Según Chacumbele, el que los medios registren estos hechos es parte de una campaña mediática de la "contrarrevolución". Y tan fácil que sería dejar sin argumentos a la "contrarrevolución". No, por supuesto, censurando a los medios, sino quitándole el oxígeno al hampa
Por: Simón Boccanegra /TalCualDigital
A la esposa del fallecido diputado Luis Tascón le fue robada la cartera dentro del hemiciclo parlamentario donde era velado su esposo. Un autobús cargado de niños en viaje de vacaciones fue asaltado en las cercanías de Higuerote y todos, niños y maestros, fueron despojados de sus pertenencias.
Una bala misteriosa hirió a una jugadora del equipo de beisbol femenino de Hong Kong dentro del estadio de Fuerte Tiuna. Todo esto ocurrió en una misma semana, sin hablar de las varias decenas de homicidios que ocurrieron en el mismo lapso.
Pero, según Chacumbele, el que los medios registren estos hechos es parte de una campaña mediática de la "contrarrevolución". Y tan fácil que sería dejar sin argumentos a la "contrarrevolución". No, por supuesto, censurando a los medios, sino quitándole el oxígeno al hampa.
Si el país sintiera que se hace algo, si viera resultados parciales, se puede dar por seguro que sin esperar milagros, sabiendo bien que esa lucha no es cosa de chasquear los dedos, la gente perdería parte de la angustia que hoy la embarga y le creería un poco más al gobierno. Pero hoy no le cree nada.
Lo sabe sin argumentos, sin planes, completamente perdido, literalmente a la merced del hampa. Por eso causa tanta irritación la risa burlona de Izarra, que hasta Mario Silva se sintió obligado a reclamársela.
Porque, esa risa, que no es de loco, sino de alguien que no tiene nada que decir, refleja la absoluta carencia de ideas en los círculos elevados del gobierno. El argumento de Chacumbele sobre la "contrarrevolución" es de la misma catadura de la risa de Izarra. No sabiendo Chacumbele qué decir, lo que le queda es hablar tonterías.
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