Por: VenEconomía
VenEconomía sostenía ayer que la economía iba de mal para peor.
Hoy, luego de que al fin se dieron a conocer los resultados oficiales de la inflación de abril, no cabe la menor duda de que el volcán económico, está entrando en una nueva fase explosiva.
Según el Banco Central de Venezuela, la variación del Índice Nacional de Precios al Consumidor se disparó y se ubicó en 4,3% en abril, 1,5 puntos porcentuales más que marzo y la tasa más alta de los últimos tres años.
Con ellos, la inflación acumula 12,3% en los cuatro primeros meses del año, ocho puntos por encima del acumulado en el primer cuatrimestre de 2012. Mientras que la variación entre abril 2012-abril 2013 se situó en 29,4%, 5,6 puntos más que la variación anualizada para abril de 2012.
Es decir, la inflación de abril en Venezuela fue equivalente al resultado inflacionario de la mayoría de las naciones del hemisferio para todo 2012.
Si ello no fuese una situación que llamara a cualquier gobierno sensato al cuestionamiento y revisión de sus políticas, se tiene que la ingente inflación fue impulsada principalmente por el crecimiento en los precios de los alimentos (6,4%), para un acumulado anualizado de 37,0%, el más alto de todo el Índice. Lo más grave de esto es que ha sido el estrato I, los más pobres que tradicionalmente dirigen casi la mitad de su ingreso a la compra de alimentos, quien está pagando como ningún otro los platos rotos de las políticas castrocomunistas, pues sufrió una inflación de 5,0% en el mes y 29,6% en el año, por encima del general y de los otros estratos.
Otra cifra reportada por el BCV que causa alerta es el Indicador de Escasez de los Bienes del INPC-AMC, el cual superó el récord de enero de 2013 (20,4%) para ubicarse en abril en 21,3%, lo que representa 6,5 puntos porcentuales más que en abril de 2012.
Estas cifras sobre la escasez se agravan aún más, si se toma en consideración que el grave desabastecimiento abarca también a otros rubros como, por ejemplo, láminas de acero, cabillas, hojalata para la industria de alimentos, y para maquinarias e industria automotriz.
Para añadirle más presión a este volcán, el Índice de Remuneraciones de los Asalariados, también publicado este jueves 9 de mayo, revela que éstas aumentaron sólo 2,1% en el primer trimestre de 2013 (menor al 3,7% del primer trimestre de 2012), lo cual indica que ni aun con el aumento del salario mínimo que entró en vigencia el 1º mayo se podrá revertir el deterioro de la capacidad adquisitiva del venezolano.
A este coctel se le debe agregar que para mayo de este año la situación inflacionaria no augura nada mejor: Recibirá el impacto del 20% del aumento del salario mínimo así como un incremento estimado en 40% de los costos de las empresas por la entrada en vigencia de la reducción de la jornada laboral.
A este ritmo, la meta oficial de 14%-16% de la inflación para 2013 se alcanzará en mayo, o más tardar para junio.
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