Una buena nueva: Se anuncia que el año escolar 2013-14 que arranca este lunes 16 de septiembre será de 203 días. ¡Ojalá, así sea!
Pero, aparte de ésta, todo indica que este año se continuará aplicando un cerco a la educación privada, mientras el gobierno profundiza la ideologización en la instrucción primaria y secundaria en la búsqueda mal concebida de crear al “hombre nuevo” que requiere la revolución para perpetuarse.
La mano ejecutora del cerco a la educación es la titular del ramo, Maryann Hanson, quien persistiendo en su tarea de estrangular económicamente a los colegios privados, informó este jueves 12 de septiembre su decisión unilateral y arbitraria de mantener en 10% el ajuste autorizado para el cobro de la matrícula escolar y las mensualidades para el período 2013-2014.
Este porcentaje es el mismo autorizado para consuetudinariamente por dos o tres períodos lectivos, y obviamente no logra compensar en absoluto los efectos que tienen la ingente inflación que acumula 32,9% sólo en lo que va de 2013 y la continua devaluación que alcanza 46,5% en los últimos doce meses, en el funcionamiento de los planteles, en las inversiones para actualizar tecnología y equipos y en la necesaria homologación de los sueldos y salarios del personal docente y administrativo.
El Ministerio alega que el 10% permite mantener “márgenes de ganancia” de los “mercachifles” de la enseñanza. Esto no solo es una mentira y un menospreciante calificativo para un sector productivo de tanta importancia en la formación de generaciones, sino que además contraviene los acuerdos a los que llegaron en julio pasado la Cámara de la Educación Privada (Cavep) y los padres y representantes para incrementar entre 30% y 35% las mensualidades de los colegios privados de manera de enfrentar el 38% que afirman sufrieron por concepto de costos operativos.
La ministra Hanson, al igual que sus pares de comercio y salud, amenaza al sector privado de la educación con echarles encima al Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a Bienes y Servicios (Indepabis), un ente devenido en el coco de todo emprendimiento privado en Venezuela y ejecutor de inspecciones indiscriminadas, poco transparentes y politizadas que casi siempre (por no decir siempre) terminan en gravosas sanciones y penalizaciones. Incluso advirtiendo que estarían en la mira de ser “suspendidos”, (léase intervenidos o expropiados).
Adicionalmente al cerco económico, se le suma la merma en la calidad de la educación que se está impartiendo en Venezuela.
Se ideologiza el contenido curricular, se cambia la historia para adecuarla a los intereses del castrocomunismo que infiltra al país y se le da prioridad a lo político-socialismo-comunitario en desmedro del conocimiento científico y tecnológico.
Por otro, se le resta al calendario escolar días de instrucción por mala planificación y para privilegiar eventos electorales y fechas “patrias” como el nacimiento y muerte de Hugo Chávez, tal como sucedió en el período 2012-2013, en detrimento del desarrollo del aprendizaje de niños y jóvenes.
En definitiva, las malas noticias seguirán en el tapete educativo.
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