SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Se están conmemorando los 50 años del discurso de Martin Luther King en el cual la frase más famosa es "Yo tengo un sueño" y con la cual el asesinado líder por los derechos civiles expresó su esperanza en que todos los estadounidenses tendrían las mismas oportunidades y serían tratados de igual manera por los diferentes poderes del Estado gringo.
Nicolás Maduro afirmó que él compartía ese sueño de Luther King. Sin embargo, es difícil de creerle. Por lo menos las acciones que desde su gobierno y el de su "padre" se han adelantado todos estos años no buscan un país donde todos los venezolanos seamos iguales.
Hay unos, los vestidos de rojo, que son más iguales que quienes no piensan como ellos. La lista Tascón es una de las primeras muestras de la discriminación, la más masiva de ellas.
Las actuaciones de los tribunales, empezando por el TSJ, favoreciendo intereses del oficialismo son innumerables. Lo mismo se puede decir de la Fiscalía, independientemente de quien la dirigiera en estos 14 años, pues nunca perdieron oportunidad para recordarles a los venezolanos que hay unos de primera y otros de segunda.
De igual manera se han comportado quienes pasaron por la Contraloría, y ni qué decir de los defensores del puesto, que casualmente siempre han coincidido con las posiciones del jefe del Estado, antes Chávez, ahora Maduro.
Realmente, Nicolás, el sueño tuyo y el del combo que te acompaña ha sido una pesadilla para la mitad del país que no comparte el proyecto político que quieren imponer.
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