Pareciera paradójico, pero no lo es. Entre la prolongada y severa sequía y la llegada de fuertes lluvias, se han acentuado y expandido las condiciones para el incremento de criaderos, proliferación de zancudos y aumento considerable de casos de dengue en varias zonas del país, incluida Caracas, que los especialistas no dudan en calificar como epidemia, señalan fuentes de las Redes Socales Científicas y Médicas de Venezuela.
Preocupante que al cierre del primer trimestre 2010, ya se proyecten más de 10 mil casos en Caracas y los estados Aragua, Carabobo, Anzoátegui y Zulia, entre los más afectados. Si tenemos como referente que 2009 cerró con un registro oficiosos de más de 60 mil casos, como reseñara en su oportunidad el Diario 2001.
Pero hay razones concretas para este repunte y agudización de la situación epidemiológica que referimos a continuación:
En primer lugar, la severidad del período de sequía nacional favoreció que la población almacenara agua, en muchos casos no preservada con la seguridad necesaria; y ahora, la situación se complica con la entrada de lluvias fuertes.
Por estas causas —indican infectólogos consultados— se han multiplicado los criaderos o larvarios, obviamente multiplicando exponencialmente la reproducción del primer vector o transmisor conocido en Venezuela, el zancudo Aedes Aegiptys o “patas blancas“. Por otra parte, el insecto y sus criaderos se han hecho más resistentes a los insecticidas hasta ahora empleados para su eliminación.
A esto hay que agregar, desde 2009, la presencia, acción y proliferación de otro zancudo transmisor el Aedes Albopictus o “tigre“, originario del sudeste asiático, más prolífico, resistente y contaminante epidemiológicamente. Es decir, las especies de insectos transmisores se han diversificado, ampliado, aumentado y tornado más resistentes a los químicos conocidos y utilizados en su control y exterminio.
EL MEDIO AMBIENTE
Indican los especialistas en infectología de las universidades nacionales autónomas, como la UCV, que el sector gubernamental, a través de ministerios como Salud, Ambiente, Información y Comunicaciones, en el vértice de la pirámide de la administración central y regionales “han sido insuficientes, cuando no desidia o ausencia, en las campañas de fumigación contra los zancudos y de eliminación de larvarios“. No hay continuidad en las campañas de educación pública a la ciudadanía.
Proliferación y acumulación de basuras, escombros, huecos en la vialidad, desaseo público que van todos a favor del empeoramiento de la situación.
La situación epidemiológica es delicada, pese a lo cual —desde diciembre 2008— el Ministerio de Salud no emite los boletines semanales de “denuncias obligatorias“ en los distritos sanitarios de todos el país con los registros precisos y especificados de casos, variedades, intensidad de morbilidad y número de pacientes atendidos por enfermedades infectocontagiosas, como: dengue, respiratorias agudas como neumonía, fiebre amarilla o malaria,, diarreas, hepatitis, rubéola, sarampión, varicela, tuberculosis, VIH-Sida, influenzas y meningitis, entre las más frecuentes.
Cuando —recalcan los especialistas— cada distrito sanitario está obligado al registro preciso, remisión, control y divulgación por el Ministerio de Salud. Lo que permite llevar registros, controles, planificación y ejecución de campañas en sus diferentes ámbitos a cada semana, mes y mediciones comparativas con los lapsos correspondientes al año anterior.
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