Foto AFP: Familiares de Franklin Lobos, uno de
los mineros atrapados en la mina de San Esteban,...
SANTIAGO (AFP) - La posibilidad de rescatar con vida a 33 mineros, atrapados desde el jueves pasado en una mina en el norte de Chile, se desvanece al estimar este miércoles las autoridades y expertos que llegar físicamente a ellos podría tomar meses.
La importante desviación que se detectó el martes en uno de los principales ductos que se construyen para establecer una vía de contacto con los mineros generó otra complicación en las labores de rescate, aumentando el pesimismo entre familiares y las autoridades.
"Primero hay que tomar contacto y luego ver las alternativas para sacarlos. Las alternativas que uno puede tener yendo con un túnel desde afuera es una alternativa muy difícil, que toma mucho tiempo, teniendo claro que los túneles se construyen en varios meses, son distancias largas, no son distancias cortas", dijo este miércoles el ministro de Minería, Laurence Golborne, que coordina el rescate.
"En lo humano ha sido una experiencia muy dura que tiene altibajos, el dolor y la pena, la frustración, la rabia por no poder acceder fácilmente a estos mineros y no saber si están con vida o no", añadió Golborne.
El ducto -el más avanzado entre los seis que se construyen simultáneamente- había llegado casi a la mitad de la profundidad donde se cree pueden estar los mineros, a unos 700 metros de profundidad, pero los técnicos comprobaron una desviación de más de 14 metros del lugar donde debía llegar, por lo que fue necesario volver a empezar.
La complicación se sumó al fallido intento el sábado de un primer rescate directo a través de una chimenea de ventilación, que se tapó a raíz de nuevos derrumbes ocurridos al interior de la mina San José, ubicada en las cercanías de Copiapó, a unos 800 km al norte de Santiago.
Eso dejó casi como única posibilidad intentar un rescate a través de un túnel desde fuera, cuya construcción tardaría mucho tiempo.
Expertos consultados por el diario La Tercera señalan que una alternativa es ampliar los hoyos de los sondajes para poder sacar a la gente por ahí, pero en el mejor de los casos esta operación permitiría el rescate en dos meses.
Según esos expertos, en los últimos días hay evidencia de que el derrumbe del jueves pasado que sepultó a los mineros es más grande de lo que se calculó en un primer momento.
El presidente Sebastián Piñera reafirmó por su parte este miércoles que no se han escatimado esfuerzos para rescatar a los mineros y se mostró esperanzado en que pudieran estar con vida.
"Tengo la esperanza de que los mineros que están atrapados a 700 metros de profundidad puedan estar escuchando cada uno de los golpes que dan las seis máquinas de sondaje y que eso les demuestre que los esfuerzos se están haciendo y les renueve las esperanzas", agregó.
Sin embargo, señaló que "la situación es muy compleja: por eso tenemos que reconocer que la situación no está solamente en nuestras manos sino en las manos de Dios".
Las autoridades creen que en caso de estar con vida los mineros pudieran estar refugiados en la parte más profunda de la mina, donde existía agua, oxígeno y alimentos para unos pocos días, aunque por la alta temperatura interior y la humedad existente deberían estar ya mostrando signos de deshidratación.
Piñera anunció además este miércoles una "profunda reformulación" del Servicio Nacional de Geología y Minas (Sernageomin), que fiscaliza al sector.
Esta reestructuración incluye un pedido de destitución del director nacional del servicio, Alejandro Vio, y de otras dos altas autoridades.
El Sernageomin ha sido blanco de críticas por autorizar hace dos años la reapertura del yacimiento San José luego de que ocurriera un accidente fatal al interior de la mina.
La importante desviación que se detectó el martes en uno de los principales ductos que se construyen para establecer una vía de contacto con los mineros generó otra complicación en las labores de rescate, aumentando el pesimismo entre familiares y las autoridades.
"Primero hay que tomar contacto y luego ver las alternativas para sacarlos. Las alternativas que uno puede tener yendo con un túnel desde afuera es una alternativa muy difícil, que toma mucho tiempo, teniendo claro que los túneles se construyen en varios meses, son distancias largas, no son distancias cortas", dijo este miércoles el ministro de Minería, Laurence Golborne, que coordina el rescate.
"En lo humano ha sido una experiencia muy dura que tiene altibajos, el dolor y la pena, la frustración, la rabia por no poder acceder fácilmente a estos mineros y no saber si están con vida o no", añadió Golborne.
El ducto -el más avanzado entre los seis que se construyen simultáneamente- había llegado casi a la mitad de la profundidad donde se cree pueden estar los mineros, a unos 700 metros de profundidad, pero los técnicos comprobaron una desviación de más de 14 metros del lugar donde debía llegar, por lo que fue necesario volver a empezar.
La complicación se sumó al fallido intento el sábado de un primer rescate directo a través de una chimenea de ventilación, que se tapó a raíz de nuevos derrumbes ocurridos al interior de la mina San José, ubicada en las cercanías de Copiapó, a unos 800 km al norte de Santiago.
Eso dejó casi como única posibilidad intentar un rescate a través de un túnel desde fuera, cuya construcción tardaría mucho tiempo.
Expertos consultados por el diario La Tercera señalan que una alternativa es ampliar los hoyos de los sondajes para poder sacar a la gente por ahí, pero en el mejor de los casos esta operación permitiría el rescate en dos meses.
Según esos expertos, en los últimos días hay evidencia de que el derrumbe del jueves pasado que sepultó a los mineros es más grande de lo que se calculó en un primer momento.
El presidente Sebastián Piñera reafirmó por su parte este miércoles que no se han escatimado esfuerzos para rescatar a los mineros y se mostró esperanzado en que pudieran estar con vida.
"Tengo la esperanza de que los mineros que están atrapados a 700 metros de profundidad puedan estar escuchando cada uno de los golpes que dan las seis máquinas de sondaje y que eso les demuestre que los esfuerzos se están haciendo y les renueve las esperanzas", agregó.
Sin embargo, señaló que "la situación es muy compleja: por eso tenemos que reconocer que la situación no está solamente en nuestras manos sino en las manos de Dios".
Las autoridades creen que en caso de estar con vida los mineros pudieran estar refugiados en la parte más profunda de la mina, donde existía agua, oxígeno y alimentos para unos pocos días, aunque por la alta temperatura interior y la humedad existente deberían estar ya mostrando signos de deshidratación.
Piñera anunció además este miércoles una "profunda reformulación" del Servicio Nacional de Geología y Minas (Sernageomin), que fiscaliza al sector.
Esta reestructuración incluye un pedido de destitución del director nacional del servicio, Alejandro Vio, y de otras dos altas autoridades.
El Sernageomin ha sido blanco de críticas por autorizar hace dos años la reapertura del yacimiento San José luego de que ocurriera un accidente fatal al interior de la mina.
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