El Gobierno de Hugo Chávez queda, como el emperador del cuento, cada vez más al desnudo. Cada día se le hace más difícil encubrir el desastre que ha provocado en Venezuela con su mal llamado Socialismo del Siglo XXI.
En estos primeros 12 días de 2010, ha tenido que recurrir a una violenta devaluación de la moneda, anunciada el viernes 8 de enero, a pesar de haber estado renuente a hacerlo por más de cuatro años. Y ahora, este martes 12 de enero, a la oficialización de la debacle eléctrica a la que se enfrenta al venezolano con el anuncio que hiciera el Ministerio de Energía Eléctrica, conjuntamente con las empresas filiales de la estatal Corporación Eléctrica Nacional, de "un plan especial de racionamiento eléctrico que abarcará todo el territorio nacional, y contendrá suspensiones del servicio por un máximo de cuatro horas" cada región.
Las argumentaciones de las autoridades del sector eléctrico son, por decir lo menos insólitas, en un país que viene de un período prolongado de altos ingresos petroleros. Aduce el Ministro de Energía Eléctrica que con el anunciado apagón al que someterán a discreción a todas las regiones de Venezuela "buscan generar un proceso de ahorro y racionamiento que permita mantener al país activo, pues de no hacerlo el descenso en los niveles del Guri podría llevar al país a una situación muy grave a finales del mes de febrero". Y explica, descaradamente que, están "tratando de evitar" que el embalse de El Guri, del cual depende 70% de la generación eléctrica del país, llegue a niveles críticos y genere "un apagado general del país".
Lo más grave y trascendente es que esta crítica situación del suministro de electricidad, no es sólo producto de más de 10 años de desinversión, de falta de planificación y de un total abandono de un programa coherente y sostenido de mantenimiento, sino el hecho de que el Gobierno siga dando patadas de ahogado negándose a rectificar en la perniciosa manera cómo viene manejando al país.
El Gobierno de Chávez es responsable de no haber hecho, en estos dos largos períodos que tiene controlando todo el aparato estatal, inversiones para el desarrollo (o al menos para haber mantenido los niveles de 1999) de la capacidad de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.
Al respecto, vale traer a colación las declaraciones que diera este lunes a El Nacional, el doctor en ingeniería eléctrica y profesor de la Universidad Simón Bolívar, José Manuel Aller, donde éste asegura que "en los últimos 10 años el sistema energético nacional acumula una desinversión" de $20 millardos, aproximadamente y de unos 20.000 megavatios.
Peor aún es que, en vez de asumir su responsabilidad en la debacle a la que ha sumido al sector, el Gobierno insiste en escabullir el bulto y decir que la misma se debe al fenómeno atmosférico de El Niño, o al irresponsable consumo de electricidad de la población, argumentos ridículos que se vienen abajo con una sola foto de las colapsadas turbinas en el Guri o Planta Centro, o con los informes de alerta de la grave situación que diferentes especialistas vienen haciendo desde hace años. Hoy la población paga las consecuencias la ser castigada con la oscuridad y con la merma de la calidad de vida.
La realidad, ya en evidencia e inocultable es que el proyecto de gobierno que Chávez ha querido implantar a la fuerza y contra una gran mayoría de venezolanos sólo ha acumulado fracaso tras fracaso en todas las áreas de desarrollo vitales para la población.
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