Usuarios reaccionaron ante nuevo horario de los centros comerciales
El nuevo horario de los centros comerciales, que ordenó el Ministerio de la Energía para ahorrar electricidad, causó sorpresa, confusión y molestia entre los ciudadanos, en su primer día de aplicación.
Pero muchos aún no se percatan de las consecuencias que tendrá la medida en oficinas, consultorios, institutos educativos, gimnasios, emisoras de radio, auditorios y panaderías ubicados dentro de los centros comerciales. Sobre este asunto la Escuela de Ciudadanos anunció que enviará un comunicado con alternativas a la medida al Ministerio.
Ayer, las caras largas de los usuarios, acompañadas de pasos parsimoniosos, recorrieron los pasillos de los "malls", que ya a las 8 y media de la noche comenzaban a perder su vida. Ahora tendrán que abrir a las 11 de la mañana y cerrar a las 9 de la noche, incluso los sábados y domingos.
Desde la semana pasada los carteles de ahorro de energía en el encendido navideño en los centros comerciales Tolón, en Las Mercedes, y San Ignacio, en La Castellana, comparten espacio con los anuncios del cambio de horario que está vigente desde el 21 de diciembre.
Pero fue la noche del viernes, al vivirlo, cuando los caraqueños comenzaron a reaccionar. "Nos estamos acostumbrando a esas limitaciones y es poco sano. La medida va en contra de la economía", comentó Carlos Raidi, mientras esperaba que su hijo saliera de la última función del cine del Tolón, ahora a las 6 y 40 de la tarde.
A Josué Villaverde, de 19 años, "se le salió" un grosería cuando se enteró al ver uno de los anuncios en el Tolón. Él suele ir allí desde Candelaria.
Mientras, Suglen Bueno aseguró que la medida iba en contra de la libertad y que, por absurda, el Gobierno tendría que levantarla: "¿Cuántos empleos se perderán si quiebran los centros comerciales?"
Comienzo de año fatídico El número 39.332 de la Gaceta Oficial que explica la norma, no significa nada para Julio Melián, taxista nocturno de la línea del San Ignacio. "Nos están dejando solo con una hora de servicio. La línea trabaja 24 horas y mi turno, por ejemplo, comienza a las 8 de la noche. Somos 40 en esa situación".
En el restaurante Memphis del mismo espacio, que suele cerrar a las 2 de la mañana, comenzaron a llevar las cuentas a los clientes a las 8 y media. Orley Ramírez, gerente, explicó con preocupación que 50% de sus ventas se efectúan luego de las 9 de la noche. "Algo tiene que decidir la junta del centro comercial", dijo desesperado, a la vez que recordó el resto de los locales nocturnos que funcionan allí y de los que también se desconoce el destino.
Como ellos, Alejandro Gargano, supervisor del estacionamiento del Tolón, espera que mañana los directivos se reúnan para acordar qué hacer. En ese momento el empleado mandaba a su casa al grupo de cajeros del estacionamiento que comenzaban su turno a las 9.
"No es que a las 9 apagamos todas las luces. Algunos equipos continúan encendidos porque el personal de limpieza y seguridad debe seguir su rutina, pero sin duda van a reestructurar cargos de trabajo", afirmó.
La salida de los usuarios se produjo de manera natural, sin necesidad de que los vigilantes les avisaran, aunque a algunos les invadió el pánico y corrieron desesperados hasta sus vehículos ante la idea de quedar atrapados en la oscuridad.
Maye Albornoz
EL UNIVERSAL
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