Se anunció esta semana que un submarino fue sorprendido infraganti, más bien insumerganti, en aguas nacionales venezolanas. Se nos reveló también que era un submarino nuclear, que se dio a la fuga y que no se identificó su nacionalidad. Yo no conozco mucho del tema de la guerra, pero no entiendo por qué si una vaina tan pequeña como un carro lleva placa, con más razón un submarino debe estar identificado. Los organismos de investigación en materia de narcotráfico han denunciado que se están usando submarinos para dicha actividad. Seamos francos: si los narcos tienen un submarino nuclear en su poder, señores, ¡buenas noches!, deberíamos considerar seriamente la posibilidad todos de rendirnos como un Hirohito cualquiera ante los aliados: de forma incondicional.
Lo otro es que sea una potencia extranjera. Pero… ¿quién podría ser? No faltará un opositor recalcitrante que diga que era un submarino cubano y que el mismísimo Fidel venía a bordo y que todo es un trapo rojo.
Hasta donde yo sé, los cubanos no tienen submarinos nucleares, para empezar y además ellos no necesitan venir (a Venezuela) por debajo del agua, porque pueden hacerlo a cielo abierto. Sigamos descartando: podrían ser Brasil o Rusia. No parece probable que la señora Rousseff quiera dañarnos y para los rusos debe ser un fastidio venir desde tan lejos y encima por debajo, amén de que son nuestros aliados.
Sólo queda una opción: Míster Danger, de quien tanto se ha dicho que tiene planes de invasión que esperan por igual pitiyanquis y antiyanquis. ¿Espionaje acaso?, ¿puede espiarse desde el fondo del mar? Si van a espiar mejor que sea desde el aire, porque al ver el estado de nuestra vialidad puede que se confundan y crean que ya nos bombardearon y nos dejen tranquilos.
La verdad es que lo deja a uno perplejo y cabezón la noticia: un submarino en nuestras aguas. Esto no se veía desde Hitler, otro bicho que quería invadirnos. Un submarino misterioso del que sólo se sabe que es nuclear.
A falta de mejor explicación, entiendo el hecho como un mensaje cifrado: ya cerca de las elecciones de alcaldes y gobernadores en vez de un portaviones, mandan un submarino, amarillo quizá, porque ya hay muchos por ahí cantando, como los Beatles: “we all live in a yellow submarine, yellow submarine, yellow submarine”…
Lo otro es que sea una potencia extranjera. Pero… ¿quién podría ser? No faltará un opositor recalcitrante que diga que era un submarino cubano y que el mismísimo Fidel venía a bordo y que todo es un trapo rojo.
Hasta donde yo sé, los cubanos no tienen submarinos nucleares, para empezar y además ellos no necesitan venir (a Venezuela) por debajo del agua, porque pueden hacerlo a cielo abierto. Sigamos descartando: podrían ser Brasil o Rusia. No parece probable que la señora Rousseff quiera dañarnos y para los rusos debe ser un fastidio venir desde tan lejos y encima por debajo, amén de que son nuestros aliados.
Sólo queda una opción: Míster Danger, de quien tanto se ha dicho que tiene planes de invasión que esperan por igual pitiyanquis y antiyanquis. ¿Espionaje acaso?, ¿puede espiarse desde el fondo del mar? Si van a espiar mejor que sea desde el aire, porque al ver el estado de nuestra vialidad puede que se confundan y crean que ya nos bombardearon y nos dejen tranquilos.
La verdad es que lo deja a uno perplejo y cabezón la noticia: un submarino en nuestras aguas. Esto no se veía desde Hitler, otro bicho que quería invadirnos. Un submarino misterioso del que sólo se sabe que es nuclear.
A falta de mejor explicación, entiendo el hecho como un mensaje cifrado: ya cerca de las elecciones de alcaldes y gobernadores en vez de un portaviones, mandan un submarino, amarillo quizá, porque ya hay muchos por ahí cantando, como los Beatles: “we all live in a yellow submarine, yellow submarine, yellow submarine”…
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