BOGOTÁ (AFP) - La posibilidad de un diálogo de paz con la guerrilla marxista de las FARC quedó en suspenso luego de que este viernes el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmara que no están dadas las condiciones para ello, tras el atentado con coche-bomba del jueves en Bogotá.
"El gobierno nacional, cuando considere que las circunstancias están dadas -y (ahora) no están dadas- sacará la llave y abrirá de pronto la puerta (del diálogo)", dijo Santos durante una ceremonia militar en la ciudad de Popayán, 600 km al suroeste de Bogotá.
En el acto de asunción presidencial el pasado sábado, Santos había dejado entreabierta la puerta del diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), si abandonaban la violencia.
"A los grupos armados ilegales que invocan razones políticas y hoy hablan otra vez de diálogo y negociación, les digo que mi gobierno estará abierto a cualquier conversación que busque la erradicación de la violencia, y la construcción de una sociedad más próspera, equitativa y justa", dijo Santos en una tácita referencia a las FARC.
El líder de las FARC, Alfonso Cano, había manifestado su deseo de un diálogo con las autoridades en un video divulgado una semana atrás.
Sin embargo, Santos condicionó ese eventual diálogo a la previa liberación de los secuestrados y el fin de los actos terroristas, entre otras exigencias.
Las FARC, con unos 8.000 combatientes según los militares, combate al Estado colombiano desde hace 46 años y es la principal guerrilla del país, seguida por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), con unos 3.500 efectivos.
Santos rechazó además este viernes las gestiones de sectores nacionales y del exterior para abrir las puertas a un proceso de paz con esas guerrillas.
"Muchos han querido insinuar que ellos podrían hacer una labor (de paz) aquí y allá. La respuesta es: 'Muchas gracias, pero no. Ni en el exterior ni en Colombia'", dijo Santos en alusión a la senadora liberal Piedad Córdoba, que con tal fin dialogó el jueves con el líder cubano Fidel Castro.
Tras señalar que su gobierno abrirá la puerta del diálogo "cuando considere que las circunstancias están dadas", Santos dijo que entre tanto "queda absolutamente desautorizada toda gestión paralela" para ello.
El mandatario dejó clara esa posición al día siguiente de que hubiera explotado un coche bomba en un sector residencial del norte de Bogotá, donde se localiza la privada radio Caracol, posible blanco del "acto terrorista", según las autoridades.
La autoría del atentado, que dejó nueve personas heridas y causó importantes daños materiales en edificios del sector, aún no ha sido establecida.
El ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, dijo este viernes que no se descarta ninguna hipótesis, al admitir la posibilidad por igual de que el ataque hubiera podido ser obra de las FARC o de grupos de la ultraderecha armada.
Santos anunció este viernes una recompensa de 500 millones de pesos (273.000 dólares) a quien suministre datos que permitan esclarecer el atentado.
El blanco del atentado aún no está claro, según el fiscal general Guillermo Mendoza, quien señaló que si bien en ese sector de la ciudad la estación radial "es el punto más sensible en la zona, sostener categóricamente que el blanco era Caracol (emisoras perteneciente al Grupo Prisa de España) es muy aventurado".
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