Estos tres biomarcadores genéticos utilizados de manera conjunta en combinación con la pruebas existentes podrían ayudar a los médicos a determinar mejor la evolución de un cáncer de próstata de manera precoz para recomendar una "vigilancia activa" y evitar una biopsia o la ablación de la glándula.
"La mayor parte de los 200.000 cánceres de próstata diagnosticados cada año en Estados Unidos tienen una evolución lenta y permanecerán así", precisa el doctor Cory Abate Shen, profesor de urología y de cancerología de la facultad de medicina de Columbia en Nueva York y principal autor de los trabajos aparecidos en la revista estadounidense Science Transnational Medicine.
"Estos marcadores genéticos podrían permitir eliminar la incertidumbre actual en cuanto a la naturaleza del cáncer de próstata en el diagnóstico y asegurar a los pacientes un tratamiento adecuado", añadió.
"El problema planteado por las pruebas de detección actual son su incapacidad para identificar el débil porcentaje de tumores de próstata que se convertirán en agresivos y se propagarán a otros órganos", revela el doctor Mitchell Benson, presidente de la Cátedra de Urología de la Facultad de Medicina de Columbia y coautor del estudio.
Los tres genes identificados -FGFR1, PMP22 y CDKN1A- se ven particularmente afectados por senescencia celular, un proceso conocido por tener un rol esencial en la supresión del tumor y vinculado a tumores benignos de próstata en humanos y ratones. Cuando estos tres genes están presentes, hallaron los investigadores, el riesgo de tumor de próstata es más bajo.
Los cánceres de próstata que dan negativo con los tres genes nuevamente identificados son por tanto de naturaleza agresiva.
Los investigadores probaron la exactitud del test con muestras provenientes de biopsias efectuadas anteriormente en tumores de próstata de 43 pacientes a los que se siguió durante al menos diez años.
Todos habían sido inicialmente diagnosticados de un cáncer de próstata de bajo riesgo. De estos 43 enfermos, 14 terminaron desarrollando un tumor avanzado y todos fueron identificados por este test genético.
"Este ensayo preliminar pudo predecir sin error qué pacientes diagnosticados de un tumor canceroso de la próstata de bajo riesgo terminarían por desarrollar un cáncer avanzado", señala el doctor Abate-Shen.
Los investigadores prevén evaluar el test genético en un ensayo clínico más amplio en el futuro.
Alrededor de 2,5 millones de hombres viven con cáncer de próstata en Estados Unidos y se estima que 30.000 morirán de esta enfermedad este año.
Aunque uno de cada seis hombres es diagnosticado con la enfermedad durante su vida, la mayoría no muere por ella.
Globovisión/AFP
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