Una placa oxidada donde se lee "La Fortaleza" da entrada a la finca de Rubén Barboza. "Iba a quitarla pero pensé que en el 2012 cuando Hugo Chávez pierda, la mando a pintar", afirma este hacendado, amenazado por las expropiaciones en Santa Bárbara del Zulia.
La propiedad de Barboza se encuentra en la fértil y próspera región del sur del lago de Maracaibo, donde el gobierno del presidente Hugo Chávez confiscó en diciembre 47 haciendas de un total de 20.000 hectáreas, todas ellas vecinas a la suya.
"Esta hacienda la expropiaron y el dueño murió días después, esta otra la ocuparon y nadie se ocupa de cuidar el platanal, que tiene una plaga, en ésta hay militares pero los dueños no se quieren ir", va señalando Barboza camino de su finca.
El temor a ser el próximo y la solidaridad por quienes fueron expropiados le han convertido en uno de los líderes de la "resistencia" de la localidad de Santa Bárbara, donde están gran parte de las fincas recuperadas por el Estado.
"Tengo miedo a que me expropien. Morir de hambre es más doloroso que morir de un disparo. Eso explica nuestra resistencia activa, para no ceder y defender cívicamente nuestros derechos", explica.
En sus 169 hectáreas, heredadas de su padre, Barboza produce leche, carne, plátanos, guayaba, yuca y calabaza y da trabajo a unas 30 personas. Además, tiene varios proyectos en curso, como la fabricación de un hongo benigno con el suero de la leche para controlar los parásitos que castigan los platanales. Sin embargo, el miedo a invertir y luego quedarse sin nada le ha hecho paralizar cualquier inversión.
"¿Cómo me atrevo a desarrollar estos proyectos si no tengo la garantía del gobierno de que esta finca va a seguir siendo mía? Cuando tenga yo esto productivo, ¿llega el gobierno a asaltarme, a robarme mi trabajo y mi estudio? ¿Creen que es justo? No, no", asegura.
Aunque por ahora su finca no está en la lista de expropiadas, este productor agropecuario admite que si el gobierno desea pagar por "La Fortaleza" el precio que realmente vale estaría dispuesto empezar de nuevo en otro lugar.
"El problema es que ahora, en esta región, una hectárea no vale nada porque ya nadie las quiere comprar. Vamos a ver cuánto paga el gobierno por ellas", apunta.
El Ejecutivo, que desde 1999 ha recuperado de manos privadas 2,5 millones de hectáreas, confiscó estas haciendas del sur del lago de Maracaibo por considerar que estaban en parte improductivas y acusó a los propietarios de esclavizar a los trabajadores.
De las 47 fincas afectadas, finalmente la medida de expropiación incumbió sólo a 31, que el Ejecutivo planea usar también para atender a damnificados por las fuertes lluvias del pasado diciembre.
"Pero el gobierno está equivocado. Ellos piensan que la tierra del sur del lago es buena pero no, lo que es bueno aquí es la gente que la trabajó hasta ahora", recalca.
"Estas expropiaciones van a ocasionar una merma de la producción de alimentos en toda la región y es más peligroso un estómago vacío que un fusil", agrega.
Barboza acusa al gobierno de traer a las fincas expropiadas del sur del lago "falsos campesinos" para ocupar la tierra, de apoyar a la guerrilla en esta zona fronteriza con Colombia y de usar a las Fuerzas Armadas venezolanas para agredir a los "verdaderos" productores agrícolas.
"Es vergonzoso ver cómo un cuerpo armado que fue creado para protegernos hoy se preste a obedecer a un hombre que está fallando y violando la Constitución", lamenta.
Según Barboza, la "única" solución es votar contra Chávez en las elecciones presidenciales de 2012, cuando el jefe de Estado aspira a un tercer mandato de seis años.
"Nosotros no vamos a hacer como él dice: 'Si no les gusta váyanse'. El que se tiene que ir es él. Nosotros nacimos y esperamos morir aquí aunque se necesitarán dos generaciones reconstruir el país que Chávez va a dejar", subraya.
"El presidente quiere destruir el sistema productivo privado. Creí en él pero es un vil mentiroso. En 1998, poco antes de ganar las elecciones, nos presentó un proyecto que no tiene nada que ver con la realidad", concluye.
La propiedad de Barboza se encuentra en la fértil y próspera región del sur del lago de Maracaibo, donde el gobierno del presidente Hugo Chávez confiscó en diciembre 47 haciendas de un total de 20.000 hectáreas, todas ellas vecinas a la suya.
"Esta hacienda la expropiaron y el dueño murió días después, esta otra la ocuparon y nadie se ocupa de cuidar el platanal, que tiene una plaga, en ésta hay militares pero los dueños no se quieren ir", va señalando Barboza camino de su finca.
El temor a ser el próximo y la solidaridad por quienes fueron expropiados le han convertido en uno de los líderes de la "resistencia" de la localidad de Santa Bárbara, donde están gran parte de las fincas recuperadas por el Estado.
"Tengo miedo a que me expropien. Morir de hambre es más doloroso que morir de un disparo. Eso explica nuestra resistencia activa, para no ceder y defender cívicamente nuestros derechos", explica.
En sus 169 hectáreas, heredadas de su padre, Barboza produce leche, carne, plátanos, guayaba, yuca y calabaza y da trabajo a unas 30 personas. Además, tiene varios proyectos en curso, como la fabricación de un hongo benigno con el suero de la leche para controlar los parásitos que castigan los platanales. Sin embargo, el miedo a invertir y luego quedarse sin nada le ha hecho paralizar cualquier inversión.
"¿Cómo me atrevo a desarrollar estos proyectos si no tengo la garantía del gobierno de que esta finca va a seguir siendo mía? Cuando tenga yo esto productivo, ¿llega el gobierno a asaltarme, a robarme mi trabajo y mi estudio? ¿Creen que es justo? No, no", asegura.
Aunque por ahora su finca no está en la lista de expropiadas, este productor agropecuario admite que si el gobierno desea pagar por "La Fortaleza" el precio que realmente vale estaría dispuesto empezar de nuevo en otro lugar.
"El problema es que ahora, en esta región, una hectárea no vale nada porque ya nadie las quiere comprar. Vamos a ver cuánto paga el gobierno por ellas", apunta.
El Ejecutivo, que desde 1999 ha recuperado de manos privadas 2,5 millones de hectáreas, confiscó estas haciendas del sur del lago de Maracaibo por considerar que estaban en parte improductivas y acusó a los propietarios de esclavizar a los trabajadores.
De las 47 fincas afectadas, finalmente la medida de expropiación incumbió sólo a 31, que el Ejecutivo planea usar también para atender a damnificados por las fuertes lluvias del pasado diciembre.
"Pero el gobierno está equivocado. Ellos piensan que la tierra del sur del lago es buena pero no, lo que es bueno aquí es la gente que la trabajó hasta ahora", recalca.
"Estas expropiaciones van a ocasionar una merma de la producción de alimentos en toda la región y es más peligroso un estómago vacío que un fusil", agrega.
Barboza acusa al gobierno de traer a las fincas expropiadas del sur del lago "falsos campesinos" para ocupar la tierra, de apoyar a la guerrilla en esta zona fronteriza con Colombia y de usar a las Fuerzas Armadas venezolanas para agredir a los "verdaderos" productores agrícolas.
"Es vergonzoso ver cómo un cuerpo armado que fue creado para protegernos hoy se preste a obedecer a un hombre que está fallando y violando la Constitución", lamenta.
Según Barboza, la "única" solución es votar contra Chávez en las elecciones presidenciales de 2012, cuando el jefe de Estado aspira a un tercer mandato de seis años.
"Nosotros no vamos a hacer como él dice: 'Si no les gusta váyanse'. El que se tiene que ir es él. Nosotros nacimos y esperamos morir aquí aunque se necesitarán dos generaciones reconstruir el país que Chávez va a dejar", subraya.
"El presidente quiere destruir el sistema productivo privado. Creí en él pero es un vil mentiroso. En 1998, poco antes de ganar las elecciones, nos presentó un proyecto que no tiene nada que ver con la realidad", concluye.
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