CARACAS (Reuters) - Venezuela condenó el ataque con un coche bomba frente a una estación de radio en Colombia el jueves y lo calificó de "acto terrorista", mostrando la nueva sintonía política entre Caracas y Bogotá luego de que ambos países restablecieran relaciones diplomáticas esta semana.
El artefacto explosivo, que dejó nueve heridos y graves daños materiales en varios edificios de la capital colombiana, se produce poco después de que el presidente Juan Manuel Santos asumiera el poder y se reuniera con su par venezolano, Hugo Chávez, para restaurar los lazos entre las naciones vecinas.
"El pueblo y el Gobierno venezolanos repudian de la manera más enérgica este acto terrorista dirigido contra el hermano pueblo de Colombia y contra su ferviente deseo de vivir en paz", dijo la Cancillería en un comunicado, agregando que espera un pronto esclarecimiento de los hechos.
El Gobierno de Santos no ha acusado formalmente a ningún grupo armado por el ataque en el norte de Bogotá, que afectó a decenas de oficinas privadas, incluyendo la sede de Caracol, una de las cadenas de radio más importantes del país.
Santos y Chávez fijaron una "hoja de ruta" para recuperar plenamente las relaciones diplomáticas y comerciales que se truncaron en los últimos años del Gobierno de Alvaro Uribe, con quien el mandatario venezolano chocó por el tema de la guerrilla y la colaboración de Colombia con Estados Unidos.
Chávez, quien afirma liderar una revolución socialista en favor de los pobres, se ha rehusado por muchos años a utilizar el término "terrorista" para referirse a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como son catalogadas por Estados Unidos y la Unión Europea.
"Son eventos que apuntan a desestabilizar un hermano pueblo como el de Colombia (...) Habrá que esperar para que se vaya despejando en el transcurso de las próximas horas, de los próximos días, lo que ha sucedido realmente", dijo el canciller Nicolás Maduro en una comunicación con la televisión estatal.
(Por Enrique Andrés Pretel, editado por Lucila Sigal)
El artefacto explosivo, que dejó nueve heridos y graves daños materiales en varios edificios de la capital colombiana, se produce poco después de que el presidente Juan Manuel Santos asumiera el poder y se reuniera con su par venezolano, Hugo Chávez, para restaurar los lazos entre las naciones vecinas.
"El pueblo y el Gobierno venezolanos repudian de la manera más enérgica este acto terrorista dirigido contra el hermano pueblo de Colombia y contra su ferviente deseo de vivir en paz", dijo la Cancillería en un comunicado, agregando que espera un pronto esclarecimiento de los hechos.
El Gobierno de Santos no ha acusado formalmente a ningún grupo armado por el ataque en el norte de Bogotá, que afectó a decenas de oficinas privadas, incluyendo la sede de Caracol, una de las cadenas de radio más importantes del país.
Santos y Chávez fijaron una "hoja de ruta" para recuperar plenamente las relaciones diplomáticas y comerciales que se truncaron en los últimos años del Gobierno de Alvaro Uribe, con quien el mandatario venezolano chocó por el tema de la guerrilla y la colaboración de Colombia con Estados Unidos.
Chávez, quien afirma liderar una revolución socialista en favor de los pobres, se ha rehusado por muchos años a utilizar el término "terrorista" para referirse a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como son catalogadas por Estados Unidos y la Unión Europea.
"Son eventos que apuntan a desestabilizar un hermano pueblo como el de Colombia (...) Habrá que esperar para que se vaya despejando en el transcurso de las próximas horas, de los próximos días, lo que ha sucedido realmente", dijo el canciller Nicolás Maduro en una comunicación con la televisión estatal.
(Por Enrique Andrés Pretel, editado por Lucila Sigal)
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