NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
Alto
SU LABERINTO. Hugo Chávez: "No tengo oposición. Yo la quisiera pero no hay nadie que me pueda dar la pelea". "Estoy seguro que si me ganan, cosa que dudo pues las encuestas que tengo me dan la razón, y en el supuesto negado que llegara a entregar el poder estoy seguro que antes de seis meses, o mas allá máximo un año, regresaría triunfal y en hombros, pues el despelote, la ingobernabilidad que se desataría y la falta de apoyo militar al elegido convertirían el país en un caos".
La versión moderna de Luis XV y su célebre frase: "Après moi le déluge", ("después de mi el diluvio") pareciera estar inmersa en el rojo cerebelo del comandante. Lo cree así. Los análisis que ha hecho ante sus interlocutores los ha estructurado de tal forma que algunos lo dan como un hecho. Aún sigue creyendo que podrá construir los millones de vivienda que ofrece y por eso sigue "contratando de gobierno a gobierno" sin oír, no a los empresarios nacionales, sino a los internacionales que no ven viabilidad en alcanzar la meta ofrecida con bombos, platillos y muchos dólares." Puedo asegurar que usted, amigo lector, pensó que estas palabras fueron pronunciadas por el presidente saliente hace apenas unas horas ante la avalancha de información que recibe sobre el venidero triunfo de Capriles el 7 de Octubre. Sin embargo, esto es extraído de mi columna Runrunes del 9 de Junio de 2011 tras habernos confesado Chávez que tenía una dolencia en la pierna que lo había obligado a usar un bastón en su viaje a Brasil y Ecuador. Un mes después lo obligamos a confesar la operación de su cáncer desde La Habana...
Medio
¿CARRAPLANA? Esas mismas palabras se las repitió Chávez a su fraternal amigo Luiz Inácio Lula da Silva unos días antes, en junio, cuando éste lo visitó en Miraflores. Allí, intercambiando diálogos de todo tipo, el brasilero le preguntó sobre sus aspiraciones a otra reelección. Se puso él mismo como ejemplo tras haber gobernado 8 años, con una reelección, considerando que ya había sido suficiente. Le espetó a su amigo Hugo que 12 años era ya demasiado para permanecer en el poder en Venezuela y que buscar otros 6 más sería un error. Allí fue que el caudillo militar venezolano se consideró imprescindible por primera vez ante un interlocutor de la altura de Lula. La seguridad de que si alguien tomaba el poder, aunque fuera por los votos, sería defenestrado en tiempo record -le recordó la sucesión de presidentes por días en Argentina tras la renuncia de De La Rúa- pues "él único líder que tienen los venezolanos soy yo". Esas palabras amenazantes, locuaces o insanas, no pueden pasar desapercibidas estos días en que la realidad de Venezuela se mueve en otro sentido para sacarlos del poder por los votos de octubre. Una perversa jugada del régimen fue retrasar la entrega del poder por tres meses en vez del acostumbrado mes de diferencia entre el día de la elección y el de la asunción del poder. Dejar el país en la carraplana, sin dinero en las arcas de la República, con cientos de contratos vencidos, damnificados y desempleados además de una serie de compromisos con gobiernos extranjeros que como China, Rusia y Bielorrusia han pactado en forma provechosa, es una realidad que debe enfrentar el nuevo gobierno. Universidades sin fondos, empresas de Guayana exigiendo inversión y sus trabajadores mejoras salariales son apenas escenarios de confrontación si no se le habla claro al país con un triunfo el 7-O. Mas cuando ayer supimos que las reservas en oro se redujeron en 3,8 toneladas. Una Asamblea con mayoría roja en la que darían la Presidencia a uno de los diputados demócratas es apenas un saludo a la bandera. Firmar y firmar entre el 8 de octubre y el 10 de enero hipotecando al nuevo gobierno es una de las premisas de quienes rasparán la olla al perder. ¿Hay algún recibo cierto o alguna Contraloría seria, efectiva y transparente? La meta roja es prender al país en una inestabilidad provocadora. Si bien es cierto que el crédito global de Venezuela todavía podría ser bueno hay que prepararse...
Bajo
EL GARROTE ROJO. La extraordinaria campaña que ha desarrollado Henrique Capriles en apenas ocho meses, ha tenido un gran enemigo nada silente ni mucho menos indulgente: el hegémonico aparataje comunicacional en manos del gobierno que ha militado activa -e inconstitucionalmente- en favor de la imagen del presidente saliente y en contra del candidato de la Unidad. Cuando Chávez llegó en 1999, el Estado Venezolano tenía un solo canal de televisión VTV, la agencia de noticias Venpres y Radio Nacional. Trece años después, bajo su mandato directo, sin que medien terceras instancias, operan seis canales de televisión -VTV, Vive TV, Ávila TV, TVES, Telesur y el canal de la Asamblea Nacional-; una red de emisoras que tiene como ejes a la Radio Nacional, con tres señales, y YVKE Mundial también con otras tres. Así las rudas y poco éticas emisoras Tiuna y Arsenal Caracas, la primera, inexplicablemente en una democracia, "la voz de las Fuerzas Armadas de Venezuela". En el interior del país, el incontrolado, secreto, dispendioso y corrupto gasto del gobierno mantiene en operación más de 30 emisoras de televisión comunitarias y cerca de 400 emisoras radiales comunitarias. Igualmente Pdvsa tiene 10 emisoras paralelas a la red oficial que hacen propaganda roja las 24 horas. En materia impresa los diarios Vea, el Correo del Orinoco y Ciudad CCS. Por el lado del cierre de medios este gobierno saco del aire a RCTV (pues competía con Chávez en los sectores D y E), 32 emisoras de radio y 2 canales de televisión regionales, mientras que aquellos que se mantienen operando y no obedecen las presiones gubernamentales viven al acoso del Seniat, no reciben propaganda oficial, sufren atentados a sus instalaciones, sus periodistas no tienen acceso a las fuentes gubernamentales y son objeto de decisiones del TSJ y de los tribunales que son interpretaciones de instrucciones precisas de la Presidencia de la República, obligándoles en muchos casos a situaciones de autocensura o a despedir a periodistas y locutores. Puntuales emisoras comunitarias manejadas por socialistas activos tienen instrucciones de interferir la señal de emisoras privadas sin que Conatel haga nada al respecto. A todo esto hay que agregarle que es PDVSA la que está detrás de todo el financiamiento secreto que permite todo este andamiaje neofascista. ¿Se le informará de esta Venezuela a los visitantes y observadores extranjeros que vienen a las elecciones del 7-O? No cabe duda que mas allá de los resultados de ese día, la labor y los logros políticos que nos deja Capriles son verdaderamente titánicos y esperanzadores...
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