Por: VenEconomía
Luego de mucho dar tumbos, andar por meses a la deriva y no atinar ni con sus tácticas, ni con sus estrategias en la conducción del sector democrático que se opone a la instauración del socialismo del siglo XXI, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) nombró al comunicador social y activista comunitario, Jesús “Chuo” Torrealba, como su secretario ejecutivo, puesto de dirección que ocupó Ramón Guillermo Aveledo hasta el 30 de julio.
Este nombramiento está siendo recibido muy positivamente por la opinión pública. Ha generado un sinfín de expectativas, y aunque algunos críticos mantienen cierta reserva por su pasado comunista, ha traído aires frescos al amplio sector democrático que hasta ahora venía sintiéndose aplastado y sin esperanzas por la fuerza de los acontecimientos.
Justo es decir que Jesús "Chuo" Torrealba comenzó con buen pie. En sus primeras palabras al asumir el cargo dio fe de su compromiso con toda la población que sufre los embates de 15 años de “revolución”, al afirmar que aceptó el polémico cargo “por las familias víctimas de la inseguridad, que sufren por la crisis de salud o las que han perdido o pueden perder sus trabajos por el cierre de empresas”. Además de asumir el reto de “construir más democracia” para “enfrentar a este régimen totalitario”, lanzando una promesa de su determinación de lucha al asegurar “que la Mesa de la Unidad Democrática se va para la calle", y anunciar “que el 4 de octubre harán una gran concentración y lanzarán un plan nacional de movilizaciones”.
Este mensaje claramente indica que Torrealba se propone sacudir la inercia y el inmovilismo en los que estaba sumergida la MUD.
Dicho esto, es claro que Torrealba no las tiene fácil, y deberá superar muchos escollos y barreras. En su camino, además de los revolucionarios, se interpone una serie de egos personales y disímiles intereses partidistas del conglomerado de dirigentes y partidos políticos que hacen vida en la MUD.
Pero “Chuo” dio indicios de estar consciente de esto y dejó sentado cual será la orientación en este liderazgo al indicar que en la MUD “no hay partidos pequeños ni grandes, hay gente comprometida con la democracia. Hay que recordar que el objetivo de la MUD es el cambio de gobierno por la vía constitucional. La estrategia es construir una amplia mayoría para el cambio político con gobernabilidad".
El Know-How de “Chuo”, está cimentado en 18 años de trabajo en las comunidades que canalizó en la Asociación Civil El Radar de los Barrios, donde conectó con los problemas de las zonas populares de todo el país, sin distingo de ideologías o tendencias políticas de quienes acuden a él para plantear sus casos. Una experiencia que será vital en estos tiempos de avance del Estado Comunal.
“Chuo”, además muestra una convicción por el sistema democrático y la defensa de los derechos ciudadanos que hace prever que no se saldrá por la tangente; su discurso es directo y transparente; su palabra tiene credibilidad y posee el carisma necesario para llegar a la clase media, al sector empresarial y al sector político opositor. Tal vez, “Chuo” sea el eslabón que faltaba al sector opositor para remar todos juntos para rescatar la democracia perdida.
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