Por: VenEconomía
Nadie en Venezuela y el mundo puede ignorar o ver con indiferencia las dantescas imágenes, videos y testimonios que circulan por la red, por algunos medios informativos impresos y por canales de televisión extranjeros, narrando las innumerables violaciones a los derechos humanos que están cometiendo los cuerpos de seguridad del Estado y grupos paramilitares en contra de cientos de ciudadanos que tomaron las calles para protestar la agobiante situación de delincuencia, justicia a la carta, ingente inflación, desbordada escasez y deterioro de la calidad de vida.
Entre las más graves denuncias están las realizadas por los abogados del Foro Penal Venezolano, Luis Armando Betancourt y Alfredo Romero, sobre las torturas que incluyen, desde salvajes golpizas, descargas eléctricas, lavados con gasolina, e incluso el abuso sexual de un joven en el estado Carabobo. (Cabe acotar que los canales de TV nacional están manipulando los hechos o aplicando un black out informativo, bien porque están bajo la dirección del gobierno o bien porque se han autocensurado).
Es, por decirlo ingenuamente, difícil entender el porqué el gobierno ha llegado a tales extremos de barbarie, mientras esgrime y vitorea un discurso de pacifismo y humanización.
Tampoco (candorosamente hablando) se entiende el silencio cómplice de la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la República, llamados a ser garantes de los derechos a la vida y seguridad personal de cada ciudadano, pero que son serviles a un proceso político extranjero.
Y, siguiendo con la candidez, es incompresible el mutis de los gobiernos del Alba, Unasur y el Celac ante la abundante evidencia de delitos de lesa humanidad cometidos por el gobierno que financia sus apetencias y necesidades.
Es oportuno recordar a nuestros lectores que las protestas que hoy se riegan por todo el territorio nacional son la expresión pública y unánime de una población cansada de falsas promesas de justicia social. De una población que en los últimos 15 años, ha visto caer victima de la delincuencia a más de 200.000 ciudadanos, sin que el Estado le dé soluciones cuando clama por su derecho a la vida y resguardo de su seguridad personal y de sus bienes. Es también la explosión de descontento de millones de venezolanos que no han recibido una respuesta oportuna, imparcial y objetiva del sistema de justicia.
Esta explosión de protestas es consecuencia del mismo desgarramiento económico que agobia a millones de personas que no ven satisfechas sus necesidades de nutrición, de quienes no tienen acceso a una vivienda digna, y de quienes sufren el deterioro del sistema de salud.
También deben saber los lectores, que la represión y violencia recibida por los manifestantes es consecuencia de un gobierno felón, que siguiendo órdenes de los Castro, y cuyo pilar para la defensa de la Patria son los colectivos, acusa a sus opositores de lo que él adolece: Traición a la Patria.
Por ello, VenEconomía apoya a Leopoldo López, líder de la disidencia democrática acusado, juzgado y sentenciado sin juicios ni pruebas de traidor a la patria e instigador de la violencia, y a su llamado para marchar mañana martes 18 de febrero y entregar en el Ministerio del Interior, de Justicia y Paz un pliego de peticiones para exigir que se aclaren los sucesos del 12 de febrero, se liberen a los jóvenes detenidos, se respete el derecho a la protesta y se desarmen los grupos parapoliciales amparados por el gobierno.
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