jueves, 18 de julio de 2013

Pistas paralelas/VenEconomía jueves 18jul13

Por: VenEconomía
Nicolás Maduro, el cuestionado gobernante de Venezuela, ha proclamado que está dispuesto -- “caiga quien caiga” -- a dar una lucha sin cuartel contra la corrupción. De allí que parece oportuno replicar las recomendaciones publicadas por Gustavo Coronel en su blog
www.LasArmasdelCoronel.blogspot.com. El analista político describe “tres pistas paralelas” con diferentes plazos de ejecución, para abordar de manera eficaz la lucha contra la corrupción:
1) A corto plazo, caso por caso.
2) A medio plazo, sistémica.
3) A largo plazo, la educación.
Los tres enfoques tienen una cualidad común: La perseverancia.
En el enfoque caso por caso parte de que la corrupción no existe en un vacío. Existe porque quien comete actos de corrupción, lo hace a partir de una posición de autoridad que les da la oportunidad y las expectativas de la impunidad. Su motivación por lo general es para hacer dinero, para aumentar su poder político o para mantener una posición burocrática. (El dinero no tiene que estar implicado, aunque a menudo este será el caso). Cita Coronel unas 10 personas, de por lo menos unas 100 que han sido acusadas públicamente según acota. Entre ellas, menciona al propio difunto, Hugo Chávez, a su sucesor, Nicolás Maduro, y a otros funcionarios de alto relieve en el gobierno como Rafael Ramírez, Alejandro Andrade, Tobías Nóbrega, Wilmer Ruperti, Diosdado Cabello, Jorge Giordani, Jorge Rodríguez y Pedro Carreño.
En el enfoque sistémico casi siempre el individuo está dañado debido a un sistema que permite, o incluso promueve, que él sea corrupto. Acota que la corrupción sistémica que ha prevalecido en Venezuela durante los últimos 15 años se debe a la creencia tradicional venezolana de que la mala gestión de los recursos de la nación no es un delito. Afirma que el grupo al mando, que se había sentido excluido en el pasado de la posibilidad de acceder a los recursos públicos, está ahora convencido de que éste es su turno al bate, y que no están haciendo nada objetable cuando violan las leyes para permanecer en el poder y/o el abuso de la propiedad nacional para su uso personal, familiar o beneficio tribal. Afirma que para luchar contra la corrupción sistémica es necesario desmontar el sistema y esto tomará más tiempo y debe hacerse en paralelo con el enfoque casuístico.
El enfoque educativo señala que para reducir al mínimo la corrupción se necesitan ciudadanos, no solo habitantes. Un ciudadano es un miembro contributivo de la sociedad, no un parásito, que conoce sobre los derechos de todos. Un país con una masa crítica de ciudadanos permite construir y mantener un sistema de controles y equilibrios institucionales, dificulta la práctica de la corrupción, porque quien la cometa debe pagar un alto precio en términos de castigo legal directa y/o la censura moral. Indica que formar ciudadanos es un proyecto plausible y viable a largo plazo, que vale la pena emprender pues está comprobado que en las sociedades formadas por ciudadanos, la corrupción es mínima.
La duda que surge es si en Venezuela quienes toman las decisiones son los mismos que están inmersos en la corrupción, ¿será posible que la retórica de luchar contra ella sea una lucha de principios y no una estrategia electoral?

2 comentarios:

  1. Parece mentira que los politicos que presuntamente estan involucrados en temas de corrupcion sean los que mas hablan de medidas contra la corrupcion. Quizas tendrian que poner medidas contra ellos mismos.

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  2. Gracias por compartir tus artículos y hacernos participes de ellos con nuestros comentarios!!!

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