Diez militares murieron y seis resultaron heridos en uno de los más duros y recientes golpes contra los uniformados por parte de las Farc, según informó este viernes el ejército colombiano.
Jefes militares dijeron que el ataque, ocurrido en Tumaco - Nariño, fue producto de "errores tácticos".
El ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón dijo a reporteros en su despacho que investigaban exactamente lo ocurrido al pelotón que cumplía labores de patrullaje de seguridad en una zona rural del municipio de Tumaco, en el departamento de Nariño y a unos 620 kilómetros al suroeste de Bogotá.
El comando del Ejército dijo en un comunicado que los militares muertos fueron 10: un teniente, un cabo y ocho soldados, mientras seis uniformados que resultaron heridos son soldados.
En la mañana, el comandante de las fuerzas militares, general Alejandro Navas, dijo que el ataque fue producto de "errores tácticos que tenemos que reconocer", pero no dio detalles de esas fallas.
"Sufrimos un golpe", agregó Navas en una entrevista con Caracol Radio desde una zona cercana al lugar donde ocurrió el ataque a la medianoche.
Las Farc "explotaron un punto débil, indudablemente, acá en nuestro dispositivo de maniobra en Nariño", añadió Navas.
Analistas militares y en seguridad han advertido que en sectores del país las tropas permanecen mucho tiempo, hasta varias semanas, en un mismo sitio acampando, lo que los hace vulnerables a los ataques de grupos al margen de la ley.
Navas dijo que Tumaco, como otras sobre la costa del Pacífico colombiano, se han vuelto además pasos clave para el tráfico de drogas, una de las fuentes de financiamiento de la guerrilla.
El pelotón del ejército de unos 27 miembros patrullaba una zona donde hay plantíos de palma africana cuando fue atacado con morteros, dijo el gobernador de Nariño, Antonio Navarro, en entrevista telefónica.
El 10 de octubre siete militares murieron cuando el pequeño camión en el que se desplazaban estalló por una carga explosiva colocada en la carretera en una zona de Caloto, en el departamento de Cauca.
En septiembre de 2010 al menos 14 policías que iban en un convoy de cinco vehículos fueron atacados por presuntos miembros de las Farc en una zona del departamento de Caquetá, donde también hicieron detonar cargas de dinamita al paso de los camiones de los uniformados.
Nariño y Cauca han sido al menos en los dos últimos años escenarios de masacres de indígenas y civiles por parte de grupos armados ilegales, incursiones armadas a pequeños poblados y atentados con explosivos a puestos policiales.
Del 1 enero al 31 julio de este año, según los datos más recientes del Ministerio de Defensa, al menos 261 militares y policías han muerto en distintos ataques y campos minados. En el mismo período de 2010, los uniformados fallecidos sumaban 259.
Cort. El País
Jefes militares dijeron que el ataque, ocurrido en Tumaco - Nariño, fue producto de "errores tácticos".
El ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón dijo a reporteros en su despacho que investigaban exactamente lo ocurrido al pelotón que cumplía labores de patrullaje de seguridad en una zona rural del municipio de Tumaco, en el departamento de Nariño y a unos 620 kilómetros al suroeste de Bogotá.
El comando del Ejército dijo en un comunicado que los militares muertos fueron 10: un teniente, un cabo y ocho soldados, mientras seis uniformados que resultaron heridos son soldados.
En la mañana, el comandante de las fuerzas militares, general Alejandro Navas, dijo que el ataque fue producto de "errores tácticos que tenemos que reconocer", pero no dio detalles de esas fallas.
"Sufrimos un golpe", agregó Navas en una entrevista con Caracol Radio desde una zona cercana al lugar donde ocurrió el ataque a la medianoche.
Las Farc "explotaron un punto débil, indudablemente, acá en nuestro dispositivo de maniobra en Nariño", añadió Navas.
Analistas militares y en seguridad han advertido que en sectores del país las tropas permanecen mucho tiempo, hasta varias semanas, en un mismo sitio acampando, lo que los hace vulnerables a los ataques de grupos al margen de la ley.
Navas dijo que Tumaco, como otras sobre la costa del Pacífico colombiano, se han vuelto además pasos clave para el tráfico de drogas, una de las fuentes de financiamiento de la guerrilla.
El pelotón del ejército de unos 27 miembros patrullaba una zona donde hay plantíos de palma africana cuando fue atacado con morteros, dijo el gobernador de Nariño, Antonio Navarro, en entrevista telefónica.
El 10 de octubre siete militares murieron cuando el pequeño camión en el que se desplazaban estalló por una carga explosiva colocada en la carretera en una zona de Caloto, en el departamento de Cauca.
En septiembre de 2010 al menos 14 policías que iban en un convoy de cinco vehículos fueron atacados por presuntos miembros de las Farc en una zona del departamento de Caquetá, donde también hicieron detonar cargas de dinamita al paso de los camiones de los uniformados.
Nariño y Cauca han sido al menos en los dos últimos años escenarios de masacres de indígenas y civiles por parte de grupos armados ilegales, incursiones armadas a pequeños poblados y atentados con explosivos a puestos policiales.
Del 1 enero al 31 julio de este año, según los datos más recientes del Ministerio de Defensa, al menos 261 militares y policías han muerto en distintos ataques y campos minados. En el mismo período de 2010, los uniformados fallecidos sumaban 259.
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