Centros hospitalarios trabajan a menos del 50% de su capacidad por remodelaciones sin concluir. No hay ni 500 camas para pacientes entre todos los hospitales de la zona de Catia. El Magallanes de Catia tiene un déficit de 500 trabajadores. Los sueldos son bajos y otros no cobran
VANESSA HACES GONZATTI/TalCualDigital
Rosa Torrealba nació y ha vivido siempre en Catia. Es la jefa de Traumatología del Hospital General del Oeste, comúnmente conocido como Magallanes de Catia. También pertenece a la sociedad médica de dicho centro hospitalario.
Explica que la parroquia Sucre cuenta con varios hospitales, como el Periférico de Catia (Ricardo Baquero González), la Clínica Popular Catia, el Hospital Oropeza Castillo y el Hospital de Lídice, además del Hospital Universitario en el cual trabaja, y otros ambulatorios. Adicionalmente la gestión de gobierno comenzó a aplicar el sistema paralelo Barrio Adentro.
Sin embargo, Torrealba advierte que el cuadro no es positivo: "Siempre hemos tenido carencia de insumos. Quizás el Gobierno pensó que poniendo un sistema paralelo lo iba a mejorar y ya vemos que no fue así. Pero ahora ha aumentado el índice de mortalidad y el de enfermedades infecciosas."
NO HAY CAMA PA’ TANTA GENTE
Torrealba asegura que para una población de 400 mil habitantes las camas de hospitalización no llegan operativamente ni a 500. Entre dos de los hospitales más grandes de la zona, el General del Oeste y el Periférico de Catia, hay solamente 292 que funcionan.
"Los hospitales no tienen la infraestructura, ni los insumos para atender a todo el mundo y comienzan los pacientes a ir de un hospital a otro en ambulancias prestadas por los bomberos", explica. La médico traumatólogo afirma que hay pacientes que esperan hasta 90 días en cirugía y traumatología para ser operados.
"Desde hace años muchos de los hospitales de la zona comenzaron una remodelación que nunca terminó. Están trabajando a menos del 50% de su capacidad", denuncia, y agrega que muchas veces tienen que recurrir al trueque intercambiando material médico-quirúrgico con otros centros.
Asimismo, explica que en el Magallanes de Catia hay un déficit de 500 trabajadores, entre enfermeras, bioanalistas, médicos y personal en general. Los trabajadores contratados de dicho hospital no han cobrado en meses, y los que sí lo hacen ganan apenas 2.000 bolívares, poco más que sueldo mínimo.
Aunado a esas carencias la inseguridad azota los centros de salud. Hace dos años bandas de la zona invadieron un terreno donde funcionaba un simoncito para los hijos de los trabajadores y donde aún está el tanque de agua del hospital.
PRIVADO A PÚBLICO
A juicio de la médico traumatólogo "Venezuela se está muriendo por falta de salud", pues si el 30% de la población recurre a centros de salud privados, cuando el seguro se acaba las personas deben acudir a hospitales públicos.
Explica que el Gobierno ha desprestigiado a los médicos venezolanos y los ha puesto a competir con médicos extranjeros: "Ya hay aproximadamente 14 mil médicos integrales comunitarios que no están capacitados. Nos vamos a morir, señores". Hay también un déficit de estudiantes de Medicina que opten por las especialidades de medicina interna, pediatría y terapia intensiva.
NUEVOS CENTROS
Entretanto, la ministra para la Salud, Eugenia Sader, inauguró ayer en horas de la tarde el Centro Nacional de Rehabilitación Dr. Alejandro Rhode en Antímano. De acuerdo con AVN, el centro contó con una inversión superior a los 8 millones de bolívares, y ofrece servicios de rehabilitación cardiopulmonar y física.
La ministra informó que junto al nuevo Hospital Cardiológico de Adultos, que se construye en Montalbán, se edifica la nueva infraestructura del Oncológico de Adultos y del Instituto Nacional de Cáncer. Aseguró que el Hospital Cardiológico de Adultos estará equipado para atender especialidades de cirugía cardiovascular, hemodinamia y transplantes cardiológicos.
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