A Carlos Osorio no lo detiene ni la especulación ni el alza de los precios. Tampoco las colas que se forman a toda hora en avenidas y autopistas de Caracas.
Porque su Suzuki VStrom de 650 cilindradas (su precio en el mercado es de 150 palos) devora prácticamente el asfalto, sin que nadie lo alcance. Por eso llega a tiempo a los consejos de ministros y de primero a las ruedas de prensa. Y aunque se desplaza libremente, sin placas y sin escoltas, nunca podrá atrapar a los especuladores que se ocultan en camisas rojas y montan sus negocios a nombre de la revolución.Foto: Saúl Uzcátegui/TalCualDigital
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