Ese asunto de los muñecos de tamaño familiar ha sido muy ingenioso. Es una estrategia de mercadeo infalible.
Los muñecos siempre se usan para dar color y entretener, pero no siempre están ligados al deporte o a las comiquitas… En Venezuela tenemos un nuevo muñeco, el del Presidente Chávez, que imita al presidente a medias, pues, el muñeco no dice ni una sola palabra… y además es un poco exhibicionista.
Globovisión
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