Justo ahora cuando el presidente Maduro amenaza a los venezolanos con la designación de nuevos ministros, ya que los "anteriores" pusieron sus cargos a la orden (aunque sigan declarando como tales), a este minicronista le da por preguntarse por la suerte del aquel Viceministerio de la Suprema Felicidad Social.
Santiago Boccanegra/TalCualDigital
Justo ahora cuando el presidente Maduro amenaza a los venezolanos con la designación de nuevos ministros, ya que los "anteriores" pusieron sus cargos a la orden (aunque sigan declarando como tales), a este minicronista le da por preguntarse por la suerte del aquel Viceministerio de la Suprema Felicidad Social.
¿Se acuerdan? Una de las tantas ocurrencias de Nicolás en los primeros meses de gobierno, creado tal vez con la finalidad de pintarnos una realidad que solo se observa en los noticieros de Venezolana de Televisión.
Hasta donde se sabe el anterior titular no duró dos semanas en el puesto y su despacho lo ocupa desde entonces Carolina Cestari, anterior asistente personal de la "Primera Combatiente", cuando Cilia Flores ejercía la Presidencia de la Asamblea Nacional.
Como toda funcionaria de este gabinete, la viceministra Cestari no está ajena a las controversias. Todavía resuenan las palabras del exconductor de "La Hojilla", Mario Silva, en aquel audio donde no dejó títere sin cabeza y la asoció a una mafia que le había dado la espalda a la revolución.
El punto es que si Nicolás Maduro tiene previsto reducir el número de ministerios de 27 a 13, malo sería que eliminara el Viceministerio de la Suprema Felicidad.
No lo decimos porque la señora Cestari haya hecho mal su gestión cosa que realmente ignoramos sino porque hoy mientras los venezolanos andan desesperados buscando pañales, harina precocida o café, es cuando más haría falta que la viceministra Cestari o quien la sustituya se pasee por las colas de los supermercados, pregone las bondades de los captahuellas y les pida a la gente que tengan paciencia, que otros días hermosos vendrán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario