Por: Gonzalo García Ordóñez/TalCualDigital
Miles de palabras escritas, centenares de entrevistas contienen los esfuerzos de un número importante de venezolanos que, desde hace años, identificaron la conducta política-persecutoria del gobierno como una práctica abierta de terrorismo de Estado.
En 1998 AD denunció, en plena campaña electoral, que Hugo Chávez mantenía relaciones con Fidel Castro y que podría ser un elemento del comunismo castrista. Nadie los escuchó y todo quedó en que era una vaina de los adecos.
Once años después bajo el caudal de ríos de tinta y discusiones Hugo Chávez es marxista declarado.
Hay quienes han preferido refugiarse en la "discusión inteligente" sobre qué es y qué significa este gobierno, involuntariamente han ayudado en la siembra de la espoleta de retardo en la identificación del problema.
La detención de Oswaldo Álvarez Paz, político muy respetado dentro de la FAN, tiene el antecedente del confinamiento y prisión del general Francisco Usón. Las amenazas y persecuciones contra periodistas, televisoras, estaciones de radio, contra Noel Álvarez de Fedecámaras, Cedice, en fin contra quienes ejercen el derecho a la libertad de expresión, están enmarcadas en las prácticas de terrorismo político.
Con ocasión de la detención del dueño de Globovisión, Guillermo Zuloaga, la Embajada de Estados Unidos en Caracas identificó la existencia de un patrón de hostigamiento contra la estación, sus empleados e invitados para ejercer su derecho a la libertad de expresión.
Cuando se analiza la conducta represiva del gobierno apoyado en los Poderes Públicos se observa alta sensibilidad a las acusaciones y señalamientos sobre la responsabilidad del Presidente y gobierno en los sucesos del 11A, a tal punto que podría sacarse como conclusión que existe temor a la responsabilidad futura por violación masiva de los derechos humanos y políticos de los venezolanos.
Comunismo y Socialismo del siglo XXI emplean los métodos de la represión bajo la sombrilla de "la legalidad" pero que en la práctica es la manifestación de terrorismo político de Estado.
Es así como se entiende el exhorto de la Embajada de EEUU al Gobierno venezolano a honrar su compromiso en virtud de la Carta Democrática Interamericana para defender el principio de respeto a los derechos humanos, incluyendo la libertad de expresión, que es esencial para las democracias representativas.
El terrorismo de Estado consiste en la utilización, por parte de un Gobierno, de métodos ilegítimos orientados a inducir el miedo en una población civil determinada para alcanzar sus objetivos sociales, políticos o militares, o fomentar comportamientos que de otra forma no se producirían, definición en Wikipedia.
Predecir que se está a las puertas de la violación masiva y abierta de los derechos humanos y supresión de la libertad en Venezuela, es ver a China, Cuba, Argentina... habrá un libro rojo del chavismo en Venezuela. Lo de Álvarez Paz es el inicio del terrorismo político sin escrúpulos.
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