Messi fue centro de la atención con destellos de timidez. EDSAÚ OLIVARES
MARÍA JOSÉ REY PALERMO | ENVIADA ESPECIAL/ELUNIVERSALPuerto La Cruz.- El reto que se ha puesto la selección nacional es gigante: cambiar la historia ante Argentina. La vinotinto quiere detener la cadena de 10 derrotas en partidos de eliminatoria a la Copa del Mundo y deberá hacerlo luego de arrancar el Premundial a Brasil 2014 con una derrota ante Ecuador (2-0) en Quito.
Venezuela armó su barricada en Puerto La Cruz para intentar detener a Leo Messi, Gonzalo Higuaín y compañía. Su principal arma no tiene que ver con el juego sino con el ambiente. El calor que ronda los 37 grados y la humedad que hace pegostosa la transpiración serán los aliados de una vinotinto que tiene un grupo fresco que ha entrenado durante una semana en Maturín preparando el encuentro.
La estrategia quedó probada en el amistoso que disputaron hace un mes en India, donde la albiceleste apenas ganó por 1-0 sobre el minuto 70, ahogados por un clima similar.
Sin embargo, Argentina ya ha probado el rigor del calor de Maracaibo en anteriores eliminatorias y eso no ha sido límite para llevarse la victoria, así que la selección nacional tendrá que hacer un partido por encima del promedio para intentar arrancar puntos vitales para construir el camino de la clasificación al Mundial.
Eso estima el seleccionador César Farías y por ello reservó a sus mejores hombres para esta batalla. Juan Arango, Tomás Rincón, Miku Fedor y el resto del grupo que consiguió el cuarto lugar de la Copa América estarán hoy plantando cara ante una albiceleste que llega tras haber goleado a Chile (4-1).
Decía el técnico Farías que este es el mejor momento de Venezuela para hacerle un buen partido a Argentina, y eso es tan cierto, como que los dirigidos por Alejandro Sabella no lucen tan disminuidos y en crisis como hace unos meses.
El delantero Higuaín llega en racha y Messi convertido en el capitán de su selección.
Pero la vinotinto recibe a su temible rival arropada por el cálido recibimiento que le ha dado una ciudad que ha contado con la mayor cantidad de partidos de la selección bajo el mando de Farías.
Los jugadores han sido acompañados por la afición que los ha esperado en la puerta del hotel para corear sus nombres y en la prácticas vespertinas para alentar hasta en los goles del partido de entrenamiento.
La ilusión que despierta esta vinotinto hará que el estadio José Antonio Anzoátegui de Puerto La Cruz luzca copado en su aforo de 40 mil personas.
A la afición le espera ver un partido difícil, complicado, donde el sacrificio de los jugadores será altísimo y el rédito una incógnita. Pero también será un encuentro al que está atado la sensación de que esta puede ser la eliminatoria del salto definitivo al Mundial, como el campanazo que se dio en la copa realizada en Argentina.
Farías también había dicho que esperaba que Messi tuviera un mal día. Al menos en su llegada ayer lo recibió la lluvia y una gran nube gris sobre su cabeza.
Todo vale para ganarle a Argentina, aunque un empate también entra en la cuenta.
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