Foto: EFE
Por JUAN O. TAMAYO/jtamayo@elnuevoherald.com
La administración del presidente Barack Obama levantó su prohibición temporal de viajar a Cuba para entregar ayuda a los grupos a favor de la democracia, aparentemente endureciendo su posición tras los recientes abusos a los derechos humanos de La Habana, dijeron funcionarios el jueves.
Esos viajes fueron detenidos el 3 de diciembre tras el arresto de Alan P. Gross, un subcontratista de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) que había llevado equipos de comunicación por satélite a grupos judíos.
El Departamento de Estado notificó esta semana a las organizaciones que reciben fondos para los programas a favor de la democracia en Cuba que pueden reanudar sus viajes, dijeron tres funcionarios de grupos que participan en esos programas.
"Para mí, esto envía una clara señal de que [el gobierno de Obama] no está de acuerdo con los que está sucediendo en la isla'', dijo uno de los funcionarios que, al igual que los otros, solicitó anonimato debido a la sensibilidad del tema.
Se refirió a la represión contra las Damas de Blanco y a la muerte del preso político Orlando Zapata tras una prolongada huelga de hambre, lo cual provocó una reciente condena de Obama.
La noticia de que se podían reanudar los viajes, sin embargo, estuvo acompañada de una advertencia: no llevar a la isla más dinero o equipos de lo que se pueda explicar en caso de ser detenido por autoridades cubanas.
Antes del 3 de diciembre, alrededor de una docena de grupos habían estado enviando de dos a cinco viajeros a Cuba todos los meses para entregar ayuda "técnica y financiera'' a los activistas, según fuentes conocedoras de los programas de ayuda.
"Esto es bueno'', comentó Orlando Gutiérrez, del Directorio Democrático Cubano en Miami. Gutiérrez declinó comentar sobre si mandaría personas a Cuba porque "pondría a gente en peligro''.
Un portavoz del Departamento de Estado no respondió llamadas en busca de comentario pero la administración de Obama ha establecido que favorece el apoyo a los activistas de la sociedad civil en la isla.
Los fondos estadounidenses para los programas a favor de la democracia en Cuba --que sumaron $45 millones en los años fiscales 2009 y 2010-- se administran a través de una compleja red de organizaciones no gubernamentales y empresas privadas, que luego organizan la entrega de computadoras portátiles, radios, libros y medicinas así como dinero en efectivo y palabras alentadoras a los disidentes y sus familias.
Cuba ha declarado ilegal esta ayuda y califica a los disidentes de "mercenarios''. El arresto de Gross, un experto en desarrollo de Potomac, Maryland, que sigue detenido sin cargos, ha agregado dificultades a estas operaciones.
El 9 y 28 de diciembre, el Departamento de Estado envió mensajes electrónicos a las organizaciones que reciben fondos, exhortándolas a dejar de viajar a Cuba. Las organizaciones dijeron haber tomado los mensajes como una orden y no como una recomendación.
"La prohibición de viajar impidió inmediatamente los contactos persona a persona con los disidentes, el tipo de contacto para el que este programa fue concebido'', declaró un funcionario de una organización no lucrativa que participa en los programas.
Si embargo, los programas a favor de la democracia todavía afrontan otros obstáculos, incluyendo una medida tomada el mes pasado por el senador John Kerry, demócrata por Massachusetts, que esencialmente congeló el financiamiento hasta que la USAID y el Departamento de Estado respondan a una serie de preguntas sobre cómo se gasta el dinero.
En el pasado, investigaciones congresionales han descubierto algunos abusos en los programas, y algunos congresistas alegan que el arresto de Gross muestra que hay que modificarlos para promover la democracia de una manera más efectiva y hacerlos menos ‘‘provocadores''.
Tanto la USAID como el Departamento de Estado asignan fondos a organizaciones no gubernamentales y firmas privadas que, a su vez, apoyan a los disidentes, periodistas independientes y otros grupos de la sociedad civil en la isla.
Pero, a fines del 2009, los fondos prácticamente se habían agotado entre demoras para la asignación de nuevas partidas ocasionadas por problemas políticos y burocráticos, incluyendo la decisión de la administración de Obama de revisar algunos programas.
La persona seleccionada por Obama para encabezar la USAID, Rajiv Shah, sólo tomó posesión en diciembre. En el Departamento de Estado, el subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Arturo Valenzuela, no tomó posesión hasta noviembre.
Esos viajes fueron detenidos el 3 de diciembre tras el arresto de Alan P. Gross, un subcontratista de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) que había llevado equipos de comunicación por satélite a grupos judíos.
El Departamento de Estado notificó esta semana a las organizaciones que reciben fondos para los programas a favor de la democracia en Cuba que pueden reanudar sus viajes, dijeron tres funcionarios de grupos que participan en esos programas.
"Para mí, esto envía una clara señal de que [el gobierno de Obama] no está de acuerdo con los que está sucediendo en la isla'', dijo uno de los funcionarios que, al igual que los otros, solicitó anonimato debido a la sensibilidad del tema.
Se refirió a la represión contra las Damas de Blanco y a la muerte del preso político Orlando Zapata tras una prolongada huelga de hambre, lo cual provocó una reciente condena de Obama.
La noticia de que se podían reanudar los viajes, sin embargo, estuvo acompañada de una advertencia: no llevar a la isla más dinero o equipos de lo que se pueda explicar en caso de ser detenido por autoridades cubanas.
Antes del 3 de diciembre, alrededor de una docena de grupos habían estado enviando de dos a cinco viajeros a Cuba todos los meses para entregar ayuda "técnica y financiera'' a los activistas, según fuentes conocedoras de los programas de ayuda.
"Esto es bueno'', comentó Orlando Gutiérrez, del Directorio Democrático Cubano en Miami. Gutiérrez declinó comentar sobre si mandaría personas a Cuba porque "pondría a gente en peligro''.
Un portavoz del Departamento de Estado no respondió llamadas en busca de comentario pero la administración de Obama ha establecido que favorece el apoyo a los activistas de la sociedad civil en la isla.
Los fondos estadounidenses para los programas a favor de la democracia en Cuba --que sumaron $45 millones en los años fiscales 2009 y 2010-- se administran a través de una compleja red de organizaciones no gubernamentales y empresas privadas, que luego organizan la entrega de computadoras portátiles, radios, libros y medicinas así como dinero en efectivo y palabras alentadoras a los disidentes y sus familias.
Cuba ha declarado ilegal esta ayuda y califica a los disidentes de "mercenarios''. El arresto de Gross, un experto en desarrollo de Potomac, Maryland, que sigue detenido sin cargos, ha agregado dificultades a estas operaciones.
El 9 y 28 de diciembre, el Departamento de Estado envió mensajes electrónicos a las organizaciones que reciben fondos, exhortándolas a dejar de viajar a Cuba. Las organizaciones dijeron haber tomado los mensajes como una orden y no como una recomendación.
"La prohibición de viajar impidió inmediatamente los contactos persona a persona con los disidentes, el tipo de contacto para el que este programa fue concebido'', declaró un funcionario de una organización no lucrativa que participa en los programas.
Si embargo, los programas a favor de la democracia todavía afrontan otros obstáculos, incluyendo una medida tomada el mes pasado por el senador John Kerry, demócrata por Massachusetts, que esencialmente congeló el financiamiento hasta que la USAID y el Departamento de Estado respondan a una serie de preguntas sobre cómo se gasta el dinero.
En el pasado, investigaciones congresionales han descubierto algunos abusos en los programas, y algunos congresistas alegan que el arresto de Gross muestra que hay que modificarlos para promover la democracia de una manera más efectiva y hacerlos menos ‘‘provocadores''.
Tanto la USAID como el Departamento de Estado asignan fondos a organizaciones no gubernamentales y firmas privadas que, a su vez, apoyan a los disidentes, periodistas independientes y otros grupos de la sociedad civil en la isla.
Pero, a fines del 2009, los fondos prácticamente se habían agotado entre demoras para la asignación de nuevas partidas ocasionadas por problemas políticos y burocráticos, incluyendo la decisión de la administración de Obama de revisar algunos programas.
La persona seleccionada por Obama para encabezar la USAID, Rajiv Shah, sólo tomó posesión en diciembre. En el Departamento de Estado, el subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Arturo Valenzuela, no tomó posesión hasta noviembre.
Cort. El Nuevo Herald
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