M. ARRIZABALAGA/ ABC (España) / TalCualDigital
Seis días después de la muerte de Hugo Chávez y pocas horas antes de que el presidente encargado Nicolás Maduro inscriba su candidatura para las próximas elecciones presidenciales del 14 de abril, Fidel Castro ha hecho pública una carta en la que advierte de que para salvar la revolución bolivariana ésta debe estar cerca de Cuba.
"Tenemos que acercarnos y tenemos que respaldarnos sólidamente, porque solos y divididos fracasamos", subraya el líder cubano, consciente de que La Habana se juega la supervivencia del régimen.
Chávez era el principal valedor internacional de Cuba y el proveedor de petróleo con el que la dictadura cubana ha logrado mantenerse una década más. De ahí que Castro se lamente hoy en Cubadebate del fallecimiento del "mejor amigo que tuvo el pueblo cubano a lo largo de su historia" y confiese que la noticia le "golpeó con fuerza".
El expresidente cubano comienza su escrito con una mención a la hora de la muerte de Chávez «en horas de la tarde», subrayando la versión oficial, cuando en realidad el mandatario electo venezolano falleció nueve horas antes, según informó Emili J. Blasco.
Pese a que las fuentes del corresponsal de ABC en Washington señalan que murió en Cuba, Castro mantiene también el relato del Gobierno venezolano y asegura que "una llamada por vía satelital comunicó la amarga noticia".
Fidel Castro rememora a José Martí y a Simón Bolívar y su viaje a Venezuela el 23 de enero de 1959, 22 días después del triunfo revolucionario en Cuba, para agradecer el envío de 150 fusiles a fines de 1958.
Entonces, hace ya más de medio siglo, ya subrayó que "si es que queremos salvar la revolución de Cuba, la revolución de Venezuela y la revolución de todos los países de nuestro continente, tenemos que acercarnos y tenemos que respaldarnos sólidamente, porque solos y divididos fracasamos".
Dice enorgullecerse de haber compartido con el líder bolivariano los mismos ideales de justicia social y de apoyo a los explotados porque "los pobres son los pobres en cualquier parte del mundo".
"Esa fue la lucha de Hugo Chávez», asegura su mentor político, que finaliza asegurando que su «inolvidable amigo" ni siquiera sospechaba «cuán grande era».
En su despedida, Castro recuerda las veces que Chávez bromeó con él, "diciendo que cuando ambos concluyéramos nuestra tarea revolucionaria, me invitaría a pasear por el río Arauca en territorio venezolano, que le hacía recordar el descanso que nunca tuvo".
Chávez será trasladado el 15 de marzo al Cuartel de la Montaña 4F, hoy Museo Histórico de la Revolución Bolivariana, desde donde el fallecido mandatario venezolano encabezó el golpe de Estado de febrero de 1992.
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