Algunas cosas no van a cambiar nunca. Se gastó una cantidad de dinero enorme en la campaña y ahora siguen en lo mismo, como se vio el domingo con el aviso del triunfo, lo montaron apurados cuando Tibisay habló. Quedó sin ser usado aunque seguro lo pagaron y bien caro con dinero quién sabe de cuál fuente, quién sabe si con recursos públicos
El dispendioso gasto de la campaña por la reelección, esa que se nutrió de dineros públicos y de un grosero ventajismo, incluso permitió a quienes se sintieron con bolsillos gordos para la política dejar de usar cosas ya pagadas.
La noche del domingo el Teatro Principal de la Plaza Bolívar de Caracas fue la sede del Comando Carabobo, el búnker chavista. Allí cuando se anunciaron los resultados hubo desde gritos hasta corredera.
Euforia, incluso de periodistas (¿?) de los medios públicos, militantes de la "información". Los jefes se fueron, la gente también. Todos al balcón del pueblo, y allí quedó impreso, solo, sin nadie que lo viera: el pendón del triunfo.
Lo montaron apurados cuando Tibisay habló. Quedó sin ser usado aunque seguro lo pagaron y bien caro con dinero quién sabe de cuál fuente, quién sabe si con recursos públicos.
Fuente: TalCualDigital
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