AAS/JDG/Globovisión
Miles de feligreses se congregaron desde temprano en diversas iglesias en todo el país este Miércoles Santo. En la basílica de Santa Teresa, el Nazareno de San Pablo vistió nuevas ropas para la tradicional procesión que se realiza en el centro de Caracas. A las 5:30 de la tarde arrancó la misa a cargo del nuncio Pietro Parolin y poco después de las 6 de la tarde comenzó la procesión.Cerca de 60 hombres, miembros de la Cofradía de Cargadores del Nazareno de San Pablo, llevan sobre sus hombros la imagen durante la procesión. Este año, ataviado con terciopelo traído de Sevilla y bordados con hilos de oro que recrean el traje que lució a principios de 1900, se encuentra rodeado con más de siete mil orquídeas de color lila para empezar la caminata.
La procesión recorrerá las avenidas Baralt y Lecuna, hasta llegar a la Plaza Caracas, en El Silencio, donde la esperarán más feligreses para ver la imagen al aire libre.
El acto religioso contará con la custodia de Protección Civil, Bomberos del Distrito Capital y Policía Metropolitana.
Desde temprano, los venezolanos se agolpaban en las iglesias del país para pagar promesas realizadas. Se esperaba la presencia de 70 mil caraqueños aproximadamente a la cita religiosa con el llamado “Limonero del Señor”.
Monseñor Adán Ramírez, párroco de la Iglesia Santa Teresa, llamó a los venezolanos a la reconciliación entre hermanos y con la religión católica. Resaltó la constancia de la población en la procesión y señaló la piedad de la gente humilde que acude a las iglesias para agradecer o pedir favores.
Manifestó que hasta el momento el operativo fluye con “normalidad” y un “alto grado de civismo”.
Por su parte, el obispo auxiliar de Caracas, monseñor Jesús de Zárate, reafirmó la importancia de la fe para la consecución de la felicidad.
"El hombre busca la felicidad por muchos caminos y no la encontrará realmente si no la busca con Dios. Sigamos en nuestra vida sus mandamientos. Todos los venezolanos tendamos puentes para construir una convivencia fraterna. Busquemos en un clima de tolerancia la convivencia pacifica que tanto anhela el pueblo venezolano", dijo.
Monseñor Zárate condenó el alto índice de muertes violentas en el país y llamó a quienes son agentes de violencia a que depongan su actitud.
Carmen de Peña, devota, aseguró que acude a la basílica porque el Nazareno de San Pablo es su médico. Aseguró que acudirá año a año “hasta que esté viva”.
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