Este fin de semana se conoció que el Banco de Desarrollo de China le otorgará a Venezuela un mega préstamo por $20,2 millardos: 50% en dólares ($10 millardos) y el 50% restante en yuanes (70 millones en yuanes = $10,2 millardos).De este mega préstamo destacan, y llaman a la alerta, varios aspectos:Primero, la gran opacidad que ha rodeado la transacción. No se sabe nada, por ejemplo, de las condiciones de pago ni el destino de esos impactantes recursos.Si se relaciona al contexto del convenio entre las estatales Petrochina (40%) y PDVSA (60%) para producir y mejorar 400.000 b/d de petróleo extrapesado, a partir de 2014, en el Bloque Junín 4 de la Faja Petrolírfera del Orinoco, se podría intuir que los $10 millardos que se otorgarían en moneda americana podrían estar destinados a financiar el 60% de la inversión que le corresponde a PDVSA. Mientras que los restantes $10,2 millardos que los chinos prestarían en yuanes se destinarían a "otros gastos" del Estado.Aquí surge una gran inquietud: Este mega préstamo denominado en yuanes, ataría las importaciones futuras de Venezuela a los productores chinos, lo cual puede traducirse en un paso más para cambiar a sus socios comerciales naturales, como Colombia y EE.UU., ¿Dónde queda entonces la solidaridad bolivariana con sus vecinos del Continente, si ahora se privilegia a la lejana China, en detrimento de éstos?Otro aspecto que llama a la reflexión es la suma tan alta del crédito, que hipoteca a la República por años. Entre otros "detalles" se tendría que:1) De estos $20,2 millardos que ahora se adeudarían, le corresponderían $720 a cada hombre, mujer, adolescente y niño venezolano.2) Con esta deuda que piensa contraer Hugo Chávez se aumentaría en más de 50% la Deuda Pública Externa, estimada hasta ahora en unos $40 millardos, sin incluir PDVSA. Lo peor sería si, como se afirma en la prensa nacional, el préstamo se pagase en barriles de producción futura de petróleo. Aunque éste es un punto no aclarado aún por el Gobierno, los expertos advierten que es un mecanismo perverso que se debe rechazar de plano.3) Por último, el altísimo monto comprometido también suena el gong de alerta debido a que los analistas se preguntan que, aparte de Junín 4 ¿en dónde se va a invertir tanto real?Muchos piensan que entre otros destinos "no santos", el dinero terminaría financiando los gastos de campaña de las elecciones de 2010 y 2012; contribuiría al reparto continental para extender el proyecto revolucionario de Chávez; se gastaría en la compra de armas para enfrentar al imperio, así como en el ensayo nuclear y espacial que Chávez habría conversado recientemente con el primer ministro ruso, Vladimir Putín.Otros ingenuos aún esperan que caiga algún centavito para invertir en salud, seguridad, educación, mantenimiento de infraestructura, en servicios públicos, o, por lo menos, que un chorrito pudiese servir para devolverle la luz a Venezuela.
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