Las lluvias que han dejado más de un centenar de muertos y millones de afectados en Centroamérica en las últimas dos semanas muestran la "necesidad urgente" de la región y de toda Latinoamérica de adaptarse al cambio climático y reducir su vulnerabilidad, dijo hoy una experta de Naciones Unidas.
El temporal, considerado por algunos expertos centroamericanos como atípico, comenzó el pasado día 10 producto de fenómenos en el Pacífico y el Caribe, y en menos de dos semanas causó una crisis humanitaria, con millones de afectados y pérdidas millonarias en infraestructura y agricultura, en una región de por sí muy pobre.
La coordinadora de Alerta Temprana del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para América Latina y el Caribe, Graciela Metternicht, dijo a Efe que la "vulnerabilidad de la región no solo está dada por el aumento de la frecuencia de eventos climáticos" en los últimos años.
"La creciente y cada vez mayor exposición de los diferentes sistemas: poblacional, agrícola, pesca, turismo, a dichas amenazas" ha incrementado aún más esa debilidad frente a los embates del clima, que en los últimos tiempos se muestran extremos, precisó la experta de las Naciones Unidas.
Destacó que la región requiere una "planificación urbana estratégica" que incorpore los aspectos de "la vulnerabilidad, así como medidas de mitigación y adaptación en los instrumentos de planificación y uso de la tierra".
En Guatemala y El Salvador, los países más golpeados por las recientes lluvias, la mayoría de las 38 y 34 víctimas registradas en cada país, murieron enterradas bajo toneladas de tierra que arrasaron sus humildes casas, construidas en laderas de montañas o cerca de quebradas y ríos.
El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, ha resaltado que el 95 por ciento de los 6,1 millones de habitantes de su pequeño país (21.041 kilómetros cuadrados) "es vulnerable" a los desastres naturales, y ha señalado que "más de un millón" habita en "zonas de riesgo".
El presidente pro tempore del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (Cepredenac), Guillermo González, destacó recientemente que "en los desastres naturales registrados entre 1998 y 2008, Centroamérica puso el 23 por ciento de los muertos de las Américas y el 10 por ciento de los afectados" por sismos e inundaciones del mundo.
Metternicht aseguró asimismo que organismos regionales como Cepredenac y las agencias de la ONU apoyan a los gobiernos en el fortalecimiento tanto del "monitoreo, pronóstico y sistemas de alerta temprana", como del "desarrollo de planes de ordenamiento territorial que tomen en cuenta la vulnerabilidad de áreas especificas a eventos hidrometeorológicos extremos".
Un informe del PNUMA y de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) destacó que en todo Latinoamérica y el Caribe "se observa un aumento reciente de los eventos climáticos extremos y con ello también del número de personas afectadas".
"El número de tormentas ocurridas entre los años 2000 y 2009 se multiplicó por 12 con relación a las que se presentaron entre 1970 y 1979. En este mismo período, las inundaciones se cuadruplicaron, incrementando la vulnerabilidad de la región a los efectos del cambio climático", indicó Metternicht.
Sin un cálculo aún definitivo, las autoridades de El Salvador y Guatemala consideran que las pérdidas económicas causadas por las recientes lluvias son millonarias en cuanto a infraestructura, y que pueden afectar al acceso de alimentos y a las cosechas de productos como el café, uno de los principales de exportación de la región.
En ese sentido, Metternicht citó un informe de la Cepal sobre el cambio climático que indica que "las pérdidas económicas acumuladas por eventos hidrometeorológicos en América Latina y el Caribe alcanzaron los 81.000 millones de dólares entre 1970-2008".
El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), formado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá Belice y la República Dominicana, ha exigido que la ONU reconozca a la región como una de las más vulnerables del mundo, porque ello facilitaría la asignación de recursos internacionales para enfrentar las consecuencias del cambio climático.
El organismo regional ha alertado que, aunque Centroamérica es responsable de menos del 0,5 por ciento de las emisiones netas globales de gases contaminantes a los que se atribuye el cambio climático, dicho fenómeno ha producido pérdidas por valor de 13.642 millones de dólares en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica en las últimas cuatro décadas.
Cort. TalCualDigital
El temporal, considerado por algunos expertos centroamericanos como atípico, comenzó el pasado día 10 producto de fenómenos en el Pacífico y el Caribe, y en menos de dos semanas causó una crisis humanitaria, con millones de afectados y pérdidas millonarias en infraestructura y agricultura, en una región de por sí muy pobre.
La coordinadora de Alerta Temprana del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para América Latina y el Caribe, Graciela Metternicht, dijo a Efe que la "vulnerabilidad de la región no solo está dada por el aumento de la frecuencia de eventos climáticos" en los últimos años.
"La creciente y cada vez mayor exposición de los diferentes sistemas: poblacional, agrícola, pesca, turismo, a dichas amenazas" ha incrementado aún más esa debilidad frente a los embates del clima, que en los últimos tiempos se muestran extremos, precisó la experta de las Naciones Unidas.
Destacó que la región requiere una "planificación urbana estratégica" que incorpore los aspectos de "la vulnerabilidad, así como medidas de mitigación y adaptación en los instrumentos de planificación y uso de la tierra".
En Guatemala y El Salvador, los países más golpeados por las recientes lluvias, la mayoría de las 38 y 34 víctimas registradas en cada país, murieron enterradas bajo toneladas de tierra que arrasaron sus humildes casas, construidas en laderas de montañas o cerca de quebradas y ríos.
El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, ha resaltado que el 95 por ciento de los 6,1 millones de habitantes de su pequeño país (21.041 kilómetros cuadrados) "es vulnerable" a los desastres naturales, y ha señalado que "más de un millón" habita en "zonas de riesgo".
El presidente pro tempore del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (Cepredenac), Guillermo González, destacó recientemente que "en los desastres naturales registrados entre 1998 y 2008, Centroamérica puso el 23 por ciento de los muertos de las Américas y el 10 por ciento de los afectados" por sismos e inundaciones del mundo.
Metternicht aseguró asimismo que organismos regionales como Cepredenac y las agencias de la ONU apoyan a los gobiernos en el fortalecimiento tanto del "monitoreo, pronóstico y sistemas de alerta temprana", como del "desarrollo de planes de ordenamiento territorial que tomen en cuenta la vulnerabilidad de áreas especificas a eventos hidrometeorológicos extremos".
Un informe del PNUMA y de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) destacó que en todo Latinoamérica y el Caribe "se observa un aumento reciente de los eventos climáticos extremos y con ello también del número de personas afectadas".
"El número de tormentas ocurridas entre los años 2000 y 2009 se multiplicó por 12 con relación a las que se presentaron entre 1970 y 1979. En este mismo período, las inundaciones se cuadruplicaron, incrementando la vulnerabilidad de la región a los efectos del cambio climático", indicó Metternicht.
Sin un cálculo aún definitivo, las autoridades de El Salvador y Guatemala consideran que las pérdidas económicas causadas por las recientes lluvias son millonarias en cuanto a infraestructura, y que pueden afectar al acceso de alimentos y a las cosechas de productos como el café, uno de los principales de exportación de la región.
En ese sentido, Metternicht citó un informe de la Cepal sobre el cambio climático que indica que "las pérdidas económicas acumuladas por eventos hidrometeorológicos en América Latina y el Caribe alcanzaron los 81.000 millones de dólares entre 1970-2008".
El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), formado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá Belice y la República Dominicana, ha exigido que la ONU reconozca a la región como una de las más vulnerables del mundo, porque ello facilitaría la asignación de recursos internacionales para enfrentar las consecuencias del cambio climático.
El organismo regional ha alertado que, aunque Centroamérica es responsable de menos del 0,5 por ciento de las emisiones netas globales de gases contaminantes a los que se atribuye el cambio climático, dicho fenómeno ha producido pérdidas por valor de 13.642 millones de dólares en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica en las últimas cuatro décadas.
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