El subdirector del Cicpc, Alvin Pinto, aseguró que los reclusos fallecidos en la División de Capturas habían consumidos sustancias tóxicas y murieron por edema cerebral debido al encierro
El subdirector del Cicpc, Alvin Pinto, informó este jueves sobre el fallecimiento de dos presos en la División de Capturas del organismo, ubicado en El Rosal.
Según la autopsia, ambas personas murieron por edema cerebral, Pinto aseguró que “habían consumido algún tóxico” y al llegar al calabozo entraron en pánico por el encierro y convulsionaron.
Asimismo, afirmó que las investigaciones continúan para aclarar los hechos, y que una comisión de médicos llegó hoy para chequear el estado de salud de los detenidos.
Los fallecidos fueron identificados como William Nazareth Pérez Tovar, quien ingresó el 25 de mayo a la sede judicial, y Pedro Cirpriano Rivero Rivas, de 32 años. Una tercera persona detenida estaría convaleciente en el Hospital de El Llanito con una fractura craneoencefálica.
Los cadáveres fueron llevados a la morgue de Bello Monte donde les realizaron los exámenes forenses.
Familiares de detenidos denunciaron la situación de hacinamiento de esa comisaría, en donde se encuentran entre 250 y 300 presos, algunos de ellos duermen de pie.
Al respecto, Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, advirtió que este hecho se corresponde con las denuncias hechas en anteriores oportunidades sobre el hacinamiento en las cárceles y sedes policiales del país. En el momento de su declaración indicó que las muertes habían ocurrido, presuntamente, por un infarto y un paro respiratorio.
Prado señaló que el Estado es responsable de las condiciones mínimas y el respeto de los derechos humanos de los presos. Hizo un llamado al Poder judicial y al Ministerio Público para que descongestionen este tipo de establecimiento que no está acondicionado para recluir personas ni sus funcionarios están preparados para el resguardo de los presos.
TalCualDigital
El subdirector del Cicpc, Alvin Pinto, informó este jueves sobre el fallecimiento de dos presos en la División de Capturas del organismo, ubicado en El Rosal.
Según la autopsia, ambas personas murieron por edema cerebral, Pinto aseguró que “habían consumido algún tóxico” y al llegar al calabozo entraron en pánico por el encierro y convulsionaron.
Asimismo, afirmó que las investigaciones continúan para aclarar los hechos, y que una comisión de médicos llegó hoy para chequear el estado de salud de los detenidos.
Los fallecidos fueron identificados como William Nazareth Pérez Tovar, quien ingresó el 25 de mayo a la sede judicial, y Pedro Cirpriano Rivero Rivas, de 32 años. Una tercera persona detenida estaría convaleciente en el Hospital de El Llanito con una fractura craneoencefálica.
Los cadáveres fueron llevados a la morgue de Bello Monte donde les realizaron los exámenes forenses.
Familiares de detenidos denunciaron la situación de hacinamiento de esa comisaría, en donde se encuentran entre 250 y 300 presos, algunos de ellos duermen de pie.
Al respecto, Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, advirtió que este hecho se corresponde con las denuncias hechas en anteriores oportunidades sobre el hacinamiento en las cárceles y sedes policiales del país. En el momento de su declaración indicó que las muertes habían ocurrido, presuntamente, por un infarto y un paro respiratorio.
Prado señaló que el Estado es responsable de las condiciones mínimas y el respeto de los derechos humanos de los presos. Hizo un llamado al Poder judicial y al Ministerio Público para que descongestionen este tipo de establecimiento que no está acondicionado para recluir personas ni sus funcionarios están preparados para el resguardo de los presos.
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