La emergencia nacional que han provocado las torrenciales lluvias puso en el tapete la importancia de tener autoridades comprometidas con toda su colectividad, sin distingos de color, raza o religión.
Autoridades que trabajen en conjunto con todos aquellos sectores que puedan aportar en la solución de crisis o en el desarrollo de su región, bien sea la empresa privada o la sociedad organizada o grupos de voluntariado.
Autoridades que no se amilanen frente a mezquindades del poder central y que busquen oportunidades de solución frente al torpedo de un proyecto "revolucionario" que excluye a más de la mitad de la población del acceso a los recursos del Estado por razones políticas.
Un ejemplo de la importancia de esto lo han dado los gobernadores de la unidad democrática en Miranda, Lara, Nueva Esparta y Zulia, unos de los estados que más han sufrido los embates de las lluvias.
Uno de ellos, Henrique Capriles Radonski, gobernador del Estado Miranda, y los cuatro alcaldes de esa entidad electos por la unidad democrática han dado pruebas de que el trabajo mancomunado abona en beneficio de todos, así como también la información oportuna y veraz de los acontecimientos para orientar a la población y evitar males mayores. Una respuesta que logró contener el evidente menosprecio y negligencia con que fueron tratados por el Ejecutivo Nacional, que abiertamente privilegió a las zonas donde el gobierno está en manos rojas, a sabiendas que con ello a quien se priva de ayuda y auxilio es al ciudadano, al cual tiene el deber de proteger y amparar.
Este comentario se hace oportuno porque este domingo 5 de diciembre se realizarán en el país los comicios para elegir dos gobernadores (Amazonas y Guárico) y once alcaldes de varios estados, entre ellos, Apure, Carabobo, Nueva Esparta, Miranda, Táchira, Trujillo, Yaracuy y Zulia.
Tal vez la gravedad de las lluvias ha opacado estas elecciones, donde deberían concurrir más de 1,7 millones de electores. Lo más probable es que también las lluvias hagan menos concurridos estos comicios, a los que ya de por sí se les da poca atención.
El llamado para todo este contingente de electores es a concurrir a las mesas de votación para expresar su opinión. Éste es un llamado de conciencia. Las lluvias pasaran, y vendrán otras. Lo único que evitará que se repitan las actuales actitudes mediocres y que se sigan dando soluciones compulsivas y anárquicas a los problemas es con autoridades comprometidas con los ciudadanos.
Autoridades que trabajen en conjunto con todos aquellos sectores que puedan aportar en la solución de crisis o en el desarrollo de su región, bien sea la empresa privada o la sociedad organizada o grupos de voluntariado.
Autoridades que no se amilanen frente a mezquindades del poder central y que busquen oportunidades de solución frente al torpedo de un proyecto "revolucionario" que excluye a más de la mitad de la población del acceso a los recursos del Estado por razones políticas.
Un ejemplo de la importancia de esto lo han dado los gobernadores de la unidad democrática en Miranda, Lara, Nueva Esparta y Zulia, unos de los estados que más han sufrido los embates de las lluvias.
Uno de ellos, Henrique Capriles Radonski, gobernador del Estado Miranda, y los cuatro alcaldes de esa entidad electos por la unidad democrática han dado pruebas de que el trabajo mancomunado abona en beneficio de todos, así como también la información oportuna y veraz de los acontecimientos para orientar a la población y evitar males mayores. Una respuesta que logró contener el evidente menosprecio y negligencia con que fueron tratados por el Ejecutivo Nacional, que abiertamente privilegió a las zonas donde el gobierno está en manos rojas, a sabiendas que con ello a quien se priva de ayuda y auxilio es al ciudadano, al cual tiene el deber de proteger y amparar.
Este comentario se hace oportuno porque este domingo 5 de diciembre se realizarán en el país los comicios para elegir dos gobernadores (Amazonas y Guárico) y once alcaldes de varios estados, entre ellos, Apure, Carabobo, Nueva Esparta, Miranda, Táchira, Trujillo, Yaracuy y Zulia.
Tal vez la gravedad de las lluvias ha opacado estas elecciones, donde deberían concurrir más de 1,7 millones de electores. Lo más probable es que también las lluvias hagan menos concurridos estos comicios, a los que ya de por sí se les da poca atención.
El llamado para todo este contingente de electores es a concurrir a las mesas de votación para expresar su opinión. Éste es un llamado de conciencia. Las lluvias pasaran, y vendrán otras. Lo único que evitará que se repitan las actuales actitudes mediocres y que se sigan dando soluciones compulsivas y anárquicas a los problemas es con autoridades comprometidas con los ciudadanos.
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