Las últimas dos jornadas han significado un calvario para el pitcheo de los Leones. Ayer fue Tiburones de La Guaira el que hizo fiesta en el Estadio Universitario, y zarandeó a los melenudos con marcador de 15x6, para consolidarse en el quinto lugar de la clasificación y extender su dominio sobre su rival capitalino.
Los escualos vencieron por cuarta ocasión en fila al conjunto de Dave Hudgens, y lo hicieron con una ofensiva inagotable, que dio batazos de todos los calibres a lo largo del encuentro, ante más de 18 mil espectadores. Mejoraron su registro a 25-26, y ello les permite sacar tres juegos de diferencia sobre Cardenales, y cuatro a Tigres, sus perseguidores cercanos en el último escaño que da acceso al Round Robin.
“De nuevo una gran labor del pitcheo relevista, que ha mejorado y nos mantuvo en el juego. Hemos tenido grandes partidos contra ellos”, señaló el manager Carlos Subero tras el triunfo.
Caracas paga la pena de tener un pitcheo abridor inestable en las dos semanas recientes. El último iniciador en ganar un partido tras cinco entradas de labor, fue el zurdo Gustavo Chacín el pasado 25 de noviembre. Esa ausencia de efectividad al comienzo, deriva en un agotamiento del bullpen que se nota en cada salida.
Ayer, la ofensiva caraquista le dio respaldo temprano a Rayner Oliveros, pues aprovechó los errores y castigó al salvadoreño Henry Bonilla, para adelantarse en la pizarra 5x2 tras tres innings y medio. En ese período, destacó el segundo cuadrangular de la temporada de Justin Ruggiano.
Pese a ello, el cuerpo de monticulistas se derrumbó y la toletería guaireña montó la fiesta. Un racimo de cuatro carreras en el cuarto acto, y otro de seis en el sexto, fueron el aderezo de un club que no se cansó de producir en todo el choque.
Los salados sonaron hasta 16 incogibles, se aprovecharon de ocho pasaportes, y además hizo ruido el soberbio bambinazo del estadounidense Jay Gibbons, su cuarto de la temporada en apenas ocho compromisos. Todo fue fácil.
El partido se definió temprano, e incluso quedaron como dato anecdótico las cinco carreras anotadas de Wilfredo Romero, igualando a su compañero César Suárez, quien lo había hecho el 28 de octubre en Margarita.
Leones se marchó otra vez cabizbajo, no es fácil recibir 28 carreras en dos juegos.
“De nuevo una gran labor del pitcheo relevista, que ha mejorado y nos mantuvo en el juego. Hemos tenido grandes partidos contra ellos”, señaló el manager Carlos Subero tras el triunfo.
Caracas paga la pena de tener un pitcheo abridor inestable en las dos semanas recientes. El último iniciador en ganar un partido tras cinco entradas de labor, fue el zurdo Gustavo Chacín el pasado 25 de noviembre. Esa ausencia de efectividad al comienzo, deriva en un agotamiento del bullpen que se nota en cada salida.
Ayer, la ofensiva caraquista le dio respaldo temprano a Rayner Oliveros, pues aprovechó los errores y castigó al salvadoreño Henry Bonilla, para adelantarse en la pizarra 5x2 tras tres innings y medio. En ese período, destacó el segundo cuadrangular de la temporada de Justin Ruggiano.
Pese a ello, el cuerpo de monticulistas se derrumbó y la toletería guaireña montó la fiesta. Un racimo de cuatro carreras en el cuarto acto, y otro de seis en el sexto, fueron el aderezo de un club que no se cansó de producir en todo el choque.
Los salados sonaron hasta 16 incogibles, se aprovecharon de ocho pasaportes, y además hizo ruido el soberbio bambinazo del estadounidense Jay Gibbons, su cuarto de la temporada en apenas ocho compromisos. Todo fue fácil.
El partido se definió temprano, e incluso quedaron como dato anecdótico las cinco carreras anotadas de Wilfredo Romero, igualando a su compañero César Suárez, quien lo había hecho el 28 de octubre en Margarita.
Leones se marchó otra vez cabizbajo, no es fácil recibir 28 carreras en dos juegos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario