EFE.-"Yo he sido una de las primeras voces en decirle al mundo que deben de reconocer al Gobierno de Porfirio Lobo", subrayó Arias en Madrid, al término de la conferencia que pronunció en la sede de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).
"Seguir desconociendo el régimen de Porfirio Lobo -aseveró- no es un castigo para él. No es un perjuicio para el presidente, es un perjuicio para el pueblo hondureño. Y es un perjuicio que ese pueblo, que ha sufrido tanto, no se lo merece".
Arias, que fue reemplazado en la jefatura de Estado de su país por Laura Chinchilla el pasado día 8, recordó el plan que impulsó para resolver la crisis que provocó el golpe militar que derrocó al ex presidente hondureño Manuel Zelaya el 28 de junio de 2009.
"Ambas partes del conflicto hondureño me pidieron a mí que mediara. Yo redacté el Acuerdo de San José. Hicimos un esfuerzo muy grande por ver si podíamos reconciliar a las dos partes y restablecer el orden constitucional. Y eso pasaba por el regreso de Manuel Zelaya como presidente, pero no fue posible", admitió Arias.
Sin embargo, precisó, las elecciones en las que Lobo resultó vencedor a finales del pasado noviembre "fueron transparentes y limpias", y "nadie ha pronunciado la palabra fraude con respecto a esas elecciones".
"Así -prosiguió- es que yo no veo cómo alguien se puede lamentar de que esas elecciones no legitiman al triunfador y al actual Gobierno de Porfirio Lobo, cuando guardan silencio con países que no tienen elecciones o que tienen elecciones ciertamente no tan transparentes como las que ha tenido el pueblo hondureño".
El ex mandatario costarricense lamentó que, "mientras no se restablezcan las relaciones diplomáticas que tenían (en Honduras) antes del 28 de junio del año pasado, no se va a poder restablecer toda la cooperación que se le venía dando al Gobierno hondureño".
Preguntado si otorga credibilidad a las acusaciones de violaciones de derechos humanos en Honduras bajo el Gobierno de Lobo, Arias contestó que "todo es relativo".
"Compare las violaciones de derechos humanos en Honduras con las violaciones de los derechos humanos en Cuba. Todo es muy relativo", insistió el ex gobernante en respuesta a una periodista.
"Yo me alegro mucho de que se haya establecido la Comisión de la Verdad (incluida en el Acuerdo de San José) con gente muy íntegra de diferentes partes del mundo. Ellos son los que van a tener que hacer el diagnóstico de lo que aconteció anterior y posterior al golpe de Estado del 28 de junio".
"Ése es un primer paso. Esperemos que den más pasos en ese sentido. Se está haciendo lo que se puede", esgrimió Arias.
Con todo, agregó, "no es eso excusa para decir no voy a reconocer al Gobierno de Porfirio Lobo, que es lo que están haciendo algunos gobiernos".
Inquirido sobre el futuro inmediato de Zelaya y si mantiene conversaciones con él, Óscar Arias dijo: "No he estado en contacto reciente. No sé de sus planes".
El ex gobernante hizo esa declaraciones después de que la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, defendiera el pasado miércoles en Madrid la legitimidad del Gobierno Lobo, aunque le pidió "garantías" para que pueda volver al país el derrocado Zelaya.
Chinchilla acudió el pasado martes a la VI Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe, en la que se ausentó Lobo después de que cuatro países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) amenazaran con no asistir si él participaba en esa reunión.
Esos cuatro países (Brasil, Ecuador, Bolivia y Venezuela), como otros en Latinoamérica, entienden que Lobo ganó las elecciones sin haberse restablecido la legalidad democrática, después de que Zelaya fuera derrocado por el golpe que aupó al poder de forma interina a Roberto Micheletti.
Sin embargo, otras naciones latinoamericanas, como Costa Rica, Colombia y Perú, han normalizado sus relaciones con Honduras, al igual que España y Estados Unidos.
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