A 70 años de fundado Lídice aún tiene mucho por hacer

Foto: Nicola Rocco

Mejores viviendas, alumbrado público y seguridad reclaman los vecinos
JORGE HERNÁNDEZ |  EL UNIVERSAL
En la semana del aniversario número 70 de Lídice un comité de vecinos organizó un parrandón con gaitas y feria navideña entre calles y viviendas con más de un problema estructural y de seguridad, comenta Elizabeth Ugueto, líder vecinal de este sector de la parroquia La Pastora de Caracas.


Fundado el 24 de diciembre de 1943, Lídice aún conserva barberías, bodegas y un sinfín de comercios donde se vende desde una medicina naturista hasta un repuesto para vehículos de cualquier marca. "Crecimos como la ciudad, improvisando calles, viviendas, edificios y colegios. A ello se suman bandas armadas, delincuentes y nulo apoyo policial en una comunidad de gente trabajadora", cuenta Ugueto.


En sus calles angostas sobrevive la Barbería Ornella, atendida por Renato Correale desde el 74. Allí se exponen los guantes del boxeador Carlos "Morochito" Hernández o las mejores gráficas del ganador de 12 premios nacionales de periodismo, Vicente Correale, reportero gráfico de larga trayectoria en El Universal.

A Lídice le pusieron ese nombre en honor a una población checoslovaca mandada a borrar del mapa por Adolfo Hitler el 10 de junio de 1942. Aún representa para sus vecinos un área de buen vivir, con algunas casas coloniales reestructuradas y con plantas superiores que las transformaron en pequeños edificios multifamiliares. "Los que nacimos en esta comunidad aún queremos que se mejoren los barrios, la quebrada, e alumbrado público y parte de la vialidad con un buen sistema de drenajes, gas directo y eficiente servicio de agua potable, relata Juan Pulido, residente desde hace 50 años.

En su casa parroquial, una placa donada por la Asociación Venezonalo-Checa el 10 de junio de 2006 relata la historia de Lídice. "Los hombres fueron asesinados y el pueblo fue incendiado y arrasado con tractores. Lídice se convirtió entonces, en símbolo mundial de la lucha contra el nazismo y el totalitarismo. Evocando el martirio de la aldea checa, muchas ciudades, sectores urbanos y plazas del orbe fueron bautizadas con el nombre de Lídice para garantizar que ese nombre jamás se borrara del mapa", resalta el aviso.

En otros sectores aún sobrevive la estructura del hospital Jesús Yerena, la iglesia con sus ladrillos rojos y un sinfín de rincones educativos y de degustación de comida para la población que trabaja por un Lídice con mejor calidad de vida.