes de la FAN "optar a cargo de elección popular", así como veta su participación en "actos de propaganda, militancia o proselitismo político". Chávez opta al cargo electivo de presidente de la República, luego su pretensión es inconstitucional. Él es oficial activo. Otros altos oficiales han emitido frecuentes opiniones político-partidistas, luego están también de espaldas a la Constitución. ¿Nos importa esto o se trata de algo baladí? ¿No es esta una cuestión fundamental a definir el 7 de octubre? (Seguiremos con el tema.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario