lunes, 4 de julio de 2011

El jefe nos vigila/Por mi Madre 04jul11

El culto a la personalidad es una de las aberraciones políticas más abominables de la historia universal, por lo que tiene de injusta y abusiva. Se empieza por exaltar la imagen del líder como figura única e infalible, y se termina por someter la voluntad propia a los dictados ­muchas veces a los caprichos­ de ese ser supremo e insustituible. Hasta que se le descubre el lado humano, y entonces las estatuas, afiches y vallas que se erigieron para satisfacerlo se diluyen en el olvido.

Foto: Saúl Uzcátegui /TalCualDigital

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