Las molestias ocasionadas por los excesos en las fiestas pueden tener serias secuelas
COLOMBIA PÁEZ/ESPECIAL/EL NUEVO HERALD
Después de las comilonas y los brindis propios de las fiestas decembrinas, sería muy bueno poder despertar a un nuevo año sin las molestias que causan los excesos de las celebraciones. En el caso del consumo de las bebidas alcohólicas, el precio que se paga por el abuso es la conocida resaca o, si se prefiere, la cruda, la goma, el guayabo o el ratón, como se le llama en diferentes lugares de Latinoamérica, o el hangover, como se le dice en inglés. Pero no importa cómo se le llame, esta condición puede limitarse a un simple dolor de cabeza y un poco de sed, o puede alcanzar consecuencias fatídicas.
El consumo de alcohol en exceso puede convertirse en una verdadera tragedia, ya que en una persona normal y saludable, el cerebro es el primer órgano afectado. Las bebidas alcohólicas interfieren directamente en áreas cerebrales que afectan la capacidad para tomar decisiones.
“En el cerebro hay áreas que tienen que ver con el manejo de reflejos, coordinación, equilibrio y el manejo de la personalidad y lo que es socialmente aceptado”, explica el doctor José Gámez, afiliado al Palmetto General Hospital. “El alcohol es un agente depresivo que deprime esas funciones, por eso a medida que se consume más alcohol se van perdiendo el equilibrio y la habilidad para caminar; el alcohol inhibe estas funciones. Por eso no se debe manejar maquinaria que requiera ciertas habilidades o precisión, y menos conducir un automóvil; un alto número de accidentes se deben a esto”, enfatiza.
Otros aspectos en los que el alcohol influye notablemente son la personalidad y la conducta.
“Hay personas que hacen cosas que normalmente no harían, porque ya no perciben los filtros naturales que tenemos en el cerebro, que les impiden hacer cosas inapropiadas, fuera de contexto o vergonzosas”, explica el doctor Gámez. “Cuando la persona se intoxica severamente puede hasta perder el sentido, quedar fuera de circulación, fuera de alerta. También puede sufrir lagunas mentales, no ser consciente de lo que hace y al día siguiente se encuentra con noticias de actividades o situaciones de las que no guarda ningún recuerdo. Esa laguna mental es el reflejo del daño de las neuronas”.
Si la persona sigue abusando del alcohol, con el tiempo sufrirá de pérdida de memoria, de funciones y de sus habilidades para coordinar y trabajar, entre otras; hasta terminar en lo que se conoce como demencia por alcohol, dice el experto. Igual se afectan el hígado y los riñones.
Cuando se toma una copa de licor de inmediato es absorbida a través de las paredes del estómago. El mito de que al comer no hay intoxicación, es solo eso: un mito, porque igual se absorbe por el torrente sanguíneo, pasa por el hígado y finalmente llega al cerebro.
El alcohol afecta, en mayor o menor grado, tanto a hombres como a mujeres dependiendo de su contextura, masa muscular y porcentaje de grasa en el cuerpo.
En el caso de las mujeres embarazadas una sola copa de alcohol puede ser grave para el feto. “Las embarazadas no deben consumir absolutamente nada de alcohol, que es una toxina para el desarrollo del bebe”, asegura el doctor Gámez.
La desagradable resaca se produce porque al consumir alcohol el organismo es sometido a un proceso de intoxicación y deshidratación, explica el experto.
Este problema tiene que ver con la fisiología humana. “Hay deshidratación, hay cambios electrolíticos, porque se están consumiendo calorías que no son buenas y al mismo tiempo se orina, porque el alcohol tiene un efecto diurético”, aclara el médico. Se hace daño al cerebro, porque el alcohol es una toxina activa que mata las células cerebrales. También se presentan vómitos y diarrea, lo que representa una pérdida de cloruro de sodio y de potasio. “Se presenta entonces dolor de cabeza, malestar general, dolor en los músculos, fotofobia, etc.”
Recomendaciones del médico: antes de beber en las fiestas, coma bien y consuma suficiente líquido; por cada copa de licor beba un vaso de agua. Si consume aunque sea una copa, no maneje. Si bebe, hágalo con moderación. El promedio de consumo puede ser una copa por hora. Recuerde que para no tomar decisiones equivocadas y hacer cosas de las que después se arrepienta, no se intoxique. Recuerde que el alcohol desinhibe porque afecta directamente el lóbulo frontal, que es donde están todas estas funciones como la personalidad y los filtros sociales. Para las personas mayores que tienen problemas de salud preexistentes, como diabetes, presión arterial alta o Alzheimer, el consumo de alcohol puede ser fatal.• /NDO
Fuente: El Nuevo Herald
No hay comentarios:
Publicar un comentario