Por LEANNE ITALIE y SUE MAJOR HOLMES/The Associated Press
ALBUQUERQUE, Nuevo México, EE.UU. -- Una asistente de vuelo puso el dedo en la llaga al arrancarle el bebé de las manos a una mujer porque le había pegado y desató un debate en torno a si un extraño debe intervenir cuando un adulto castiga físicamente a un niño en una sociedad como la estadounidense, donde no esos castigos no son frecuentes.
"Vivimos en una sociedad donde impera el 'no te metas' y 'te demando si interfieres'. Nos da miedo a veces intervenir y hacer lo que corresponde", declaró Jen Reynolds, ama de casa de 38 años, madre de dos varones, uno de 15 años y el otro de 16 meses, de Sandwich, Illinois.
"No queremos que nos griten ni que nos digan que no nos metamos en los asuntos de los demás", agregó. "La asistente de vuelo es mi ídolo".
Incluso los padres que están a favor del castigo corporal dicen que no se le debe pegar a un bebé. Pero al mismo tiempo se solidarizan en parte con la madre, pues dicen que ellos también pasaron por experiencias como las que vivió la mujer el lunes en un vuelo de Dallas a Seattle: nerviosa, atrapada en un avión y sin poder distraer ni calmar a un bebé que lloriqueaba y que la pateó.
"Mi gran interrogante es por qué nadie hizo nada antes de que se llegase al punto en que la mujer le dio una bofetada", expresó Reynolds.
Las leyes nacionales estipulan que un tripulante puede intervenir para garantizar la seguridad en una situación como la que se produjo el lunes, según Jerry Sterns, abogado de San Francisco especializado en caso aéreos. Pero los pasajeros no tienen derecho a intervenir.
Las agresiones a menores en sitios públicos generalmente son ignoradas, de acuerdo con Christin Jamieson, del Consejo sobre Menores y Familias, una organización de Washington que lucha contra el abuso doméstico.
"La gente no sabe qué hacer", manifestó. "El niño y el testigo sienten una gran impotencia".
La asistente de vuelo Beverly McCurley declaró a las autoridades que vio que la madre golpeaba a la niña en la cara con la palma de su mano mientras el padre le gritaba a su esposa que dejase de gritarle al bebé. Agregó que la niña tenía un moretón en un ojo. Los padres dijeron que era producto de un mordisco de un perro.
McCurley indicó que la madre estaba agitada y que también golpeó a la niña en las piernas y le dijo que se callase.
La mujer declaró que le dio una "cachetada" a su hija porque la estaba pateando. "Cuando grita y no me puede oír, es la única forma de hacer que pare", explicó.
La asistente de vuelo indicó que se llevó a la bebé a la parte trasera del avión. El padre vino por ella, la tomó en sus brazos y se quedó allí hasta que se durmió. El padre le comentó a McCurley que había tenido varias discusiones con su esposa acerca del castigo corporal.
No está del todo claro cómo fue que la azafata se llevó al bebé.
El padre declaró ante la policía que la madre de vez en cuando le da "una cachetada" a la niña cuando grita y patalea, pero que nunca le había pegado en el rostro. Los padres no fueron identificados porque no han sido acusados de nada.
A pedido de la aerolínea, paramédicos examinaron a la bebé durante una escala programada en Albuquerque y dejaron que la familia continuase su vuelo.
Estudios del castigo corporal a los bebés revelan que no tiene sentido golpear a un niño que no sabe distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, según Cara Gardenswartz, psicóloga de Beverly Hills especializada en traumas de la niñez y quien es madre de un hijo de siete años.
"Si yo hubiese estado en esa situación, hubiese tenido una charla muy seria con la madre", expresó.
Acotó que esperaba que la azafata se hubiese manejado con gentileza y ofrecido ayudar, en lugar de exigirle que le entregase a la bebé.
"Es lo mejor. Si una madre está muy frustrada, puede sentir alivio si alguien se ofrece a ayudarla".
"Vivimos en una sociedad donde impera el 'no te metas' y 'te demando si interfieres'. Nos da miedo a veces intervenir y hacer lo que corresponde", declaró Jen Reynolds, ama de casa de 38 años, madre de dos varones, uno de 15 años y el otro de 16 meses, de Sandwich, Illinois.
"No queremos que nos griten ni que nos digan que no nos metamos en los asuntos de los demás", agregó. "La asistente de vuelo es mi ídolo".
Incluso los padres que están a favor del castigo corporal dicen que no se le debe pegar a un bebé. Pero al mismo tiempo se solidarizan en parte con la madre, pues dicen que ellos también pasaron por experiencias como las que vivió la mujer el lunes en un vuelo de Dallas a Seattle: nerviosa, atrapada en un avión y sin poder distraer ni calmar a un bebé que lloriqueaba y que la pateó.
"Mi gran interrogante es por qué nadie hizo nada antes de que se llegase al punto en que la mujer le dio una bofetada", expresó Reynolds.
Las leyes nacionales estipulan que un tripulante puede intervenir para garantizar la seguridad en una situación como la que se produjo el lunes, según Jerry Sterns, abogado de San Francisco especializado en caso aéreos. Pero los pasajeros no tienen derecho a intervenir.
Las agresiones a menores en sitios públicos generalmente son ignoradas, de acuerdo con Christin Jamieson, del Consejo sobre Menores y Familias, una organización de Washington que lucha contra el abuso doméstico.
"La gente no sabe qué hacer", manifestó. "El niño y el testigo sienten una gran impotencia".
La asistente de vuelo Beverly McCurley declaró a las autoridades que vio que la madre golpeaba a la niña en la cara con la palma de su mano mientras el padre le gritaba a su esposa que dejase de gritarle al bebé. Agregó que la niña tenía un moretón en un ojo. Los padres dijeron que era producto de un mordisco de un perro.
McCurley indicó que la madre estaba agitada y que también golpeó a la niña en las piernas y le dijo que se callase.
La mujer declaró que le dio una "cachetada" a su hija porque la estaba pateando. "Cuando grita y no me puede oír, es la única forma de hacer que pare", explicó.
La asistente de vuelo indicó que se llevó a la bebé a la parte trasera del avión. El padre vino por ella, la tomó en sus brazos y se quedó allí hasta que se durmió. El padre le comentó a McCurley que había tenido varias discusiones con su esposa acerca del castigo corporal.
No está del todo claro cómo fue que la azafata se llevó al bebé.
El padre declaró ante la policía que la madre de vez en cuando le da "una cachetada" a la niña cuando grita y patalea, pero que nunca le había pegado en el rostro. Los padres no fueron identificados porque no han sido acusados de nada.
A pedido de la aerolínea, paramédicos examinaron a la bebé durante una escala programada en Albuquerque y dejaron que la familia continuase su vuelo.
Estudios del castigo corporal a los bebés revelan que no tiene sentido golpear a un niño que no sabe distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, según Cara Gardenswartz, psicóloga de Beverly Hills especializada en traumas de la niñez y quien es madre de un hijo de siete años.
"Si yo hubiese estado en esa situación, hubiese tenido una charla muy seria con la madre", expresó.
Acotó que esperaba que la azafata se hubiese manejado con gentileza y ofrecido ayudar, en lugar de exigirle que le entregase a la bebé.
"Es lo mejor. Si una madre está muy frustrada, puede sentir alivio si alguien se ofrece a ayudarla".
es lo mejor que se pued hacer ofrecerle ayuda
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