(Foto José Félix Lara)
Luis Carías | lcarias@el-carabobeno.com
La Ley del Ejercicio de Medicina, que hace hincapié en la "Medicina Integral Comunitaria" iniciada en el año 2005 por el Ejecutivo se produjo bajo una decisión basada en un proyecto político, no asistencia, profesional o académica. Por tanto, sus graduados empiezan a entrar a un campo que desconocen, debido a que experimentan "graves fallas educativas", las cuales eventualmente incidirán en una mala atención sobre el paciente venezolano.
El ex ministro de Sanidad y Asistencia Social, Carlos Walter, expone que aunque no fue sino hasta el año 2007 cuando se "legalizó" la carrera, sólo se hizo en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), sin embargo comenzó a impartirse prácticamente en cada municipio del país, a través de los módulos de Barrio Adentro.
En estos ambulatorios asistenciales de primera necesidad, quienes mandan son los médicos provenientes de Cuba, por lo que eran éstos los profesores de los 8 mil 200 estudiantes que hoy se gradúan en todo el país con el título de Médicos Integrales Comunitarios.
El problema recae en que estas personas no estaban capacitadas para enseñar todo un programa médico y no sólo lo dice Walter, sino diferentes escuelas de medicina, que argumentaban que 80% de los estudiantes no reúnen las condiciones para entrar a un mercado laboral competitivo que tiene en sus manos la vida de los venezolanos.
Particularmente, el Consejo de la Escuela de Medicina "José María Vargas" indicó que el avance de la carrera ignoró el derecho del enfermo de exigir de los médicos que los asistan y de los demás integrantes del equipo de salud, "un elevado grado de competencia profesional", según establece el artículo 69 del Código de Deontología Médica.
También en su momento la Universidad Central de Venezuela manifestó que en el desarrollo de la carrera resalta un cúmulo significativo de "serias debilidades" que dan como resultado una formación deficiente de los estudiantes, no acorde con el perfil nacional o los estándares internacionales.
Ambos grupos mostraron su preocupación sobre las consecuencias que pudiera significar la incorporación de 8.200 médicos integrales comunitarios sobre la salud de la población y el futuro de la educación médica regida hasta ahora "por altas exigencias de calidad, rigor científico, solidez académica y compromiso social".
Insuficiencias pedagógicas
La prueba mayor, sin embargo, reside en un documento que revela el doctor Carlos Walter, el cual se basa en un informe elaborado por médicos investigadores provenientes de Cuba. El estudio llevaba como nombre "caracterización del desempeño docente del núcleo de profesores de Barrio Adentro del municipio Mercado", en Nueva Esparta.
De allí se desprenden como conclusiones que "debido a que parte de los médicos cubanos que integran el programa de formación de la carrera de Medicina Integral Comunitaria tienen escasa experiencia docente, existen insuficientes de conocimientos y habilidades para desempeñarse pedagógica y metodológicamente". Esto implicaría que no se logre la calidad óptima en las diferentes actividades.
El documento también indica que el programa se imparte en los consultores populares. Los profesionales que laboran en dichos centros adolecen "de experiencia docente previa", por lo que sentencian que las principales deficiencias incluyen la falta de habilidad para manejar adecuadamente el tiempo y los medios de enseñanzas.
El origen
La carrera de MIC se inició en el año 2005 sin respetar el artículo 85 de la Constitución, el cual establece que las políticas educativas deben efectuarse en consenso con las universidades y ninguna de éstas fue consultada al crearla.
Surge entonces una duda, según explica el ex ministro: ¿Qué tan necesaria era la formación de recursos humanos en el área cuando ya había una carrera de pregrado? Es decir, que fácilmente podía plantearse una ampliación de los cupos.
El Gobierno no fue por esa vía, sino que decidió crear una nueva carrera, pues se planteó que Venezuela tenía un déficit de médicos, pero no en números, sino que los existentes son catalogados como "mercantilistas" y que sólo buscan un beneficio económico, por lo que había una necesidad de pensar más en la salud del pueblo.
La razón
Argumenta Walter que la razón real por la que se creó la carrera responde a una necesidad de carácter técnico, pues había un déficit pero no nacional, "en el marco de los convenios entre Cuba y Venezuela, el presidente Hugo Chávez tomó la decisión de crear una carrera, en la que se planteaba que en 10 años debían formarse 200 mil médicos, la mitad de la cuota para cada país".
El médico relata que Cuba ha utilizado la formación de recursos humanos como un componente de su política exterior, la cual llamaron a través de su historia "cooperación" en salud, cuando en realidad era para "legitimar la presencia militar cubana en otros países".
El propósito fue cambiando con el tiempo y empezó a utilizarse como parte de su política exterior. "Algunos países han revelado que en grandes conferencias internacionales les cuesta condenar a Cuba porque reciben cooperación de ese país, es decir, que generan vínculos para crear dependencia o conveniencia". O sea que en principio los 100 médicos comunitarios que se formarían no serían parte del equipo venezolano, sino que partirían a otros rumbos.
Es entonces que la carrera nace bajo una necesidad del proyecto político que ha llevado a cabo el Primer Mandatario durante los últimos 12 años, "seguir la hoja de ruta marcada por el Gobierno cubano, pero no era suficiente decir que servirían en la política exterior, por lo que aseguraron que conformaría el primer nivel de atención, o sea la puerta de entrada a las demandas de salud de la población".
Se ofertó a decenas de miles de jóvenes venezolanos una carrera "improvisada", pues no se había elaborado el programa de años posteriores, sino que año tras año se revelaba cuál sería. No tenía docentes calificados ni un título existente en la legislación, por lo que era "engañosa".
Componente ideológico
Durante muchas de sus alocuciones, el presidente Chávez se ha referido a la profesión tratándola con ensañamiento, al decir que en Venezuela son "mercantilista" y sólo tienen intereses monetarios, careciendo de sensibilidad social, sin embargo el Gobierno no pensó en el programa, las asignaturas o la docencia.
No critica el profesor de la UCV que la carrera no dure lo suficiente, pues es de seis años, pero ése no es el problema, "ésta comenzó sin que se aprobara por el Consejo Nacional de Universidades, el cual no otorgó la autorización para otorgar el título, lo cual genera un grave problema jurídico para los graduados".
Si a ello se suma que todas las asignaturas se impartían mediante una enseñanza tutelar, entonces la conclusión es una sola, "no se puede formar un recurso de calidad, no es como en Cuba donde sí se hace a través de universidades".
Este sería el impacto que tendrá la aplicación de la carrera en el sistema público de salud, "es una cohorte mal formada y puede culminar con casos de mala praxis, en vista de la falta de experiencia de los alumnos".
Esto lo constataron los propios médicos cubanos cuando estos estudiantes culminaron su tercer año y debieron salir del cascarón. Pasaron de los módulos de Barrio Adentro a hacer pasantías en los hospitales, "se dieron cuenta de que los estudiantes tenían una diferencia abismal con los alumnos de medicina tradicional, no tenían la menor noción y empezaron a preocuparse por los resultados".
Se fugan
El ex ministro estudia la posibilidad de que el Gobierno utilizara esta carrera para llenar el hueco que durante los últimos años han ido dejando los médicos venezolanos que se van del país en busca de oportunidades, "eso es una realidad innegable".
Esta posibilidad la descartó casi desde el principio, pues según cifras obtenidas del Ministerio de Salud existen 59 mil 130 médicos en el país, mientras que la carrera de Medicina Integral Comunitaria hay 27 mil estudiantes y en la tradicional serían 22 mil en curso, "no es coherente que se habla de déficit de personal, aunque sí es cierto que hay muchos que se van del país".
Dicha fuga, destaca se resolvería mediante incentivos, "se van porque están bajo una constante presión, son llamados bandidos y no se sienten seguros. Más bien parece que no le importa eso al Gobierno y deja espacios a los egresados de una nueva carrera".
Asevera que si el Gobierno creyó que con la aprobación de un instrumento jurídico se resolvería el problema legal de los egresados se equivocó, porque basta con ir a los tribunales y justificar que la universidad no tenía el permiso para entregar un título, "no es válido".
Políticas erróneas
En líneas generales, el sistema nacional de salud se ha visto afectado durante los últimos años por políticas erradas del Ejecutivo. Por ejemplo, la idea de remodelar todas las áreas de emergencia de los hospitales no dio resultados positivos, pues si hubiera ocurrido un desastre natural, entonces la población se habría visto en aprietos.
Lo que concluye el doctor Walter, quien se desempeña como investigador del Cendes, es que hay improvisación en cada una de las políticas públicas implementadas por el Ejecutivo, la cual se suma a una capacidad de gestión "mala" y limitada.
En estos ambulatorios asistenciales de primera necesidad, quienes mandan son los médicos provenientes de Cuba, por lo que eran éstos los profesores de los 8 mil 200 estudiantes que hoy se gradúan en todo el país con el título de Médicos Integrales Comunitarios.
El problema recae en que estas personas no estaban capacitadas para enseñar todo un programa médico y no sólo lo dice Walter, sino diferentes escuelas de medicina, que argumentaban que 80% de los estudiantes no reúnen las condiciones para entrar a un mercado laboral competitivo que tiene en sus manos la vida de los venezolanos.
Particularmente, el Consejo de la Escuela de Medicina "José María Vargas" indicó que el avance de la carrera ignoró el derecho del enfermo de exigir de los médicos que los asistan y de los demás integrantes del equipo de salud, "un elevado grado de competencia profesional", según establece el artículo 69 del Código de Deontología Médica.
También en su momento la Universidad Central de Venezuela manifestó que en el desarrollo de la carrera resalta un cúmulo significativo de "serias debilidades" que dan como resultado una formación deficiente de los estudiantes, no acorde con el perfil nacional o los estándares internacionales.
Ambos grupos mostraron su preocupación sobre las consecuencias que pudiera significar la incorporación de 8.200 médicos integrales comunitarios sobre la salud de la población y el futuro de la educación médica regida hasta ahora "por altas exigencias de calidad, rigor científico, solidez académica y compromiso social".
Insuficiencias pedagógicas
La prueba mayor, sin embargo, reside en un documento que revela el doctor Carlos Walter, el cual se basa en un informe elaborado por médicos investigadores provenientes de Cuba. El estudio llevaba como nombre "caracterización del desempeño docente del núcleo de profesores de Barrio Adentro del municipio Mercado", en Nueva Esparta.
De allí se desprenden como conclusiones que "debido a que parte de los médicos cubanos que integran el programa de formación de la carrera de Medicina Integral Comunitaria tienen escasa experiencia docente, existen insuficientes de conocimientos y habilidades para desempeñarse pedagógica y metodológicamente". Esto implicaría que no se logre la calidad óptima en las diferentes actividades.
El documento también indica que el programa se imparte en los consultores populares. Los profesionales que laboran en dichos centros adolecen "de experiencia docente previa", por lo que sentencian que las principales deficiencias incluyen la falta de habilidad para manejar adecuadamente el tiempo y los medios de enseñanzas.
El origen
La carrera de MIC se inició en el año 2005 sin respetar el artículo 85 de la Constitución, el cual establece que las políticas educativas deben efectuarse en consenso con las universidades y ninguna de éstas fue consultada al crearla.
Surge entonces una duda, según explica el ex ministro: ¿Qué tan necesaria era la formación de recursos humanos en el área cuando ya había una carrera de pregrado? Es decir, que fácilmente podía plantearse una ampliación de los cupos.
El Gobierno no fue por esa vía, sino que decidió crear una nueva carrera, pues se planteó que Venezuela tenía un déficit de médicos, pero no en números, sino que los existentes son catalogados como "mercantilistas" y que sólo buscan un beneficio económico, por lo que había una necesidad de pensar más en la salud del pueblo.
La razón
Argumenta Walter que la razón real por la que se creó la carrera responde a una necesidad de carácter técnico, pues había un déficit pero no nacional, "en el marco de los convenios entre Cuba y Venezuela, el presidente Hugo Chávez tomó la decisión de crear una carrera, en la que se planteaba que en 10 años debían formarse 200 mil médicos, la mitad de la cuota para cada país".
El médico relata que Cuba ha utilizado la formación de recursos humanos como un componente de su política exterior, la cual llamaron a través de su historia "cooperación" en salud, cuando en realidad era para "legitimar la presencia militar cubana en otros países".
El propósito fue cambiando con el tiempo y empezó a utilizarse como parte de su política exterior. "Algunos países han revelado que en grandes conferencias internacionales les cuesta condenar a Cuba porque reciben cooperación de ese país, es decir, que generan vínculos para crear dependencia o conveniencia". O sea que en principio los 100 médicos comunitarios que se formarían no serían parte del equipo venezolano, sino que partirían a otros rumbos.
Es entonces que la carrera nace bajo una necesidad del proyecto político que ha llevado a cabo el Primer Mandatario durante los últimos 12 años, "seguir la hoja de ruta marcada por el Gobierno cubano, pero no era suficiente decir que servirían en la política exterior, por lo que aseguraron que conformaría el primer nivel de atención, o sea la puerta de entrada a las demandas de salud de la población".
Se ofertó a decenas de miles de jóvenes venezolanos una carrera "improvisada", pues no se había elaborado el programa de años posteriores, sino que año tras año se revelaba cuál sería. No tenía docentes calificados ni un título existente en la legislación, por lo que era "engañosa".
Componente ideológico
Durante muchas de sus alocuciones, el presidente Chávez se ha referido a la profesión tratándola con ensañamiento, al decir que en Venezuela son "mercantilista" y sólo tienen intereses monetarios, careciendo de sensibilidad social, sin embargo el Gobierno no pensó en el programa, las asignaturas o la docencia.
No critica el profesor de la UCV que la carrera no dure lo suficiente, pues es de seis años, pero ése no es el problema, "ésta comenzó sin que se aprobara por el Consejo Nacional de Universidades, el cual no otorgó la autorización para otorgar el título, lo cual genera un grave problema jurídico para los graduados".
Si a ello se suma que todas las asignaturas se impartían mediante una enseñanza tutelar, entonces la conclusión es una sola, "no se puede formar un recurso de calidad, no es como en Cuba donde sí se hace a través de universidades".
Este sería el impacto que tendrá la aplicación de la carrera en el sistema público de salud, "es una cohorte mal formada y puede culminar con casos de mala praxis, en vista de la falta de experiencia de los alumnos".
Esto lo constataron los propios médicos cubanos cuando estos estudiantes culminaron su tercer año y debieron salir del cascarón. Pasaron de los módulos de Barrio Adentro a hacer pasantías en los hospitales, "se dieron cuenta de que los estudiantes tenían una diferencia abismal con los alumnos de medicina tradicional, no tenían la menor noción y empezaron a preocuparse por los resultados".
Se fugan
El ex ministro estudia la posibilidad de que el Gobierno utilizara esta carrera para llenar el hueco que durante los últimos años han ido dejando los médicos venezolanos que se van del país en busca de oportunidades, "eso es una realidad innegable".
Esta posibilidad la descartó casi desde el principio, pues según cifras obtenidas del Ministerio de Salud existen 59 mil 130 médicos en el país, mientras que la carrera de Medicina Integral Comunitaria hay 27 mil estudiantes y en la tradicional serían 22 mil en curso, "no es coherente que se habla de déficit de personal, aunque sí es cierto que hay muchos que se van del país".
Dicha fuga, destaca se resolvería mediante incentivos, "se van porque están bajo una constante presión, son llamados bandidos y no se sienten seguros. Más bien parece que no le importa eso al Gobierno y deja espacios a los egresados de una nueva carrera".
Asevera que si el Gobierno creyó que con la aprobación de un instrumento jurídico se resolvería el problema legal de los egresados se equivocó, porque basta con ir a los tribunales y justificar que la universidad no tenía el permiso para entregar un título, "no es válido".
Políticas erróneas
En líneas generales, el sistema nacional de salud se ha visto afectado durante los últimos años por políticas erradas del Ejecutivo. Por ejemplo, la idea de remodelar todas las áreas de emergencia de los hospitales no dio resultados positivos, pues si hubiera ocurrido un desastre natural, entonces la población se habría visto en aprietos.
Lo que concluye el doctor Walter, quien se desempeña como investigador del Cendes, es que hay improvisación en cada una de las políticas públicas implementadas por el Ejecutivo, la cual se suma a una capacidad de gestión "mala" y limitada.
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